Capítulo 7: Quédate

Era temprano por la mañana, y yo estaba terminando de alistarme para ir a la escuela, cuando mi papá me llamó.

—¡Oye hijo, ¿podrías bajar un momento?, quiero decirte algo!

"Me pregunto ¿qué querrá mi papá ahora?, espero que no trate de engañarme para hacer sus quehaceres otra vez."

—¿Qué sucede? —pregunté bajando las escaleras— ¿De qué querías hablarme?

—Acabo de hablar por teléfono con nuestros vecinos, —comenzó a contar— y me dijeron que la pequeña Lily no se encuentra del todo bien. ¿Podrías llevarle los apuntes de hoy a su casa? Sus padres no quieren que se atrase en sus clases.

"Lily… ¿Está enferma? Aprovecharé la situación para preguntar por su salud a sus padres."

—Lo que me preocupa, —añadió mi padre— es que sus padres tienen una reunión muy importante en su trabajo a la que no pueden faltar. Lo que significa, que la pequeña Lily estará sola hasta la tarde. Ojalá pueda estar bien hasta entonces.

"No me agrada la idea de que Lily tenga que estar sola tanto tiempo, y menos en ese estado, pero no puedo faltar a la escuela para cuidarla, ambos nos atrasaríamos, y eso no nos conviene a ninguno."

"Supongo que no tengo más opción que esperar hasta el final de clases para ir a verla."

—Ya me voy papá. —dije corriendo hasta la puerta para salir.

—Bien hijo, ¡no olvides los apuntes!

—¡No lo haré!

Caminé hacia la escuela, esta vez, sin la compañía de Lily, pero a los cinco minutos de caminata me detuve.

"Hemos caminado juntos a la escuela desde el segundo día de clases, y ahora que voy solo… Se siente extraño, como una fuerte sensación de soledad."

—¡Hola Tomas, qué gusto encontrarte por aquí! —me saludó Alex en cuanto me vio— ¿Uh? ¿Dónde está Lily?

—Ella enfermó y tuvo que quedarse en casa. —respondí con la mirada puesta en la nada.

—Luces deprimido. —comentó Alex— No han estado separados más de un día, y ya la extrañas como si nunca la volvieras a ver.

—… No lo sé, es solo una extraña sensación de vacío, pero no quiero prestarle mucha atención.

—Es normal estar preocupado por alguien que te importa. —comentó Alex— Y llegados a este punto, solo tienes dos opciones, o continuas tu camino a la escuela, y esperas hasta el final del día para verla, soportando aquel vacío en tu corazón, o puedes faltar a clases e ir a cuidarla. Eres libre de elegir.

"No quiero seguir con esta horrible sensación que abunda en mi pecho… pero tampoco me gusta la idea de tener que faltar a clases… ¡¿Qué debo decidir?!"

—¿Qué es más importante para ti? —preguntó Alex.

—¿Qué…?

—Dije, ¿"quién" es más importante para ti?

—¿Quién…? La persona que más me importa ahora es…

"Alex tiene razón. No pienso dejar a Lily sola en este momento, y si lo intento sé que mi conciencia no me dejará tranquilo el resto del día."

—¿Y bien?

—¡Al diablo con la escuela! —dije alzando la voz— ¡Iré a ver a Lily ahora mismo!

—Me alegra ver que tomaste la decisión correcta. —comentó Alex mientras comenzaba a alejarse— Solo ve con ella. Leo y yo te cubriremos la espalda.

—¡Gracias Alex!, ¡nos vemos! —me despedí regresando por donde vine.

………

……

…

Corrí hacia la casa de Lily lo más rápido que mis piernas me permitieron llegar. De hecho no recordaba haber corrido tan rápido a ningún lugar en toda mi vida.

Una vez llegué a su casa, me di cuenta de un "pequeño" detalle que había olvidado por completo.

—¿Cómo haré para entrar?

"¡Rayos!, no había pensado en ello. Sus padres no están, y Lily ha de estar descansando en su cama, llegué a un callejón sin salida."

Un pequeño destello de luz guió mis ojos hacia el suelo, exactamente hacia una maceta a un lado de la puerta.

—No creo que ellos… —dije moviendo la maceta a un lado.

"Rayos, si fueron capaces, no creí que enserio habían personas que dejaban sus llaves en macetas o bajo el tapete de bienvenida… El simple hecho de hacerlo es un descuido y pone en riesgo tu seguridad."

"¿Quién soy yo para decir eso?, literalmente estoy a punto de usar esta llave para entrar sin permiso a la casa de mis vecinos. Bueno… 'al mal paso darle prisa', entraré, pero me llevaré esta llave conmigo. No me arriesgaré a que se meta alguien más."

Abrí la puerta y guardé la llave en el bolsillo de mi pantalón.

—He venido a esta casa tantas veces que ya conozco la ubicación de todas las habitaciones. —dije para mi mismo paseando mi vista por el lugar— Primero iré a ver a Lily a su habitación, lo más probable es que esté dormida, pero igualmente quiero estar seguro.

Subí las escaleras y me dirigí a la habitación de Lily.

—Lily, ¿estás bien? Soy Tomas. —dije susurrando mientras golpeaba la puerta suavemente.

Abrí la puerta con cuidado de no despertarla, y efectivamente, Lily estaba dormida.

—Parece estar bien, mejor salgo para que descanse tranquila. —dije susurrando.

"Hmm… Quizás si le preparo algo ligero para comer se ponga mejor. Está dormida así que tengo tiempo suficiente para hacer algo."

Bajé hasta la cocina, y me puse un delantal blanco que encontré.

"En estos momentos me alegra haber recibido clases de cocina de mi madre, y no de mi papá, a él siempre se le quemaba o le salía muy salado."

—¿Qué debería preparar…? —pregunté mirando por todo el lugar.

"¿Uh? Parece que dejaron algo en la cocina, me pregunto qué será… ¡Oh, bien! Es sopa caliente, perfecta para resfriados, dolores de estómago, entre muchas cosas más. Bien pensado mamá de Lily."

—La comida ya está lista, y Lily aún está durmiendo, parece estar todo en paz. Y ahora… ¿Qué debería hacer yo?

"Sin nada que hacer solo parezco alguien que irrumpió en una casa extraña. Casi me siento un ladrón."

"Quizás sí debí haber ido a la escuela, aunque la culpa por haberlo hecho no me hubiera dejado tranquilo. Pero Alex tiene razón 'es normal estar preocupado por alguien que te importa', además, ya tomé mi decisión, no puedo arrepentirme ahora, quizás solo me siente en la sala a esperar a que ella despierte. Si, eso haré."