profundos relatos

capitulo 4

Si has agachado la cabeza y las manos taparon tu cara, si la frustración dispara y te escucha el Diablo.
Si has cortado maleza avanzando notando arcadas.
Si la tentación te ampara, sabes de que hablo.
El látigo eterno, el ruido, la prisa, el informe
Las cimas enormes del hombre moderno y deforme.
Enfermo y demente no soy diferente, lo intento
Mi correa es un tic tac me agita por dentro
Sé que corro, me ganan. La boca reseca y jaqueca.
Mi mueca temprana sin ganas y el alma tan hueca.
Lo siento, pidiendo disculpas no hay tiempo.
Ni vivo ni muerto, yo sólo obedezco al sargento.
Y danza la vida, la esperanza hundida como el Nautilus,
La muerte avanza si os alcanza rendiros.
Caminos circulares, montañas y mares perdidos y en todos los lugares hay un virus.
Os pido, dejar de ser hienas, ser como delfines.
No cometer el crimen de no hacer lo que un día quisimos.
Tú jamás asesines a seres queridos y el niño que que siempre habías sido con esos olvidos.
Decido, ser libre un instante, sangrar mis derrotas y errores, ser mil supernovas que explotan, ver brotar mis flores.
Ser una gaviota en el mar, un sueño en su árbol, el tiempo se agota por eso solo importa amarnos.
Y así reanimar el silencio que otros dejaron, el mundo es de aquellos alumnos que nunca encajaron.
Que no esperaron dentro de un salón anclado al recuerdo.
Que no fueron siervos de un sueldo y se revelaron.
Hoy quiero nadar dónde cubra si el cielo se nubla, no dejaré que mi propio miedo me descubra.
Ahora quiero salir y vivir sin temor, sin humo.
Empezar a correr a ese lugar que no es ninguno y ser libre...

Compositores: Ignacio Fornes Olmo / elena iturrieta



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En el texto hay: frases, profundo, capitulos

Editado: 29.06.2019

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