—¿El número de colas decide tu tamaño? —Pregunta Yaira de forma curiosa, aunque se ve preocupada por lo que pasó Jurat.
—Tambien decide el tamaño del poder que libero y regula el dolor que Jurat puede soportar. —Explica Karam mientras se acerca a ella y pone su cabeza en el regazo—. El olor que desprendes es único.
—Gracias… creo. —Dice divertida mientras el zorro suelta un suave ronroneo porque ella no deja de acariciarlo —. Que pelaje tan suavecito. —Expresa acercando su cara al pelaje del animal y restriega contra él.
Karam está feliz de que ella haga eso debido a que indirectamente esto logra marcarla con el olor de él, y la combinación de ambos olores mesclados es lo que fascina al zorro. Yaira solo disfruta de la sensación del pelaje, relajándose hasta el punto de caer casi dormida por el melodioso ronroneo del zorro, y dejando que un sentimiento de seguridad la envuelva. El momento parece eterno y tranquilo. La paz que los envuelve se ve bendecida por la luz de la luna, lo que hace que el pelaje blanco del zorro se aclare más y parezca una pequeña montaña de nieve cálida que solo existe para la chica que lo abraza.
El momento se vuelve agradable para los dioses que los ven, al mismo tiempo que tampoco pierden de vista la pareja real que están en una cita disfrutando los mejores momentos antes de que lo peor llegue. Solo los dos dioses saben que se está acercando una tormenta que sacudirá las bases de la paz.
—El sello se romperá pronto. Por favor, perdónenme por no haber sido lo suficientemente fuerte. —Expresa Aluria, la heroína guía, con gran frustración.
—Tranquila, no es tu culpa. —Tranquiliza Lunaria con voz maternal mientras la ve con dulzura —. Esto es lo mejor que podemos hacer en el momento.
—La fuerza de mi poder es lo que lo ha mantenido controlado, pero… —Habla Solel observando el bosque prohibido, donde descansa el árbol del otoño eterno que mantiene encerrado al Ser de la Destrucción —. Solo podemos prepararnos y esperar que nuestro escogidos salgan triunfantes.
—Yo confío. —Dice Aluria mientras vuelve la vista a la heredera de su sangre a través de su hermana —. Ella no es solo Soberbia, es un cumulo de sorpresa.
—¿Hay alguna razón para haberle dado tu gema? —Pregunta Lunaria con una sonrisa tranquila.
—Yo creo que no es muy difícil de imaginar, pero si me gustaría escucharlo de ti. —Sonríe Solel mirando a la joven que una vez fue la heroína.
—Tengo la idea de que ella representa todo lo que alguna vez quise lograr. —Habla Aluria mientras sonríe observándola, hasta que su atención se enfoca en la pareja de jóvenes reales que están rodeados por personajes extraños —. Supongo que es momento de verla brillar.
Aunque el par se encuentra disfrutando de la compañía del otro, han estado vigilantes de sus alrededores, por lo que han decidido llegar a un lugar lo suficientemente apartado para que estos aparezcan frente a ellos y saber porque estaban siguiéndolos y con qué intención. Saben que es arriesgado porque están solos y no conocen la cantidad de enemigos, pero saben que pueden contar con la protección de la Sombra o el Fuego Azul de la pureza.
—Que buena velada hemos tenido hoy. —Dice Genevive mientras se aferra al brazo del lobo —. Comimos juntos, paseamos juntos, hablamos con la gente del pueblo, incluso encontramos detalles importantes para los proyectos por venir; todo ha salido tan perfecto que no quiero que termine esta noche.
—Yo tampoco, mi pequeña y dulce mate. —Dice Waldred mientras toma su mano con delicadeza —. He disfrutado tanto este día, que no perdonaré a nadie que se atreva a dañarlo.
Libera su poder de Alfa junto con su mate, ocasionando que los débiles que los seguía se desmayaran por no soportar la presión de ellos, pero dejando a sus miembros más fuertes a la vista. Waldred y Genevive se ponen alertas cuando estos dan un paso al frente. Inesperadamente se encuentran con un ser cuyo cabello rojo como la sangre, piel pálida y demacrada, junto con uñas negras y largas; deja claro que a quien tienen enfrente es un vampiro, y saben que no es uno cualquiera, pues se ha resistido perfectamente al poder de la pareja sin dejar de mostrar una sonrisa escalofriante y austera.
Mientras tanto, en el claro de la luna, debido a que Yaira sabía que el zorro bajaría su guardia, aprovecha de marcarlo con la Pereza para que no interfiera con los planes. De todos modos, Karam no se da cuenta de lo que pasa por estar demasiado cómodo en el regazo de la chica. Yaira quiere advertirle, pero le ha prometido a su padre quedarse al margen y mantenerlo a él al margen. No se siente cómoda al ignorar descaradamente el sentimiento de peligro que emana el lazo de la princesa, pero sabe que es necesario hacerlo.
Por el otro lado, el ambiente alrededor de los futuros gobernantes no es prometedor. Han esperado a sus refuerzos para luchar contra el vampiro frente a ellos, pero este no les ha dado tregua en ningún momento. En el mismo instante en que hicieron contacto visual, los atacó sin darles tiempo de siquiera defenderse dejándolos indefensos ante los ataques de Control de Sangre que los va debilitando a medida que pasa el tiempo. Incluso como lobo, Waldred no ha podido con la velocidad y experiencia de batalla del vampiro. Lo cierto es que debería tener cierta ventaja, pero este ser conoce muy bien como luchar y derrotarlo. Sabe que no puede perder o dejaría a Genevive en peligro, y aunque su ayuda es muy bien recibida, teme que algo le pase.
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Editado: 08.11.2024