Capítulo 42

10 de abril 2023

—¡Anwen, no te olvides de llevarle la corona de flores que le hiciste a Matías! —grita Carol desde la cocina.

—Oh, ¡gracias por recordármelo! —grito para que me oiga mientras guardo mi celular en mi bolso—, si no fuera por ti ni siquiera lo hubiese hecho.

—Lo sé ¿qué harías sin tu mejor amiga? —suelta una carcajada y viene hacia mí, lleva un traje.

—¿Por qué tan elegante? ¿Iras a reunirte con ese importante político?

—¿Te imaginas si obtenemos ese contrato? Podremos encargarnos de hacer los pasteles para sus eventos.

Sonrío, nuestra pastelería estaba creciendo cada día más.

—Señorita, podría darme una rebanada de tres leches —entra un cliente.

Carol, llama a uno de los empleados.

—¿Nos vamos?

Asiento.

—Detente —me extiende una bolsa de cupcakes y la corona de flores.

—Cierto, debo llevar esto —rio avergonzada.

—Pobre de tu novio, seria vergonzoso que no llegaras con nada.

—Lo sé, Matías a sido amable conmigo.

—Un novio no busca que lo llames amable, un novio busca que le digas ardiente sexi, etc —ríe a carcajadas—. Recuerda que por la noche tenemos la recepción de una boda, llega temprano, no te quedes haciendo travesuras —suelta una risita y se va en su auto.

Me subo al mío y voy hacia el parque donde se supone que mi novio yo nos encontraríamos.

—Llevo esperando más de media hora —dice Matias molesto, en una mano lleva la corona que se supone debe de darme.

—Lo siento, en serio, estuve ocupada.

—Lo nuestro no va para ningún lado —me extiende la corona de flores, la recibo—, te ame, pero veo que de tu parte no hay colaboración. Creo que eso es todo.

—Yo…

—No, no es necesario que lo digas, sé que estabas enamorada de alguien más y aun así lo intente, pero no logre sacarlo de tu corazón.

—No estoy enamorada de alguien más.

—No intentes negarlo —dice y va.

Matías se aleja.

Veo la corona de flores en mi mano. ¿Por qué no me duele que rompa conmigo?

¿Sigo enamorada de él después de tanto tiempo? ¿Eso es cierto?

Me subo a mi auto, ese día es especial porque mucha gente esperando la mejoría en la salud de Andrew le llevaba coronas de flores y las dejaban en el parque que hay frente al palacio o se sientan ahí a hacerlas con las hojas que caían de los árboles.

—Mamá, hoy llegare tarde, había olvidado que tenía que llevar el pastel a la boda de los Dubois. Te traeré pastel —dejo el mensaje en su casilla de voz, supongo que ha de estar con uno de sus pequeños alumnos de piano.

Sonrío, su vida es el piano y ahora lo llevaba a cabo feliz, enseñando a esos pequeños

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Como me lo imaginaba el parque está repleto de personas haciendo sus coronas y otros dejan las coronas frente al palacio.

Cruzo uno de las calles

—¡Señorita, muévase!, el rey se acerca —me empuja un guardia haciendo que caiga.

—¡Oiga tenga más cuidado! la calle es libre para que camine, no me importa si el mismísimo rey…

Holder.

Mis pies mueven rápido, un cordón de seguridad se forma alrededor de la calle.

La gente se pone de pie para ver pasar a su monarca.

Felizmente tengo el flequillo que me hará cubrir mi rostro.

Un auto pasa frente a mí y lo veo: saluda a las personas con una sonrisa alegre, pasa tan rápido, y con solo eso revive dentro de mí lo que creí ya muerto.

El auto se detiene cuando está dentro del palacio y detrás de las rejas, Holder desciende lleva una corona de flores en la cabeza.

El señor Baan se apresura a abrir la otra puerta, de la que desciende una chica pelirroja, esta lleva una corona de flores en su cabeza y se cuelga del brazo de Holder, él sonríe y ellos saludan a las cámaras.

—¿Majestad, la señorita Evans es oficialmente su novia?

—¿Usted le dio esa corona?

Ambos se limitan a sonreír.

Mi corazón se emociona con solo verlo, pero casi puedo oír como se rompe cuando veo que ambos entran en el palacio.

Él está feliz y ella parece tan radiante.

Ya me a olvidado.

¿Porque te duele? ¿Eso querías no?

Me acerco a uno de los árboles.

Saco la corona de flores que e hecho e intento colgarla en una de sus ramas, me pongo de puntitas para dejarla.

—Para los dos chicos que más e querido en mi vida, para con los que nunca más poder tener cerca.