Preludio al desastre

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A pesar de lo hermoso y tranquilo que se ve este lado a comparación del otro, no me dejo llevar por la imagen falsa que atrae y me dirijo con paso marcado hasta un camino de tierra junto al pavimento para ir a mi casa. Es una zona prohibida del bosque para cualquiera que no tenga invitación, pues mi hermana menor adoptiva, que es una contratista espiritual que mis padres salvaron de los demonios puros que se vuelven salvajes porque han sido rechazados por su pareja eterna, hizo un contrato con una Udine y tiene completo control sobre la niebla que rodea nuestro hogar como si fuera una barrera. Si alguien indeseado entrara en ella, sería llevado directamente con los salvajes y lamentaría intentar hacer daño a mi familia. Pero claro que la barrera de ella no es el único método de seguridad que tenemos, pues hay gente poderosa que está contra mi padre y que puede librarse fácilmente de los salvajes, así que también tenemos las sombras tipo guerreros de papá cubriendo un gran perímetro. Y debido a que vivimos en un pueblo fronterizo y apartados de todos, cualquiera que intente entrar de forma ilegal al reino híbrido, se las ve con la barrera de niebla de mi hermana y los guerreros de papá.

Supongo que Golda tiene razón, papá consiente mucho a los guardias fronterizos de ambos lados.

Ahogo un bostezo cuando a lo lejos veo una pequeña casa rodeada de siembra, y a mi madre corriendo hacia mí para recibirme. Puedo ver a lo lejos lo enojada que está, y aunque tengo la opción de huir, realmente no sería buena idea que la descendiente de una estrella te persiga para castigarte. Así que camino hacia ella mientras me preparo mentalmente para la reprimenda que me va a dar.

—Yaira Nikols, por fin estás en casa. —Dice aliviada mientras me abraza, me examina un poco, y cuando ve que estoy bien, toma fuertemente mi oreja —. ¡¿Cómo se te ocurre no avisarme que te ibas a quedar trabajando hasta tarde?! ¡¿Acaso quieres que me dé un infarto?!

—Lo siento mamá. No tuve oportunidad de escribirte cuando comenzaron a llegar mis clientes regulares. —Digo como puedo soportando el dolor en mi oreja —. Es más, eres muy joven para que te dé un infarto. —Suelto un quejido cuando ella estira con más fuerza.

—Contigo, preocupándome tanto, siento que envejezco mil años en uno. —Dice y suelta mi oreja —. Sé que Golda no te va a dejar venir sin comer, así que entras a la casa, tomas un baño y te acuestas a dormir.

—Sí señora. —Digo disimulando mi dolor con una sonrisa y le entrego mi mochila —. Golda puso mi sueldo ahí y me dio comida para todos.

—¡Tenemos comida de Golda!

Gritan al mismo tiempo mis hermanos pequeños. Dos niños de cabello azabache exactamente iguales, a excepción de que uno tiene un par de cuernos negros a cada lado de su cabeza junto con unas alas mientras que el otro no. Dark, el mayor, parece un demonio completo porque a pesar de ser híbrido ya tiene un mejor control de su sombra que yo. Mientras que Suin, el menor y que no tiene cuernos, parece un mago de luz puro a pesar de su sangre demoníaca. Ambos son un equilibrio extraño que nació de la unión de mis padres, pero son realmente amados por estos y por todos nosotros.

—Sé que les gusta la comida de Golda, pero ¿pueden al menos disimular su nivel de felicidad por no probar mi comida? —Dice mamá fingiendo tristeza mientras camina a casa con mi mochila en mano.

—Puede que no lo demuestre, pero está realmente aliviada de que volvieras a casa. —Dice Meli, mi tierna hermana contratista espiritual con una sonrisa dulce —. ¿Estabas preocupada por el presupuesto de este mes? —Pregunta al conocer mis planes, pues ella es sin duda muy tierna y dulce con sus diez años, pero muy perspicaz.

—Sí, quiero que toda la familia se divierta en el festival de este año, sin preocuparse por los gastos de la casa y la siembra. Así que por eso voy a sobornar a varios guardias fronterizos para que nadie le avise al rey que mamá y papá están en sus tierras. Será pura diversión en familia este año. —Digo en tono cómplice.

—Cuando papá se entere…

—Ya sabía de los planes de ustedes dos. —Dice la voz grave de papá a nuestras espaldas y haciendo que nos congelemos —. Así que por eso estabas trabajando de más. —Suspira colocándose frente a nosotras para vernos de forma seria —. Yani, no, Yaira.

Una daga se clava en mi pecho. Desde que soy pequeña papá me tiene un apodo especial, el cual es Yani en una forma de combinar mi nombre y apellido, pero cada vez que se enoja siempre dice mi nombre completo como en este momento.

—Estoy contento porque quieres hacer algo para la familia, y es cierto que lo que trabajaste nos va a ayudar mucho, pero deberías saber que no estoy contento con este desgaste que estás teniendo a pesar de ser tan joven. Deberías pensar en ti de vez en cuando. —Cruza sus brazos y me ve fijamente con sus ojos rojos —. Si por lo menos decidieras usar este dinero para estudiar.

—Es que tú sabes que no necesito conocimiento de las escuelas, cuando no tienes una gema de poder no te tratan bien y ni siquiera los profesores hacen un buen trabajo. Además, lo que mamá y tú me enseñaron es más que suficiente. —Digo segura, mientras él solo afila más la mirada —. Y ambos sabemos que Meli, Dark y Suin, son el talento de la familia. Yo solo quiero una oportunidad para apoyarlos, y ayudarlos a ustedes en la carga que llevan.

—Claro, porque una híbrida de luz y oscuridad como tú es imparable e indestructible. —Dice sarcástico mientras sostiene en su mano mi carnet fronterizo —. Yani, está bien que nos quieras ayudar, pero nunca lo hagas a costa de tu salud. Eso solo te pone en peligro a ti —una llama oscura sale del carnet destruyéndolo, pero dejando una estela en el aire como si quemara un hilo que atraviesa más allá de la barrera de niebla —y a tu familia. —Finaliza acariciando mi cabeza —. Esta va a ser la última vez que trabajes así, no quiero arriesgarme a perderte porque no estabas alerta.




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