Capítulo 45

En la mansión Celestite, las jóvenes estaban reunidas en la sala, concentradas en idear una estrategia para atacar la casa de Darlene y rescatar a Ethan. La atmósfera estaba cargada de tensión, pero también de determinación. Berenice, aun esperando la respuesta de Gregg sobre el movimiento en la casa, revisaba un mapa de la propiedad de Darlene mientras las demás aportaban sus ideas.

—¿Y si alguien se introduce en la casa de Darlene utilizando un ritual de glamur para hacerse pasar por Sarah? —planteó Gianna con una mirada decidida.

—¿Crees que eso funcionaría? Necesitaríamos a alguien capaz de mantener la ilusión bajo presión. —dijo Maya, sorprendida.

—No es una idea descabellada. Podríamos aprovechar esa distracción para entrar y rescatar a Ethan. —añadió Elena.

—El problema radica en encontrar a la persona adecuada para llevarlo a cabo. Sarah conoce bien la casa, así que debemos tener mucho cuidado, lo cual me parece bastante arriesgado, —asintió Berenice.

En ese instante, Gregg hizo su aparición en la sala, interrumpiendo el diálogo. Su figura robusta atrajo la mirada de todos. —He inspeccionado la casa. Hay un buen número de brujas y guardias, sin embargo, la vigilancia en la planta alta no es tan rigurosa. Es probable que Darlene no esté anticipando un asalto directo— comentó el vampiro con tono serio.

—Agradezco la información, Gregg. Esto nos brinda una oportunidad. ¿Tienes alguna noticia sobre Ethan? — inquirió Berenice.

—No, absolutamente nada. Lo que, si le puedo decir de gran interés, es que recién llego una mujer parecida a la bruja cubierta de glamur. —Agregó.

—¡Entonces ellas siempre han tenido a Rebecca! —Dijo Elena muy pensativa.

—Aun no entiendo porque me quieren a mí, porque quieren a mi mama. —la voz de Gianna se entrecorto al escuchar el nombre de su madre.

—Lo único que puedo pensar, —interrumpió Berenice es que sepan que ella era la esposa de Eugenio y habrán descubierto que Eugenio verdaderamente es el Rey Astarot.

—No podemos seguir esperando. ... yo podría infiltrarme. Conozco a Sarah bastante bien y he practicado el ritual con ella antes, incluso hemos intercambiado nuestros cuerpos. —Propuso la joven bruja.

Berenice y las demás se miraron entre sí, considerando la sugerencia de Gianna.

—Es demasiado arriesgado, Gianna. Si algo sale mal, podrías estar en serios problemas —respondió Elena con inquietud.

—Lo sé, pero no puedo quedarme sin hacer nada —aseguró Gianna con determinación.

—Está bien. Pero no podrás ir sola. Necesitaremos una distracción y un plan de escape que esté bien organizado. —Berenice asintió, finalmente aceptando.

—Yo puedo encargarme de la distracción. Haré que los guardias se fijen en mí mientras Gianna entra. —Maya se ofreció con entusiasmo. —Puedo convertirme en un adorable gatito. —Agregó mientras parpadeaba rápidamente sus pestañas.

El grupo se rió aliviando un poco la tensión del lugar.

El grupo comenzó a delinear el plan con más detalle, aprovechando el conocimiento de Gregg sobre la disposición de la casa y la experiencia de Berenice en tácticas de infiltración. La tensión en el ambiente se transformó en un foco de acción y esperanza.

—Tienes que ser extremadamente cuidadosa. El ritual de glamur es potente, pero también tiene sus limitaciones. Mantén la concentración y no permitas que te descubran. — Dijo Berenice mirando a Gianna.

—Lo haré. No podemos fallar. —Respondió la bruja con entusiasmo.

Con el plan en marcha, las jóvenes de la mansión Celestite se prepararon para lo que podría ser la misión más peligrosa que habían enfrentado hasta ahora. Con cada paso, la determinación de rescatar a Ethan y vencer a la Organización Oscura se hacía más fuerte.

*****

Patricia llegó a la mansión Celestite con una expresión de preocupación y determinación. Había escuchado rumores sobre el creciente conflicto entre las dos organizaciones y los demonios, y decidió intervenir personalmente. Al entrar en la sala, su presencia imponente captó la atención de todos.

—He estado al tanto de la situación y es mucho más complicada de lo que creen, —comentó la directora con seriedad mientras observaba a todos.

—¿Qué información tienes? —inquirió su asistente acercándose a ella.

—Las tensiones entre nuestra organización y la Organización Oscura han alcanzado un punto crítico, y la llegada de los demonios ha complicado aún más las cosas, —respondió Patricia.

Berenice se puso de pie del sofá, visiblemente irritada por el comentario de la directora. —¿Cómo puedes decir eso? —expresó con firmeza la maestra. —Los demonios nos están ayudando en el rescate de Ethan, arriesgando su propia seguridad para evitar ser capturados, —añadió.

—Eso no será suficiente. La Organización Oscura es un adversario difícil de vencer. Están bien estructurados y poseen recursos que no podemos subestimar, — dijo Patricia moviendo la cabeza.

—Entonces, ¿cuál es tu propuesta? No podemos simplemente quedarnos aquí esperando que hagan lo que les plazca con Ethan, —planteó Gianna.

—Debemos ser estratégicos. Atacar la casa de Darlene puede ser un paso, pero no es la solución definitiva. La Organización Oscura tiene raíces profundas y conexiones que aun desconocemos. Están buscando algo muy específico: el cuarzo de celestita; quien lo haga adquirirá el poder absoluto para dominar ambos mundos —Expresó Patricia enfatizando cada palabra. —El cuarzo de celestita es la clave para mantener el equilibrio entre el mundo superior y el mundo de las sombras. Si cae en manos inapropiadas, las repercusiones serán desastrosas, —añadió.

—¿Qué sugieres que hagamos entonces? —Preguntó Elena con preocupación.

Todas las miradas se centraron en la directora. En realidad, no contaba con las respuestas. —No tengo una solución en este momento, pero no permitiré que ustedes se expongan, y menos por un demonio— comentó Patricia. —Gianna, ¿podemos hablar a solas en mi oficina, por favor?