Capítulo Ocho

Baekhyun abrió los ojos y dejó escapar un gemido cuando miró el reloj al lado de la cama. Uf, eran sólo las 6:30 de la mañana... en un domingo. ¿Por qué estaba despierto tan temprano? No era justo que estuviera despierto tan temprano en un fin de semana. Debía haber alguna ley que lo prohibiera en alguna parte.

Él sonrió cuando sintió el brazo en su cintura que lo apretaba jalándolo hacia atrás contra el cuerpo caliente de Chanyeol. Chanyeol tenía una mano enredada en el rizado cabello castaño de Baekhyun, la otra envuelta alrededor de su pecho. Acariciaba el pecho de Baekhyun, incluso en su sueño.

Baekhyun no podía creer lo bien que encajaban Chanyeol y él. Después de sólo dos semanas, estaban durmiendo abrazados juntos como si hubieran estado durmiendo así durante años. Y Baekhyun no podía ser más feliz con eso... ni con la erección que presionaba contra su culo.

Baekhyun empujó contra Chanyeol, moviéndose alrededor del pene del hombre hasta que Chanyeol se deslizó entre las mejillas de su culo. Sólo la sensación de la dura erección de Chanyeol cuando empujó contra su sensible entrada, fue suficiente para que Baekhyun se pusiera duro. Bueno, ciertamente estaba bien entrenado y le había tomado menos de dos semanas.

Con una sonrisita en sus labios, Baekhyun se acercó y tomó el lubricante de la mesita de noche. Abrió la tapa y roció algunos de sus dedos antes de dejar el tubo en la cama. Levantando una pierna, se agachó para empujar un dedo en su agujero, esparciendo el lubricante alrededor.

Una vez que Baekhyun pudo conseguir meter tres dedos, los sacó y presionó la cabeza del pene de Chanyeol contra sí mismo. Se echó hacia atrás y se mordió los labios para contener el gemido de placer cuando la punta del pene de Chanyeol presionó en él más allá del primer anillo de músculos.

¡Maldita sea, eso se sentía bien!

Arqueó su cuerpo para empujar más profundo el pene de Chanyeol. Se agachó para agarrar su propia palpitante erección y empezó a acariciarse a sí mismo mientras bombeaba sus caderas hacia atrás y adelante. Él mismo se empaló en repetidas ocasiones en el pene de Chanyeol.

Trató de estar en silencio, para no despertarlo, pero pronto se quedó tan cautivado con el placer que recibió de él, que no pudo contenerse por más tiempo. Cuando su pene comenzó a latir con una erupción inminente, soltó una serie de gemidos, cada uno más fuerte que el anterior.

Justo cuando la cabeza de su pene comenzó a explotar, unas manos fuertes agarraron sus caderas y Chanyeol se estrelló contra él, aumentando el nivel del orgasmo de Baekhyun, hasta que se corrió dejando el líquido cremoso sobre la cama.

Antes de que Baekhyun pudiera incluso recuperar el aliento, Chanyeol le dio la vuelta sobre su estómago, lo empujó para arriba sobre sus rodillas, y se estrelló contra él por detrás. Las manos de Chanyeol agarraron sus caderas con tanta fuerza, que temía que Baekhyun tuviera contusiones más tarde. A Baekhyun no podía importarle menos.

La respiración agitada procedente de Chanyeol le dijo a Baekhyun que estaba cerca. Baekhyun se agachó entre sus piernas y acarició suavemente el saco de Chanyeol. Alcanzando más atrás, frotó el dedo sobre el agujero de Chanyeol. Se sentía como una pretzel, pero los gemidos y la fuerte y repentina furia de bombeo de las caderas de Chanyeol, le decían que valía la pena.

—Baekhyun, oh Dios, bebé… ponlo dentro… oh joder… —Chanyeol pidió. Baekhyun empujó su dedo en el culo de Chanyeol y lo movió alrededor.

—Oh joder, ahí mismo, oh sí, Baekhyun —Chanyeol se empujó hasta el fondo con un furioso empuje final. Su orgasmo rugió a través de él antes de que colapsara hacia abajo sobre el sudoroso cuerpo empapado de Baekhyun.

Baekhyun sintió los pequeños besos de Chanyeol a lo largo de su cuello y por el lado de su oreja. —Buenos días, cariño —le susurró Chanyeol al oído, entre besos.

—Buenos días, Chanyeol —rió Baekhyun. Se empujó contra Chanyeol para conseguir que se levantara, entonces se dio la vuelta hasta que se enfrentó a él.

—Guarda este lugar para mí —dijo Chanyeol, se levantó y corrió al baño a limpiarse. Trajo una toalla húmeda y limpió rápidamente a Baekhyun, entonces se arrastró entre sus piernas.

—Ahora, ¿dónde estábamos? Oh, sí, me acuerdo —sonrió a Baekhyun, mostrando sus hoyuelos—. Hola, precioso, ¿has dormido bien?

Baekhyun sonrió a Chanyeol y asintió con la cabeza. —Sí, pero el despertar fue mejor.

—Si no tienes experiencia, ¿cómo infiernos sabías hacer esa cosa con el dedo? —preguntó Chanyeol con picardía.

La cara de Baekhyun enrojeció. —Te dije que nunca hice nada con nadie. No dije nada acerca de fantasear. Y tengo un montón de fantasías que quiero probar. —Baekhyun se rió cuando vio a Chanyeol tragar saliva.

—Oh hombre, estás intentando matarme, ¿no? —se ahogó Chanyeol.

—Abajo, muchacho —se rió Baekhyun cuando sintió endurecer el pene de Chanyeol contra el suyo—. Tengo que ir a mi apartamento y tomar una ducha, cambiarme de ropa, ver mis mensajes… ese tipo de cosas.

—No tendrías que ir a tu apartamento si viveras aquí, Baekhyun —gruñó Chanyeol cuando salió del lado de Baekhyun para sentarse en un lado de la cama.

—Chanyeol, sólo han pasado un par de semanas. Vamos a darnos un poco de tiempo antes de dar ese paso.