29 - Valery

"Te llaman muerte y eres vida"

Salí a toda velocidad de los terrenos de Bechet, sin perder tiempo, y me dirigí al punto de encuentro de la carrera de hoy. Afortunadamente, había tomado algo de dinero y Xavier tenía algo más de las carreras anteriores.

Conduje a la máxima velocidad, apretando los puños mientras sentía cómo la moto rugía bajo mí. La dirección estaba clara: el puente *****, donde tendría lugar la carrera de esa noche. Xavier me había avisado que la Parca había solicitado una carrera exclusiva contra mí.

Eso me caía como anillo al dedo: solo él y yo, menos gente en la carretera y una mayor oportunidad de poner a prueba mi velocidad.

Llegué rápidamente y estacioné cerca del bullicio de la multitud que me esperaba. Aunque aún era temprano, todos se reunían con antelación para estas carreras exclusivas. Me quité el casco y lo guardé en la moto, luego saqué mi teléfono. Un vistazo rápido me mostró tres mensajes de Adeus.

Adeus:
Me entristecí cuando no te vi a mi lado esta mañana, Princesa.
(08:23 am)

Adeus:
Tenía tantas ganas de verte despertar en mi pecho. Mi hermano me avisó que te fuiste temprano porque tenías que hacer algo... o yo qué sé...
(08:43 am)

Adeus:
Solo espero que puedas solucionar ese algo...
(08:45 am)

Adeus:
Princesa, te amo, nos vemos después...
(08:50 am)

Adeus:
Espero que tus caderas estén bien...
(08:51 am)

Adeus:
Lamento si fui rudo contigo...
(08:52 am)

Leí los mensajes y una sonrisa se dibujó en mi rostro, un toque de ternura entre tanta tensión. Le respondí rápidamente:

Valery:
Estoy bien, cuando termine lo que estoy haciendo te marco...
(09:25 am)

Valery:
No creo poder responderte ahora...
(09:25 am)

Valery:
Yo también te amo, puberto.
(09:25 am)

Guardé el teléfono y me dirigí hacia donde estaba Xavier, que ya me esperaba con una sonrisa. Le entregué mi casco a su novia, y él me guiñó un ojo.

—Bueno, ya saben las reglas de las carreras matutinas— empezó Xavier con voz firme. —La carrera consiste en correr todo el camino bajo el puente, luego subir por el camino circular de peatones, cruzarlo y bajar por la cuesta de discapacitados para regresar aquí. Que gane el mejor corredor.— Me guiñó un ojo nuevamente y me hizo reír.

Esta carrera era complicada, especialmente por la subida al puente. Una subida plana que consistía en tres vueltas hasta la cima, y al llegar arriba había una especie de puerta para adentrarse de nuevo al camino. La bajada era aún peor: una cuesta empinada y estrecha que casi parecía imposible de cruzar con una moto. Pero, a pesar de lo difícil que parecía, ya habían realizado varias carreras aquí y no era tan complicado si sabías lo que hacías. Claro, yo no tenía experiencia en este tipo de pista, pero francamente, eso no me importaba ni un poco.

"Sé lo que hago, lo que no tengo es experiencia", pensé con una sonrisa desafiante. "Será la primera vez que paso por esta pista, pero me importa un reverendo cacahuate."

Asentí hacia Xavier e ignoré la mano extendida de la Parca. Me dirigí a mi moto, dejándome el casco con su novia y subí rápidamente al vehículo. Mi objetivo estaba claro: ganar. No iba a dejar que esta oportunidad se me escapara.

Me acerqué a la línea de salida, que al mismo tiempo era la línea de meta, sentía la ansiedad en mi pecho mientras el motor de mi moto rugía con fuerza. La Parca se subió a su moto azul y se posicionó junto a la línea, preparándose para la carrera.

La chica levantó la bandera blanca, y me preparé para lo que se venía. Mi motor retumbaba bajo mí mientras sostenía con un pie la moto para mantener el equilibrio y evitar irme de lado.

La chica nos miraba en silencio, los rugidos de los motores sonaban y la vibración de mi bajo bajo de mi empezó a apaciguar mi cabeza ruidosa, instantes después, el agitar del pañuelo, dio inicio a la carrera.

Sin dudarlo, apreté el acelerador con fuerza, y la moto salió disparada hacia adelante, dejando atrás toda la multitud y convirtiéndome en un bólido entre las sombras del puente. Solo quedaba concentrarme en ganar.