Capítulo 3 - MIS PLANES

Mientras camino, sonrío y por increíble que parezca, mis nervios se van, se quedan en la fila. Tranquila respiro con fuerza preparándome para cantar. La presión que tenía hace unos minutos se esfuma dando paso a las ganas por pasar un buen rato, disfrutar del momento y olvidarme del objetivo de pasar.

Cojo el micrófono que se encuentra encima de un taburete y me coloco en la marca del suelo y miro al frente, hacía Noemí, para esperar una indicación que me diga que puedo empezar.

• ¡Vamos María! – me gritan de fondo y reconozco sus voces, sonrío por el gesto de ánimos y respiro para concentrarme.
• Adelante – me dice Noemí mirándome.

Pienso en la primera canción y la voz fluye, olvidándome de donde estoy y a quien tengo en frente.

• Desde el momento en el que te conocí. Resumiendo con prisas tiempo de silencio. Te juro que a nadie le he vuelto a decir. Que tenemos el record del mundo en querernos. Por eso esperaba con la carita empapada que llegaras con rosas, con mil rosas para mí. Porque ya sabes que me encantan esas cosas, que no importa si es muy tonto, soy así… - canto como si estuviera sola en mi habitación.
• Otra – me dice Noemí sacándome del mundo en el que me he metido. Asiento con la cabeza y pienso en mi segunda opción.
• Clock strikes upon the hour. And the sun begins to fade. Still enough time to figure out. How to chase my blues away. I’ve done alright up to now. It’s the light of day that shows me how. And when the night falls, loneliness calls. Oh, I wanna dance with somebody. I wanna feel the heat with somebody. Yeah, I wanna dance with somebody. With somebody who loves me… - canto la canción mientras me muevo por inercia, sintiendo la música en mi cabeza.
• Otra – me interrumpe Noemí y pienso rápidamente en otra canción.
• Todo lo que termina empieza en otra parte. Tal vez hoy nazca un ángel. Por el que ayer murió. No quiero entretenerte. Que la pena no revive. Lo que el tiempo ha destrozado. Corre y déjame llorar. Que sin pensarlo voy a partirme las alas. Voy a pisar el suelo. Andar por este mundo sin color. Se muere el ángel… - no puedo seguir cantando más cuando veo que Noemí se levanta con la pegatina en la mano.

Se acerca a mí sonriendo y me pega la pegatina en la sudadera que llevo puesta. Me abraza y yo no paro de sonréir. Todo el mundo aplaude y oigo los gritos de alegría de mis amigas que están en la valla.

• Muchas gracias – le digo como puedo porque aún no me lo puedo creer.
• A ti – me responde Noemí y se vuelve hacia su sitio.

Recojo mis cosas y me encamino hacia la salida, donde un chico de la organización me guía hasta unas mesas. Me siento en una silla y me tienden unos papeles, donde tengo que rellenar información sobre mí. Al terminar me piden el número de teléfono y me dicen que mañana es la siguiente fase, aquí en San Sebastián, que tengo que prepararme tres temas diferentes y llevar la música en un pendrive.

Aún estoy que no me lo creo, sigo en shock porque no pensé que me fuesen a escoger, entre tanta gente… Voy a salir de la zona del casting cuando un reportero con una cámara me interrumpe el camino.

• Hola, ¿podemos hacerte unas cuantas preguntas? – me pregunta el chico del micrófono.
• Claro – respondo algo nerviosa por tener que hablar delante de una cámara.
• ¿Cómo te sientes el haber pasado a la siguiente fase después de tantas horas de espera? – me pregunta el entrevistador.
• Pues la verdad es que no me lo esperaba, aún sigo un poco en shock, tengo que asimilarlo – explico sonriendo – estoy muy contenta de haber pasado, ahora descansaré un poco y me prepararé para mañana – termino por decir.
• Muchas felicidades por tu pase y mucha suerte para la siguiente fase – me dice el chico sonriendo.
• Muchas gracias – le respondo igualmente.

Voy hasta la salida y veo a las chicas a lo lejos, ellas se giran y me miran. Sonríen ampliamente y se acercan a mí corriendo. Yo también voy a hacia ellas corriendo, al encontrarnos me abrazan muy fuerte y comienzan a saltar, provocando que yo también lo haga.

• ¡Lo has conseguido! – me dice Ana emocionada mientras salta.
• ¿No ves cómo podías hacerlo? – me dice Andrea – eres increíble – sigue diciéndome.
• No lo habría hecho sin vosotras – les digo aún sin creerme lo que ha pasado.
• A ver déjame ver – me dice Andrea mientras se separan de mí – me gusta el número – me responde sonriendo.
• Sí va a ser un número especial, ya verás – dice ahora Ana para después volver abrazarme.

Al separarme vuelvo a mirar mi pegatina y sonrío. El 4920, ese será mi número y lo guardaré como un gran tesoro, ya que es el primer paso para quitarme todo ese miedo que tengo dentro.

• Mañana es la segunda parte del casting – les digo – habrá que volver a casa y ya después volver otra vez con el coche mañana – explico intentando solucionar el problema de vivir en otra ciudad.
• Por eso no te preocupes – me dice Ana – hemos reservado una habitación en un hotel para esta noche – me dice sonriendo.
• Pero… - digo como puedo alucinando.
• Somos previsoras – me dice Andrea – sabíamos que ibas a pasar a la siguiente fase, así que lo reservamos todo con anterioridad – me dice.
• Vaya… - digo y me pongo a reír – muchas gracias por confiar en mí aunque no creo que pase a la fase final, hay muchísima gente y son muy buenos – digo siendo totalmente realista – pero bueno está siendo una experiencia única – les digo y me inclino para abrazarlas – Por cierto – digo al separarme - ¿mañana qué ropa me voy a poner? No he traído absolutamente nada – expongo mi preocupación.
• No te preocupes por eso, podemos ir de tiendas ahora para desconectar y tenemos ropa nosotras que hemos traído en una pequeña bolsa – me dice Andrea mientras comenzamos a caminar saliendo de la zona del casting.
• Después cuando lleguemos al hotel nos ponemos manos a la obra para preparar los temas para mañana, descargar las bases musicales de las canciones en el ordenador que hemos traído y ensayas un poco, lo harás muy bien – me asegura Ana.