Su mirada es tan persistente que siento que me va a dar indigestión. Su voz si que es grave y muy varonil.
- Entonces dime para qué me invitaste estoy seguro de que ni siquiera recuerdas mi nombre.
Tranquila Amanda, que no se de cuenta de que estas muerta de miedo.
- Es verdad y es por eso que estoy aquí para hacer las cosas bien y conocernos mejor.
- ¿Porque exactamente?
Lo ignoro por completo antes de perder el flujo de mi presentación.
- Mi nombre es Amanda Toledo, acabo de cumplir 24 hoy día y anoche que te conocí estaba celebrando justamente este día especial para mí en el que nací. Ya sabes... Estoy trabajando en una empresa de desarrollo que es de mi abuela, en un puesto común y corriente la verdad nada extravagante. No soy vicepresidenta ni nada por el estilo, soy tranquila, la verdad no suelo beber como sucedió en esta ocasión en la que te conocí. Soy hogareña, soy limpia..
- Espera espera un segundo. ¿Qué estás haciendo exactamente?
- Me estoy presentando contigo así que dime cuál es tu nombre, edad. De que trabajas, cuáles son tus gustos, tus pasatiempos. Qué cosa te disgusta.
- Discúlpame un segundo, pero no estoy entendiendo absolutamente nada de lo que está pasando aquí. Ahora, contigo.
Aprieto la servilleta bajo mi mano muy nerviosa. La verdad yo tampoco entiendo que fue todo eso que dije así que viéndome entre la espada y la pared respiro hondo y suelto la bomba y que sea lo que tenga que ser.
- ¿Te quieres casar conmigo?
- Que acabas de decir.
- ¿Quieres que me arrodille? La verdad no traigo una sortija, pero puedo hacerlo. No me importa que me vean.
- Amanda por favor respira un segundo y explícame mejor que es todo esto. ¿Acaso es una broma, hay cámaras escondidas?
El mesero llega justo en el momento menos oportuno y nos da un postre de pareja. - Felicidades, acabamos de escuchar que es una propuesta de matrimonio y la casa les invita este delicioso postre para celebrar su felicidad.
Si antes ya estaba arruinada esta es la cereza del pastel. Él se ve demasiado enojado y yo la verdad ya no sé qué estoy haciendo.
-tTe pido disculpas por todo esto, pero de verdad necesito pedirte un favor enorme.
- ¿Esta vez estás dispuesta a hablarme con la verdad?. Qué es todo esto que está pasando.
- La verdad es que necesito un esposo. Yo le acabo de mentir a mi abuela que ya tenía uno y ella está esperando que se lo presente esta noche.
- ¿Acaso no tienes a nadie? Un amigo, un colega no sé.. ¿Por qué tengo que ser yo justamente?
-Es que no conozco a nadie.. Eres la primer persona a la que beso en mucho tiempo. De hecho mi primer beso fue cuando tenía 12 años y después nunca más nadie quiso hacerlo hasta anoche en que me besaste.
De seguro estoy sumamente roja por la vergüenza que acabo de pasar. Solo a mí se me ocurre confesar algo tan vergonzoso como el hecho de que nadie me quiere besar.
Agacho la cabeza acabada y mientras tomo mi bolso me despido. - Lamento mucho todo esto, no te preocupes por la comida yo la pago.
Antes de irme escucho su voz nuevamente.
- Mi nombre es Iker Altamira, tengo 29 años y para tu suerte estoy soltero.
Abro los ojos grande como dos platos al escuchar esas benditas palabras que me salvan el pellejo. Vuelvo a tomar asiento rápidamente frente a el.
- Sé que esto es una locura no soy tan tonta como para no darme cuenta de lo que te estoy proponiendo, pero de verdad me estarías haciendo un gran favor si dices que si.
- Entonces dime de qué se trata todo esto, al menos merezco saber un poco de cómo será la trama de nuestra relación.
#1799 en Otros
#520 en Humor
#4990 en Novela romántica
rom howney, romace comedia drama, amor después del matrinonio
Editado: 16.09.2025