Esa noche, mientras subía a la cama, Baekhyun intentó tratar de sacar la visión de Kasper Choi de su mente. El hombre realmente le había puesto los pelos de punta. Había algo muy malo en él, algo que hizo que Baekhyun se sintiese violado sólo con la mirada de sus ojos.
Nunca antes había experimentado algo así. Nunca había tenido que decirle a nadie que se mantuviera alejado de él, que dejara de tocarlo. No es que hubiera tenido mucha gente tratando de tocarlo, pero, al menos, quería ser capaz de decir quién podía hacerlo y quién no.
Y las cosas que el hombre le había dicho… hacían que la piel de Baekhyun se pusiera de gallina del horror. Baekhyun estaba totalmente asustado. Se levantó rápidamente y verificó las cerraduras de las puertas y ventanas. Sabía que era una tontería, pero no podía evitarlo. Si tuviera elección, ni siquiera querría estar solo esa noche.
Desafortunadamente, era difícil para cualquier hombre admitir que tenía miedo, incluso para él. Baekhyun sabía que muchos hombres pensaban que las respuestas emocionales eran femeninas, pero él sentía que eran naturales. Los años de aprendizaje y de investigación que había tenido, sólo le demostraron que embotellar sus emociones no había hecho nada salvo aumentar su nivel de estrés, no lo aliviaba en absoluto. Pero hubo momentos en los que se sentía abrumado, al igual que ahora.
Desesperado, Baekhyun tomó su teléfono celular de su mesita de noche y marcó el número de teléfono de Chanyeol.
Chanyeol siempre había hecho que se sintiera seguro. Tal vez si escuchaba su voz, se sentiría mejor.
Contuvo la respiración al oír la voz aturdida que contestó al teléfono: —¿Hola?
Oh Dios, hasta que oyó la voz de Chanyeol por primera vez en las últimas semanas, no se había dado cuenta lo mucho que extrañaba al hombre. Había pasado mucho tiempo desde que lo había visto, desde que había llamado a Chanyeol. Baekhyun quería decir algo, cualquier cosa, pero las palabras le fallaron y las lágrimas llenaron sus ojos y cayeron por sus mejillas.
—¿Hola? —preguntó Chanyeol otra vez.
Baekhyun se cubrió la boca con la mano para no decir nada. Lo deseaba, pero si lo hacía, no sabía si podría dejar de mendigar por el amor de Chanyeol.
—¿Baekhyun? —dijo Chanyeol, su voz sonó de repente baja y ronca—. Sé que eres tú, Baekhyun.
El corazón de Baekhyun latió más rápido en su pecho ante las palabras de Chanyeol. ¿Cómo podía saber que era él? No había hecho ruido, y sabía que su número estaba bloqueado en el identificador de llamadas.
Reinó el silencio, se extendió por unos momentos, ya que ninguno de ellos hablaba. Baekhyun tenía miedo de decir cualquier cosa.
—Baekhyun, sé que eres tú. Habla conmigo, por favor —rogó—. Está bien, Baekhyun, si no vas a hablarme, entonces deja de llamarme. —Esperó unos instantes para que Baekhyun respondiera, que dijera algo, cualquier cosa. Pero Baekhyun todavía no hablaba—. Lo digo en serio, Baekhyun. No me llames de nuevo.
Baekhyun se estremeció al oír que la llamada telefónica se cortó. Sostuvo el teléfono en el pecho durante varios minutos antes de que pudiera reunir la fuerza necesaria para colgarlo y dejarlo sobre su mesita de noche. Se dio la vuelta y golpeó su almohada varias veces cuando la ira contra sí mismo llenó su mente.
¡Era tan estúpido! Todo lo que tenía que hacer era decir una palabra y Chanyeol habría hablado con él. Una sola palabra. Pero no, tenía que sentarse allí como un idiota y no decir nada. Baekhyun golpeó la almohada de nuevo y la enrolló en una bola en su cabeza. ¡Qué idiota!
Era igual que antes. Chanyeol no lo quería. Chanyeol nunca lo había querido. Por difícil que fuera, tenía que recordar eso. Si él insistía en seguir llamándolo, nunca superaría lo que sentía por el hombre. Nunca sería capaz de seguir adelante.
Eso era todo lo que tenía que hacer, seguir adelante. Había días en que sabía que su vida estaba mejorando, que seguía adelante sin Chanyeol. Otros días se preguntaba incluso por qué había salido de la cama. Nunca parecía que pudiera ser algo fácil.
Chanyeol colgó el teléfono de nuevo en su soporte y lo miró. Estaba muy cansado de esto. Baekhyun lo llamaba, pero nunca decía nada. Sabía que era él quien llamaba. Siempre había sabido que era él. Lo que no podía entender era por qué no quería hablar. Él sabía que Baekhyun se preocupaba por él. Si hablara con él, entonces tal vez podrían solucionar todo esto. Eso estaba volviendo loco a Chanyeol.
Ni Siwon ni Yoona le dirían dónde estaba viviendo Baekhyun. Tampoco se lo dirían a Junmyeon. Y si Baekhyun iba a casa de sus padres para cenar, le pedirían a Chanyeol y Junmyeon que se mantuvieran alejados, ya que Baekhyun no quería ver a ninguno de ellos.
Habían pasado semanas. Chanyeol había esperado con la esperanza de que hubiera alguna señal por parte de Baekhyun de que quería contactar con él, pero lo único que recibió fueron llamadas telefónicas por las noches en las que Baekhyun no hablaba… hasta ahora.