Epílogo

—¿Chanyeol? ¿Has visto mi traje de baño? Ya sabes, el que mi madre me compró para la fiesta en la piscina —gritó Baekhyun por el pasillo de su nueva casa. Miró por el pasillo un momento más tarde, mientras se preguntaba por qué Chanyeol no le había respondido—. ¿Chanyeol?

Todavía no había respuesta de Chanyeol. Baekhyun comenzó a ponerse un poco nervioso. Habían pasado seis meses desde que había sido rescatado de las garras de Kasper, pero a veces aún se preocupaba.

Él todavía tenía pesadillas de su cautiverio y torturas por parte de Kasper, junto con varias cicatrices que coincidan con las pesadillas. Kasper había hecho un buen número en él. La mayor parte se habían curado durante la semana que había pasado en el hospital, aunque no todas.

A sugerencia de Chanyeol, él comenzó a ver a un consejero una vez por semana. En su mayor parte, lo estaba ayudando. Pero había veces en que sentía que Kasper podría volver a ir detrás de él.

Lógicamente, eso era una locura. Después de recuperarse de sus lesiones, Kasper había sido encerrado en una cárcel de máxima seguridad en espera del juicio por el secuestro y tortura de Luhan, Jongup, y Baekhyun, así como los asesinatos de al menos otros cuatro hombres.

Jongup, que había quedado libre de todo vínculo con Kasper después que la policía determinara que era simplemente una víctima, se había reunido con sus padres. Él había prometido volver y dar testimonio de todo lo que sabía, y Baekhyun estaba agradecido por ello. Sería de gran ayuda para alejar a Kasper del mundo por mucho tiempo.

Jongin y Luhan pensaban que había más víctimas, pero no podían probarlo. Sehun, Heechul y Eunhyuk estaban utilizando todos los recursos de su empresa de seguridad para ayudar a Luhan en su investigación.

Personalmente, Baekhyun pensaba que lo que Sehun quería era estar cerca de Luhan y llegar a conocerlo de nuevo. Luhan no le estaba dando ni la hora del día en ese asunto. Se negó a tener nada que ver con Sehun a menos que se tratara de algo relacionado con la investigación. Sin embargo, Baekhyun tenía que dar crédito a Sehun. Se negaba a darse por vencido.

Baekhyun entró en la sala de su nuevo hogar. Era una hermosa casa que Chanyeol y él habían elegido juntos, y se mudaron a los cuatro meses después de haber sido dado de alta del hospital.

Al final, se habían decidido a comprar una casa en lugar de alquilar una. Querían algo que fuera suyo, algo que pudieran decorar en la forma en que ellos quisieran, por dentro y por fuera.

A pesar de que había tomado un poco de tiempo encontrarla, la casa era justo lo que estaban buscando. Tres dormitorios, dos baños, una oficina que Chanyeol y Baekhyun compartían, y un gran patio trasero vallado. Justo lo necesario para su futura familia.

Chanyeol y Baekhyun supieron en el momento en que vieron el pequeño bungalow inglés, que era perfecto para ellos. Les había tomado semanas sólo para elegir los muebles adecuados, pintar las paredes y decorar, pero Baekhyun estaba muy orgulloso del producto final.

Todo el interior de la casa había sido recientemente pintado en tonos tierra, decorado con sillones mullidos y sillas de gamuza de color marrón oscuro e imágenes coloridas en las paredes. A Baekhyun le gustaba en particular, el contraste entre el color blanco de las paredes y los suelos de madera oscura.

En un intento de compromiso con Chanyeol, Baekhyun había comprado varios estantes para sus muchos libros, para no dejarlos apilados en el suelo. Chanyeol también se había comprometido en un montón de cosas. Él había aprendido a ser un poco menos... organizado.

—Chanyeol —Baekhyun volvió a llamar cuando no recibió ninguna respuesta. Sabía que su voz era tensa, pero había empezado a tener miedo. Chanyeol no estaba en el dormitorio, él acababa de venir de allí. Tampoco estaba en ninguna de las otras habitaciones, ni en la oficina, la sala de estar o la cocina. Baekhyun estaba empezando a sentirse muy preocupado.

—Estoy en el patio trasero, bebé —gritó Chanyeol.

Baekhyun llevó la mano a su pecho mientras su corazón comenzaba a latir de nuevo. Caminó por la cocina hacia el patio trasero, listo para rasgar a Chanyeol por asustarlo. Pero en el momento en que salió por la puerta, perdió el tren de sus pensamientos ante la escena delante de él.

—Bueno, ¿qué te parece? —preguntó Chanyeol a Baekhyun mirando desde su posición sentado sobre la hierba—. ¿Debemos conservarlos?

Baekhyun no podía dejar de reírse por los dos pequeños cachorros boxer. Uno de ellos estaba masticando los dedos de Chanyeol, y el otro tiraba de la pernera de sus pantalones. Baekhyun sintió que su corazón se derretía cuando Chanyeol agarró uno y se lo ofreció a él.

Los cachorros eran adorables. Uno de ellos era muy blanco y el otro blanco y negro. —¿De dónde vinieron estos pequeños? —preguntó Baekhyun mientras tomaba el cachorro blanco y negro y se sentaba en la hierba al lado de Chanyeol.

—Bueno, érase una vez que la mamá de este perro se enamoró del padre del perro —Chanyeol se echó a reír.

—Muy gracioso, culo inteligente. Ahora dime, ¿de dónde vienen?

—Tu hermano ha estado manteniendo un ojo sobre mí. Le dije lo que quería, y él los trajo hace un rato. ¿No son lindos?