Capítulo 6: Nuevo camino

“Recuerda, lo demonios son criaturas apasionadas que se guían por los deseos tanto propios como los de la gente a su alrededor. Sin embargo, lo híbridos somos diferentes, sino hay algo lo suficientemente atractivo, entonces nuestras metas será acabar con aquello que sea molesto. Porque somos tan pasionales como nuestros antepasados de sangre oscura”

Las palabras del Maestro Soar vienen a mi mente en el momento en que veo las claras y superiores habilidades de lucha de Yaira. No estoy seguro de que fue lo que pasó, pero estoy seguro de una cosa, Genevive no aceptó un No como respuesta y fue lo suficientemente insistente como para molestar a una hibrida de gran poder que estaba intentando ir en contra de su propio instinto. Todo el bello de mi cuerpo se ha erizado al verlas luchar cuando me doy cuenta de que Yaira es consciente de lo que puede hacer, por lo que usa una fracción consciente de su propia habilidad mientras que solo juega con Genevive para molestarla y sacarla de balance. Lo peor de todo es que está funcionando, y no solo eso, el daño interno que ella le hace está muy bien controlado. Pero eso no se compara al daño mental que le causa con sus palabras.

Frustrado aprieto los puños notando el dolor en la mirada de Genevive.

Las palabras de Yaira le afecta más que nada porque es el mismo llamado de atención que le dio su hermano mayor Igor antes de irse a Greemo, bosque de los cambia formas como un embajador que ayuda a las manadas. Pero eso no es todo, el otro hermano de Genenvive, Kio, tambien le había recalcado que no debida darle poca importancia a su título. A pesar de que por el momento no tuviera un poder real debido a que es la menor en la casa real, fue escogida personalmente por Lunaria para gobernar y ese hecho por sí solo le dio un poder único a su título, pero ella lo menosprecia porque siente que no es algo que haya logrado por sí misma.

—Tonta. —Mascullo entre dientes, porque mientras más se deje afectar, más difícil será hacerle frente a alguien que tiene una alta maldad en su corazón.

—No sabe a lo que se enfrenta. —Dice Waldred a mi lado, luchando contra su habilidad principal Control del Mal para no interceder en la pelea de ella y protegerla de Yaira.

Ambos observamos atentamente como se llevan la pelea fuera de la casa, y aunque cada movimiento y daño está calculado, me puedo dar cuenta de cuanto le duele a Genevive todo lo que está escuchando. Miedo es todo lo que puedo ver en mi princesa y realmente no me gusta que se sienta así cuando sabe que estoy cerca, sobre todo si ese daño viene de mi mate quien al igual que yo debería seguirla por voluntad propia, pero ¿por qué le hace tanto daño con sus palabras? ¿Qué quiere lograr con eso?

—Esto es malo. —Dice Waldred sacándome de mis pensamientos, totalmente alarmado cuando vemos que Yaira ha invocado el poder prohibido.

Inmediatamente me pongo en guardia para proteger a Genevive de lo que sea que vaya a pasar, pero no necesito hacerlo porque en ese mismo instante aparece la figura oscura del duque caído con una expresión que muestra lo enojado que esta por lo que hizo su hija, además del disgusto y la decepción que siente por sus acciones hostiles.

—Te lo ordena tu rey, detente e inclínate. —Dice con mando y manipulando la sombra de ella para obedecerle contra su voluntad —. Tu cabello ahora es blanco cómo la seda porque no te has controlado, además de que casi matas a la princesa de una nación y casi inicias una guerra por cuenta propia por una idea que no se ha consumado. —Suspira mientras cruza los brazos —. ¿Sabes lo que eso significa?

—Casi me vuelvo una salvaje y ahora tengo que sufrir las consecuencias. —Responde ella sin verlo a los ojos, dejando en su tono de voz lo avergonzada que esta.

—Lo importante es que lo sabes. —Habla mientras pone una mano en su cabeza —. Te ordeno, vuelve a tu control y sufre las consecuencias de dejarte llevar.

Inmediatamente las sombras de ella sueltan a sus hermanos que estaban sujetos para mantenerse lejos de la pelea, y el daño que le había hecho a Genevive, se revierte por completo instalando un poco de calma en mi ser. Pero no dejo de sentir preocupación por estar en el territorio de un rey demonio que puede hacer lo que quiera con solo chasquear los dedos. Me mantengo alerta sin moverme, pues la ira y el poder que desprende del duque caído es tan fuerte que siento que me muero si hago algo indebido. De repente, veo que toma con delicadeza el cuerpo de Genevive haciendo que mis instintos de protección se enciendan pensando que a lo mejor quiera hacerle daño, pero no soy el único, pues Waldred tambien se tensa y gruñe en desacuerdo de que otro hombre toque a su mate. Entiendo su instinto, pero debe entender que no es a cualquier demonio al que le está gruñendo, así que toco su hombro para desviar su atención y él solo baja la mirada mientras aprieta los puños.

—Esta visita no fue un éxito para sus planes. —Dice Dukar con rostro serio, mirando atentamente a su hija que está gritando a medida que su cabello se vuelve a oscurecer —. Normalmente no defiendo a aquellos que hacen enojar a Yaira, pero parece que esto aún no acaba, así que les daré una nueva oportunidad. Sepan aprovecharla. —Deja a Genevive en los brazos de Waldred para la calma de él mientras nos dedica una mirada analítica a los tres y sonríe con superioridad —. Nos volveremos a ver, eso si ella sabe despertar. —Señala a la princesa con la mirada, y de un chasquido de sus dedos, todo a nuestro alrededor cambia.

Tardo un momento en procesar lo que pasó, pues de ver una casa con siembra a su alrededor, ahora estoy viendo la habitación de la posada en la que nos estamos quedando. Ni siquiera me di cuenta de que fue lo que hizo, solo sé que terminamos de nuevo aquí conociendo una nueva faceta del duque caído. Suelto un suspiro de alivio mientras me dejo caer en el suelo y veo como Waldred deja a la inconsciente Genevive en la cama para que descanse con un gesto serio y concentrado. No tengo que leerle la mente para saber qué es lo que está pensando, porque sé que lo que vio le afecto mucho.