XII. Amor en el Aire.

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El príncipe Blake fue sancionado por su comportamiento.

Blake ¿Qué te he dicho sobre hacer que la luna salga temprano? El rey Tadeo está muy molesto por ese eclipse, perdió algo muy valioso – lo reprendió su padre.

Lo lamento padres, pero Zoe quería ver las estrellas – se excusó el príncipe.

Blake ella apenas está aprendiendo a hablar, no la pongas como excusa, iras conmigo a Tormenta y solucionaremos esto no queremos que el reino de Noche sea tachado de traidor en esta alianza – decreto su padre.

Por supuesto que no padre ¿Cuándo iremos a Tormenta? – pregunto el príncipe de Luna con cierta pesadez en la voz pues no estaba precisamente de humor para sus clases de diplomacia, pero al menos eso evitaría que siguiera pensando en esos intensos ojos azules que no querían salir de su mente.

Hoy mismo estaremos en el reino de Tormenta, antes del anochecer – declaro el rey – te quiero vestido de manera presentable para entonces y no olvides…

Ponerme el emblema de nuestro reino, lo se padre – el rey le respondió con una pequeña sonrisa de orgullo antes de salir de la habitación de su hijo, Blake se apresuró a vestirse sin ayuda de algún mayordomo como la familia real acostumbraba pues se sentía realmente inútil al pedir ayuda para tan solo ponerse una camisa. A la hora acordada él ya estaba listo y junto con su padre viajaron hasta el reino de Tormenta apareciendo justo en el salón del trono.

Por el relámpago Frederick, acaso no te enseñaron a usar la puerta – decía con una sonrisa socarrona el rey de Tormenta.

Tadeo es un gusto verte amigo – saludo el rey de Noche con un apretón de manos.

Rey Tadeo un gusto volver a verlo – saludo Blake con una leve reverencia sin moverse de su lugar.

Tu muchacho es muy serio, idéntico a ti a su edad – comento el rey de Tormenta al padre de Blake.

Creo que lo he criado bien, pero retomando el tema de esta reunión – miro a Blake – hijo tienes algo que decirle al rey Tadeo – el príncipe enderezo los hombros y se puso rígido, si acaso se podía más, aclaro la garganta y recito su discurso tal y como lo había practicado.

Lamento mucho lo del eclipse, no tenía ni idea de que afectaría de algún modo a otro reino aliado, en especial al reino de Tormenta, si tiene alguna sanción estoy dispuesto a aceptarla y si solicita mi ayuda para encontrar aquello que perdió durante el eclipse sería un placer ayudarlo – recito el príncipe de Noche.

Muy amable de tu parte Blake, por supuesto que no consideraría a Noche traidor en ningún momento, ni dudaría de su confianza, sin embargo si podrías hacerme un pequeño favor, veras mi pequeña hija la princesa Malory, imagino que la recuerdas – Blake asintió con la cabeza dándole la razón – está practicando baile de salón, ya sabes dado que su hermano Flash está inhabilitado, ella heredara el trono y nadie quiere a una reina que no sepa bailar, te importaría ser su pareja, solo sería esta tarde – pidió el rey Tadeo.

Será un placer – respondió Blake con el tono de voz que tenía más que ensayado.

Perfecto – dijo el rey con una sonrisa – ahora mismo se encuentra en el salón con mi pequeña Susan, estoy seguro de que les encantara verte – le hizo una señal a uno de los guardias para que se acercara – por favor escolta al joven príncipe al salón de baile – una vez dicho eso el guardia le indico que lo siguiera y así lo hizo.

Blake camino por los largos pasillos de Tormenta al lado del guardia que se le había asignado sumidos en un completo silencio hasta que ese agudo grito lo interrumpió.

¡Blake! – grito una voz femenina y antes de que pudiese reaccionar la princesa Malory bajaba a toda velocidad la larga escalera hasta llegar a su encuentro, con su niñera detrás de ella.

Alteza no debe correr así, trae tacones y apenas está aprendiendo a usarlos – grito su nana detrás de ella.

¿cree que debería anunciarla? – le pregunto el guardia algo inseguro.

Sospecho que ella dará su propia presentación – le respondió Blake – le importaría sostener esto – pidió el príncipe mientras le entregaba su corona – cuídela un momento.

Por supuesto – respondió el guardia y en un abrir y cerrar de ojos Blake se deshizo en oscuridad para reaparecer al lado de Malory justo a tiempo para evitar que cayera al suelo.

Una princesa no debería correr así – dijo Blake.

Una princesa puede correr así siempre que sepa que alguien estará ahí para evitar que se caiga – le contesto Malory con una sonrisa mientras se recomponía y se arrojaba a los brazos de Blake – me da gusto que estés aquí.

También me alegra verte Malory – respondió Blake con una sonrisa forzada.

Alteza ¿se encuentra bien? – pregunto su nana sumamente preocupada.

Desde luego que estoy bien Nana, ya puedes retirarte, estaré con Blake en el salón de baile – sin preguntar más la mujer hizo una pequeña reverencia mientras volvía a subir las escaleras.

Príncipe Blake un gusto verlo – dijo una voz femenina captando la atención del chico, era la princesa Susan, la hija menos de solo diez años quien sin duda era mucho más reservada que su hermana mayor, ambas hermanas eran como el agua y el aceite a Malory le encantaba llamar la atención era de piel tostada, cabello negro con pequeños mechones lilas al igual que su madre, pero Susan era de piel pálida, cabello dorado y la personificación de una princesa perfectamente educada.

Igualmente es un gusto volver a verla princesa Susan – contesto Blake.

Basta de etiqueta Susan, por los relámpagos es Blake el odia todas esas formalidades – el príncipe de Noche estaba por replicar, pero Malory no se lo permitió – vamos Blake ya es tarde – se en gancho del brazo del joven mientras caminaban por los pasillos de Tormenta con Susan detrás de ellos, escuchando parlotear a Malory.

Su visita a Tormenta se le hizo excesivamente larga, sobre todo las clases de baile de salón ´´Malory tiene dos pies izquierdos´´ pensaba Blake; pero al menos le había servido para sacarse de la cabeza a esa castaña de ojos azules o sirvió hasta que Malory volvió a abrir su boca.