Prohibido

Conexión

No sé cómo empezar este libro, un libro que cuente mi historia, mi vida. No quiero con esto sentirme egocéntrico o un engreído, es solo que quiero que muchos lean y entiendan que cuando el amor a Dios y a una persona se ven sometidos a prueba, pueden derrumbar ciudades enteras, e incluso, quitar vidas.

Me llamo Nathan Park, vivo en Nueva York, una ciudad grande y bonita de Estados Unidos, vivo con mis padres y mi hermana en una cómoda casa, somos una familia típica, mi padre es Diseñador de Interiores, tiene su propia empresa, una empresa pequeña y familiar, mi madre es la administradora, mi hermana es, junto a dos amigas las encargadas de comprar el material, los uniformes y todo lo que tiene que ver con la publicidad, yo, al igual que mi papá y cuatro amigos mas, representamos a los obreros, si, somos los que transformamos los espacios de los exigentes clientes. Nos va bien, hemos tenido la oportunidad de expandirnos y ser una gran empresa, no solo en Nueva York, sino en todo el país, pero, se nos ha inculcado desde pequeños a no tener metas materialistas, sino, metas espirituales, sí, somos testigos de Jehová.

Desde que tengo memorias estoy en esta religión, mis amigos son testigos de Jehová y mucha de mi familia también, todo lo que hacemos lo hacemos basándonos en principios bíblicos, de esa manera tenemos una vida de familia feliz y una conciencia tranquila ante Dios, así que no decimos malas palabras, tratamos de llevárnosla bien con cuanta personas podamos, no celebramos festividades paganas como, cumpleaños, pascua, carnaval, navidad, holloween y muchas otras, lo único que recordamos cada año es la Cena del Señor, ya que es lo único que según la biblia debemos conmemorar una vez al año, claro, eso no quiere decir que los Testigos sean aburridos, de vez en cuando hay hermanos que realizan reuniones donde se coloca música, hay comida y bebidas, se reparten regalos y se pasa muy bien, además de que dos veces por semana tenemos nuestras reuniones bíblicas en lugares de adoración llamados Salones del Reino, siempre se comparte entre amigos Testigos de otras congregaciones, todo con los Testigos es bueno, uno se siente diferente. En el buen sentido de la palabra "diferente".

Me bauticé cuando tenía catorce años; bautizarse es cuando dedicas tu vida y recursos a Dios, tus amigos, tu esposa o esposo, deben ser a partir de ese momento, testigos de Jehová o de lo contrario te meterás en problemas, no puedes tener pensamientos que vayan encontra de lo que dice la Biblia, algo que me pasa a mí. Soy buen Testigo, me gusta predicar, dar cursos bíblicos, todo de los Testigos me gusta demasiado y lo más importante es que respeto, valoro y amo a mi Dios Jehová, sin él sería nada. Pero traigo conmigo un pecado que cala mis huesos, "una espina en la carne", como decía el apóstol Pablo.

Cuando yo era un niño de once años, unos hermanos nos visitaron; un matrimonio y su hijo de catorce años, él se llamaba Jacob, durante esa semana que nos visitaron algo pasó entre Jacob y yo, mi primer beso... fue con él, desde entonces no lo he podido olvidar, por más que lo intento no lo saco de mi mente y de por sí, eso ya es pecado, los actos homosexuales son una aberración y están estrictamente prohibidos en esta religión, se puede sentir la atracción hacia el mismo sexo, eso es aceptable en silencio, lo que no es aceptable es cometer el acto sexual con los de el mismo sexo, de hacerlo sería expulsado, o sea, sacado de los Testigos, y nadie me hablará, me tratará, perderé todo, porque todo lo he formado en el circulo de los Testigos, claro, te dan la oportunidad de arrepentirte sinceramente del pecado y vuelves a los Testigos como antes, como si nada hubiera pasado. Desde que besé a Jacob hace ya nueve años, he visto a los chicos de otra manera, y ese es mi martirio día y noche, y solo está comenzando. Mi vida era rutinaria, todas las mañanas después de ducharme y vestirme, bajaba al comedor donde ya se encontraba mi mamá junto a mi hermana Hilary sirviendo el desayuno, después todos nos sentamos a la mesa, papá nos representa en oración y a medida que desayunábamos analizábamos el "Texto Diario" , una porción de un texto bíblico que todos los Testigos leen en todas partes del Planeta con la finalidad de tener temas espirituales en la mente, casualmente mi padre me pidió el favor de leerlo, decía: "1 Samuel 20:39. En cuanto al servidor, no supo nada; solo Jonatán y David mismo sabían del asunto". Básicamente se nos enseñaba a cumplir con nuestra dedicación a Jehová, sin embargo, al leer más abajo y en otros textos se deja claro que Jonathan y David se besaban constantemente, de hecho, cuando Jonathan es asesinado en una guerra, David le compuso una canción en donde le decía a Jonathan lo siguiente: "Jonathan, muy agradable me fuiste. Más maravilloso me fue tu amor que el amor procedente de mujeres". (2 Samuel 1:26)

Si le preguntaba a un Anciano (Anciano en los Testigos eran como los pastores en otras religiones) posiblemente me dirán que entre Jonathan y David existía una bonita amistad, pero eso no me convence, tal vez sea por mi condición de gustarme los chicos que veo ese pequeño detalle.

Ese día trabaje bastante, entregamos una hermosa decoración en un apartamento de la quinta avenida, nos fuimos temprano porque teníamos reunión en nuestro Salón del Reino. Si, la rutina, llegue, me duche y me comencé a vestir para la reunión que comenzaba a las siete de la noche.



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En el texto hay: sexo, amor, religion

Editado: 02.03.2019

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