Trigésima Cuarta Pregunta: ¿Primer lugar?

Los primeros rayos del sol entraron por la ventana de la habitación de Lìān. Aquellos alcanzaron al antes mencionado a la cara y lo despertaron. Eso fue un tanto extraño, porque lo primero que el chico percibió después de la luz fue la calidez el cuerpo de Héngwǔ, pues se encontraba dormido plácido sobre su pecho desnudo, cosa que de buenas a primeras lo alteró un poco, pues se sentía un tanto raro de la situación.

Aun así, luego de unos segundos de pensarlo, el chico deslizó su mano lento por encima de la piel suave del matemático, acariciando todo lo que pudo hasta que se concentró sólo en escuchar su respiración y corazón, para luego sentir la mano del chico acariciarle el cabello.

—Zǎo’ān, dormilón —saludó Héngwǔ con una voz dulce a Lìān, quien levantó la cabeza para verlo un tanto extrañado y luego la regresó al pectoral del muchacho para acurrucarse más y provocar no solo una pequeña sonrisa de su invitado, sino también que lo abrazara fuerte con su brazo.

—Zǎo’ān, Héngwǔ —respondió apenado Lìān, para luego sonrojarse un poco—. ¿Descansaste?

—Bastante bien. Estaba muy cansado anoche. Nunca creí que esto fuera tan agotador y al mismo tiempo pasara de largo tan rápido —explicó el muchacho, vio la hora y se dio cuenta que ya se habían saltado dos clases—. Creo que nuestra calificación perfecta final se acaba de arruinar —explicó el matemático despreocupado, mientras que Lìān se veía un tanto más inquieto y serio.

—Tenemos derecho a una falta sin penalización de calificación. Podríamos faltar todo el día si quisiéramos —explicó el ingeniero, cosa que provocó al joven de cabello oscuro verlo a los ojos un tanto extrañado.

—¿Te gustaría hacerlo?

—¿O-otra vez? ¡No preguntes esas cosas! —Se quejó sonrojado Lìān al tratar de esconder su rostro en el abdomen de Héngwǔ.

—¡No! Me refiero a que si te gustaría faltar todo el día de hoy. —Propuso el matemático, cosa que provocó a Lìān esconderse de nuevo entre sus brazos y el cuerpo del chico.

—E-está bien… —susurró sin conseguir ver al invitado.

—¿Shénme?

—¡Duìde! ¡Vamos a faltar! —declaró el chico, algo que generó mucha felicidad a Héngwǔ, el cual abrazó y besó en la mejilla múltiples veces a su ahora aparente amante.

—¡Eres demasiado lindo, Lìān! Definitivamente me gustas más así —declaró el joven, cosa que a Lìān le hizo retirar su rostro sonrojado para ocultarlo.

—S-sigue sonando un poco raro, ¿no lo crees? —preguntó desconcertado el anfitrión, algo que sorprendió a Héngwǔ y le hizo poner una sonrisa frágil—. ¡Dije raro, no malo! ¡P-porque sí me gustas, y mucho, Héngwǔ! Es sólo que, se supone que éramos rivales… y ahora…

—Wǒ xǐhuān nǐ. 你想成为我的男朋友(Nǐ xiǎng chéngwéi wǒ de nán péngyǒu)[¿Quieres ser mi novio?] —Aquellas palabras dichas con mucha seriedad por parte de Héngwǔ no sólo sonrojaron y aceleraron el corazón de Lìān, sino que también lo hicieron en extremo feliz.

—Xiǎngde. —Luego de esa respuesta, Héngwǔ se acercó al joven confiado y le plantó un tierno beso en sus labios, cosa que lo llevó a empujarlo lento a la cama para quedar por encima de él y continuar haciendo el amor durante el resto de la mañana, o al menos ese era el plan, pues el estómago de Lìān rugió muy fuerte e hizo reír a Héngwǔ de momento, deteniéndose.

—¡Tengo mucha hambre! —Se quejó en forma de berrinche el anfitrión, cosa que le pareció linda a Héngwǔ.

—Me parece que tengo que cocinar para mi novio. —El chico besó la frente del alto y se puso de pie, desnudo, para dirigirse hasta la cocina.

—¡Al menos usa ropa interior! —gritó Lìān, avergonzado y muy feliz envuelto en las sábanas de su cama.

Por su parte, Nàojié preguntó a Hānáng por la ausencia de su amigo, al igual que éste preguntó a un conocido de matemáticas que lleva clase con Héngwǔ si había ido. Aquel le dijo que no, al mismo tiempo que respondió al ingeniero que no sabía lo que había ocurrido, aunque él estaba seguro de qué estaba pasando y estaba muy feliz por ello.

«Entonces los rivales terminaron enamorándose. Supongo que tenía que pasar tarde o temprano. Muy predecible para mi gusto», pensó el chico orgulloso de haberlo previsto desde hace ya tiempo atrás, mientras que, por otro lado, Xiāohuàn continuaba un tanto preocupado por todas las cosas que estaban pasando y como se sentía Lìān al respecto.

Estaba pensando en mandarle un mensaje, pero cuando lo iba a hacer, fue Cha Ha-Joon quien se le adelantó y le propuso salir como lo habían prometido con el siguiente mensaje: «Salgamos el primer día de la semana que viene. Podemos ir al mismo restaurante donde nos encontramos la otra vez».

Esas palabras pusieron muy feliz a Xiāohuàn, por lo que decidió ser paciente y ver cómo las cosas evolucionaban.

A la salida, todos fueron directo a casa, excepto Hānáng, quien decidió ir a tocar la puerta de Lìān, cosa que asustó a los chicos que estaban «viendo» la televisión, pues se estaban besando, y tan pronto escucharon el sonido de la puerta, se separaron asustados el uno del otro, para luego escuchar la voz de Hānáng.

—¡Dejen de jugar a los espadazos y ábranme! ¡Ya lo sé todo! —Al escuchar eso, Héngwǔ, estoico, se acomodó sus gafas y abrió la puerta con un rostro que daba miedo, pero la cara confiada y juguetona, además de malévola, de Hānáng palideció ante esto. —¡Ya se la metiste entonces! ¿Eh? ¡Guīmì shā!

—¡Xǔ Yǔxuān! ¡Con un carajo! —gritó Lìān sonrojado desde el otro lado de la sala.

—Relájate un poco y díganme exactamente qué es lo que van a hacer para explicar esto a los demás. Sobre todo, a Zhào Xiāohuàn —dijo el chico a la par que entraba a la habitación y Héngwǔ cerraba detrás la puerta, apenado.

—O-otra cosa… —mencionó el ingeniero con todas las fuerzas que pudo, porque la vergüenza estaba a punto de desmallarlo.

—¿Qué pasó?

—¿C-cómo sabes qué rol tuve en todo? —preguntó muy a penas el alto, cosa que hizo reír a Hānáng e hizo a Héngwǔ llevarse la mano a la frente por la decepción.