Capítulo 6: El festival navideño parte 1

—El destino me odia… —murmuré para mí mismo lamentándome.

Muy bien, creo que empezamos con demasiado drama, volvamos un poco en el tiempo.

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Han pasado unos días desde que la policía llamó a mi casa para informarme sobre la recompensa, y para mi mala suerte, hubieron muchos factores que pasé por alto.

Yo quise evitar que esta noticia se hiciera pública, más que nada por el bien de mi vida pacífica.

Pero cuando intenté convencer a todos de hacerlo, ya era demasiado tarde.

En su momento depresivo, mi papá llamó a un amigo al azar y le contó todo lo sucedido y los motivos de su tristeza, no había ningún problema.

Pero jamás imaginé, que aquel amigo sería justamente un editor de un periódico local, y mi papá le estaba dando una exclusiva, lo que obviamente terminó en primera plana de aquel periódico.

Mi mamá no fue diferente.

Pensé que lo decía en broma, pero sí llamó a todas sus amigas para contarles la noticia.

Y entre esas amigas, había un grupo al que le resultaba muy difícil guardar los secretos. Así que, ellas se lo dijeron a sus amigas, y esas amigas a otras amigas, y esas otras amigas a muchas otras, y así sucesivamente.

Lily solo se lo contó a sus padres, no hubo ningún daño en eso. O al menos eso pensé.

Resulta, que la prima de mi "querida suegrita",osea la tía de Lily, es conductora de un noticiero muy popular que se transmite a nivel nacional e internacional.

Y a mi "querida suegrita", no se le ocurrió mejor idea que contarle todo a ella.

En fin, así fue como sucedió, y para mi mala suerte, aún tenía que ir a la escuela.

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En la escuela también hubo problemas.

Mi número de fans aumentó drásticamente otra vez. Aunque muchos de ellos siguen en sus respectivos clubes, cerca del 70% de la escuela se ha vuelto un seguidor mío.

Me han invitado a muchos lugares, ya sea para conocernos o para divertirnos, pero me vi en la necesidad de rechazar todas sus peticiones, principalmente porque me sentía incómodo rodeado de tantos extraños.

El club de periodismo también me persiguió queriendo hacerme una entrevista, pero gracias a los trucos de Álex, fui capaz de ocultarme.

Cuando las multitudes son demasiadas, ahí aparece Leo quien los pone a raya con una sola mirada. Ese tipo es el guardaespaldas perfecto.

Y así continuaron por varios días.

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Todo el alumnado hizo una votación sin mi consentimiento acerca de "¿Qué debe hacer Tomas en el festival navideño?"

Hubieron muchas propuestas normales como: "Que de un discurso", "Que recite un poema", o "Que cante el himno de la escuela frente a todos".

Y también hubieron propuestas bastante exageradas: "Que postule para presidente", "Que sea la nueva estrella en el proyecto de teatro", y también "Que narre sus 'heroicas historias de batalla y superación' frente a todos los presentes".

Obviamente no haría eso último.

Pensando que nada podría ser peor en esas votaciones, me faltaban ver las bizarras y crueles.

Estas fueron las siguientes:

「Quiero verlo hacer un baile sexy」

"Ni muerto."

「¡Quiero que me ame, me embarace y me abandone! (Esto lo escribió un chico)」

"Espero que esto sea una broma. Por favor, Dios, que sea una broma"

「Quiero que me enseñe a hacer pipi de pie, la taza siempre está fría (esto sí lo escribio una chica)」

"Ni siquiera me voy a esforzar en responder a esto."

「Quiero que aleje sus pervertidas manos de mi amiga. Sucio.」

"Tengo el presentimiento de que Alicia escribió esto. ¿Cuándo va a entender que no hicimos nada?"

Bien, la lista continuó y continuó, pero no les mostraré las propuestas turbias. Solo diré que incluían látigos, esposas y… la filmación de cierto video.

"¿Quién demonios fue el fetichista que escribió esto?"

*Nota: Creo que todos sabemos quien es esa fetichista. ¿Será que Tomas algún día la conocerá?*

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Luego de eso, las votaciones quedaron en que yo fuera el centro en la gran escultura navideña hecha por la escuela.

¿Qué significa esto? Se estarán preguntando.

La escuela hizo un trabajo en conjunto donde crearon un altar navideño lleno de luces, adornos, animales y personas falsas, entre otras cosas.

Pero la misión que todos decidieron, fue que yo me parara en medio de todo, con un disfraz de Santa, una nariz roja y unos cuernos de reno.

Obviamente intenté negarme y huir, pero a Lily y al resto de nuestro grupo les pareció una idea tan divertida, que decidieron someterme y me disfrazaron a la fuerza.

Fue un cuatro contra uno. Hubieran sido cinco, pero Érika no se metió.

La única que parecía realmente disfrutar de esta humillación era Alicia. Incluso comenzó a decir comentarios dolorosos cada vez que me hacían algo.

Me vestían de rojo.

—Jeje, pareces un adorno.

Me pusieron la nariz roja.

—Que horrible resfrío. ¿Por qué no vas con mami para que te cuide?

Lily me puso el sombrero con cuernos de reno.

—Parece que Lily te puso los cuernos. Jiji, tratándose de ti, supongo que era cuestión de tiempo.

"Auch, eso último sí me dolió."

Leo procedió a levantarme por encima de su cabeza, y me llevó caminando hacia el altar navideño dejándome sentado sobre un pequeño trineo lleno de luces.

Todos los presentes me miraron como a un trofeo, mientras que otros me tomaban una foto tras otra sin detenerse.

Era obvio que esto pasaría. El altar navideño fue construido en medio del patio, todo el mundo puede verme desde donde sea.

Y así es como volvemos al presente.

—El destino me odia… —murmuré para mí mismo lamentándome.

Y de esta forma, es como da comienzo el festival navideño.

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Sala del consejo estudiantil - Unas horas antes