Al Aylen despertar vio que su hermano ya no se encontraba a su lado, por lo que decidió levantarse y buscarlo, pero solo encontró una nota de su hermano diciendo lo siguiente:
“Lamento tener que irme sin avisar, surgió un problema con uno de mis clientes y debía solucionarlo lo antes posible, no quise despertarte antes por lo que te deje descansar. Te dejo el desayuno preparado para que no tengas que preparar nada.
Que tengas un lindo día. Recuerda llamarme si surge algo
♥️Te ama mucho tu hermano Arun♥️”
«Siempre tan atento», pensó Aylen y es que su hermano siempre estaba atento sin importar lo ocupado que estuviese.
Después de su desayuno, procedió a alistarse para comenzar con su agenda del día. Era un nuevo día y tenía planeado reunirse con varios de sus clientes con los cuales tenía citas agendadas para ese día y entre ellos estaba Ara Evans, una antigua conocida de su época de la universidad, de la cual no guardaba muy buenos recuerdos de aquel entonces.
Aylen siempre ha sido profesional y dedicada a su trabajo y no iba a permitir que un reencuentro con alguien que posiblemente no la iba a reconocer le afectara en su trabajo. Se iba a centrar en su trabajo como todos los días, después de todo solo era un día normal, no tenía que darle importancia a un nuevo cliente y es que al final eso era Ara, un nuevo cliente.
El día transcurría tranquilamente, ya se habían reunido con casi todos los clientes que tenían agendados para el día, pronto podrían volver a la oficina y verse por primera vez en el día, para los hermanos solía ser algo normal no verse mucho durante sus días de citas con los clientes y es por eso que se mantenían en contacto durante el dia justamente como lo estaban haciendo en este momento.
— Arun ya estoy llegando a la cafetería—
— Bueno, cuídate y háblame si surge algo—
— Te lo diré, no te preocupes estará todo bien—
— Lose, pero estoy nervioso—
— Estás más nervioso que yo—
— Lose, bueno como sea me llamas cualquier cosa—
— Ya lo dijiste, debo colgar—
— Cuídate—
Después de esa pequeña llamada con su hermano Aylen finalmente había llegado a la cafetería donde se reuniría con su último cliente del día, Ara Evans seria su ultimo cliente y agradecía que así fuera, se encontraba agotada, ya se había reunido con más de 6 clientes en lo que llevaba del día.
En la cafetería
Aylen ya se encontraba en la cafetería en la espera de su cliente, sólo restaban unos cuantos minutos para la hora acordada y aunque se encontraba algo nerviosa, no lo demostraría y es que ella jamás mezclaba lo personal con el trabajo y sin duda su historia con Ara no estaba relacionada con su trabajo.
La vida da muchas vueltas y esto era una muestra de ello, se encontraba en la espera de ver alguien que le causó mucho daño en el pasado, era irónico que ahora sería ella quien organizaría la boda de la chica que casi le arruina la vida años atrás.
Y aunque no debía darle muchas vueltas a la situación, no podía evitar recordar lo que sucedió en el pasado y aunque se encontraba segura de que Ara no podría reconocerla, no dejaba de preguntarse en qué pasaría si llegara a reconocerla, ya no era la pobretona de la que tanto se burlaba Ara en aquel entonces, pero aun así preferiría que no la reconociera, será mejor si así se mantuviera.
Era una de las tantas cosas que pensaba hasta que una voz interrumpió sus pensamientos.
— Señorita Monet, Buenas días— saludo con una sonrisa, la cual podría jurar que era más falsa, que las bubis de su vecina y cabe decir que todos los vecinos sabían que usaba relleno, ya que no le alcanzaba para la cirugía.
— Buenos días, Señorita Evans, que bueno que llega así podemos comenzar con las ideas que tiene para su boda— era mejor si se apresuraba y terminaba cuanto antes.
— Perfecto, aquí tengo todo lo tenía pensado hasta el momento— dijo mientras mostraba unos papeles.
— Veo que ya tiene una idea, ¿supongo que también tiene un presupuesto previsto? —
— Claro, mi prometido y yo queremos lucirnos— dijo con un tono que reflejaba que sólo quería alardear.
Aylen estaba segura que la que quería lucirse era ella y no su prometido, el cual no había visto que llegara, sería mejor si preguntara al respecto luego.
— Me alegra saber eso ¿y cuál sería el presupuesto? — primero sería preguntar lo del dinero y luego lo de más
— No tenemos por supuesto— dijo, mostrando una tarjeta negra mientras sonreía.
Aylen ahora podía estar segura que estaba alardeando, lo cual le resultaba algo irónico porque ella tenía una de esas al igual que su hermano y nunca las presumen de esa manera. La humildad era importante para ellos dos lo cual veía que Ara no tenía, aunque nunca había tenido, siempre presumía lo que tenía incluso cuando lo que tenía era porque se lo había dado alguien más, seguro que esa tarjeta que estaba mostrando no era ni de ella.
— Me alegro saberlo, entonces supongo que esa tarjeta es la que usará para cubrir los gastos—
— Claro, mi prometido me la dio, dijo que usara su tarjeta para pagar toda la boda— al final tenía razón, estaba presumiendo de algo que no era de ella nuevamente.
— Es bueno saberlo y hablando de su prometido ¿Por qué no nos acompaña en este momento? —
— Tenía una reunión importante, vendrá para la próxima, posiblemente— dijo sin importancia.
— Ya veo, entonces espero que nos pueda acompañar para la próxima así será más fácil organizar la boda con ayuda de ambos—