Preludio al desastre

Capítulo 8: El Camino de las Penurias

Hay muchas cosas que me gustan en el mundo. La primera sería pasar tiempo con las personas que quiero, comer cosas deliciosas seria lo segundo, y lo tercero sin duda sería acostarme en el claro oculto que se encuentra en el bosque que pertenece al ducado del maestro solo para ver el atardecer y bañarme con la luz de la luna. Sin embargo, lo que más me ha gustado es pasar tiempo con Yaira y conocerla a profundidad, lo que ha fortalecido nuestro lazo. Dándome cuenta de que a pesar de mostrar muy bien su soberbia nata, lo avariciosa que es, la envidia que la corroe poco a poco, la lujuria que mantiene controlada con bromas crueles, la glotonería que demuestra para la comida o un nuevo conocimiento mientras que al mismo tiempo deja que la pereza le muestre el camino fácil para no tener que trabajar tanto, y terminando frustrada y molesta cuando las cosas no salen como quiere; a pesar de todo, ella tambien muestra virtudes que se contradicen con su personalidad. Cree que no la veo, cuando ayuda a los guardias luego de sus enfrentamientos, dándoles consejos ocultos en sus palabras afiladas, o cuando no le muestra a Genevive la respuesta correcta, pero si la guía cuando está en sus clases.

—Ciertamente nuestra mate es un agujero profundo de contradicciones. Lo cual la hace más especial. —Comenta Karam mientras mueve sus colas con alegría —. Oye, ¿Cuándo piensas acercarte a ella de otra manera?

“¿Qué quieres decir?”. Pregunto en mi mente, ignorando lo que le realmente quiere decirme.

—Oh, nada. —Suelta tranquilo, mientras puedo imaginarlo entrecerrando sus ojos con sarcasmo —. Desde la primera vez que han hablado siempre es ella la que se acerca a ti, mientras que las veces que tú lo has hecho ha sido solo para molestarla. Ni hablar de cuando ella te salvó de la súcubo. Solo estabas en modo batalla y le mostraste los dientes.

“Déjame recordarte, que cuando paso lo de la súcubo, eras tú quien tenía el control”. Digo torciendo el gesto de mi sonrisa mientras escucho como chasquea los dientes. “Aunque, debo admitir que tienes razón. Incluso cuando dormimos juntos en la posada de Golda, todo lo que hemos hecho ha sido propuesto por ella”. Suspiro frustrado.

—Sin duda, te estás comportando igual a un Omega. ¿Dónde quedó tu sentido de Alfa? —Se burla el zorro gran arrogancia.

“Creo que quedo de lado cuando te volviste un zorrezno frente a nuestra mate”. —Me burlo con crueldad, logrando que el zorro metiche cierre el link.

Disfruto del tiempo solo mientras un poco de orgullo brota de mí por haberle ganado, hasta que ese delicioso aroma a madera y eucalipto llega a mi nariz e inmediatamente todos mis sentidos se agudizan solo para encontrarla. Poco a poco escucho sus pisadas, su olor se vuelve más fuerte a medida que se acerca, hasta que se detiene al inicio del claro dándose cuenta de mi presencia y se acerca a mí.

—Debo admitir que te ves mejor con ropa de civil que con el uniforme. —Dice sentándose a mi lado —. Aunque el mismo tiene su encanto.

—Me preocupare de eso cuando llegue mi mate, por ahora, que miren lo que quieran. —Sonrío orgulloso mientras el ultimo rayo de sol se pierde en el horizonte.

—Ciertamente, tu soberbia es la más deliciosa de todas. —Habla mientras lame sus labios —. Me he dado cuenta de que no son solo tus pecados los que me son deliciosos, tambien los de la princesa, su sometido, el cachorro y hasta Anh. Cuando estoy con ustedes —mira el reverso de su mano, donde descansa su gema y la marca de los pecados —siempre estoy satisfecha.

—¿Eso es malo?

—Para nada, —mueve la mano mientras se acuesta en el césped —, es solo que es raro.

—Supongo que somos los primeros amigos que tienes. —Ella inclina su cabeza, curiosa por lo que he dicho —. Quiero decir que, así como tu estas satisfecha con nosotros, nosotros lo estamos contigo. Lo cual significa que tenemos una amistad muy fuerte y poco a poco nos estamos acercando.

—Eso explica mucho. —Sonríe volviendo la mirada al cielo —. ¿Por qué tengo la impresión de que esa estrella me está viendo?

Sigo su mirada en el cielo, notando la primera estrella en brillar.

—Es la estrella de la heroína, tambien conocida como la Estrella de la Guía. —Me acomodo a su lado para mirar el firmamento que poco a poco se está llenando de estrellas —. Es la primera en salir y en brillar con más fuerza.

—Creo que el favoritismo de la luna es obvio. —Bromea haciendo que sonría, pero sus ojos no se despegan de la estrella —. ¿Los héroes siempre se quedan como estrellas?

—Claro que no. Karam, por ejemplo, es un zorro de las nieves que fue parte de un héroe hace miles de años. —Explico —. Lo importante es Saber que esos grandes talentos se usaran en el momento debido. Eso es lo que significa ser una estrella.

—Eso es aburrido. Tener que esperar mirando todo esperando el mal que sea necesario para salir a brillar. —Frunce el ceño inconforme, pero no contradice mis palabras —. ¿Dijiste que Karam es un zorros de la nieves? ¿Entonces nació en el continente congelado de Dinesu? —Expresa abriendo grande los ojos, llenos de curiosidad.

—¿Te gusta la historia? —Pregunto curioso, pero encantado al mismo tiempo, pues no todo el tiempo puedo ver su faceta infantil.

—Te he dicho que… —Suspira frustrada —… No importa. Me interesa conocer más a tu zorro. —Expresa con ojos brillantes.




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