Capítulo Tres

Luhan abrió los ojos lentamente. Se resistía a despertar, a moverse. Podía sentir el cuerpo de Sehun apretado contra él. Un brazo musculoso estaba arrojado sobre la cintura de Luhan. La respiración de Sehun soplaba suavemente contra la parte posterior del cuello de Luhan.

Luhan no podía recordar la última vez que había despertado con otra persona en su cama. Bueno, cualquier persona además de Baekhyun, y Baekhyun no contaba. No había nada sexual entre ellos. El mundo de Baekhyun giraba en torno a Chanyeol y sólo Chanyeol.

Luhan miró el reloj y se sorprendió al ver que eran casi las ocho de la mañana. No había dormido pasadas las seis desde su ataque. Se dio cuenta de que había dormido profundamente ya que Sehun había entrado en la habitación, ni una sola pesadilla.

No había estado sin una pesadilla desde el ataque. Luhan no sabía si el no tener una pesadilla después de que Sehun se uniera a él en la cama era porque Sehun estaba acostado con él o por el sexo. Y a pesar de lo que dijo Sehun, sabía que lo que pasó entre ellos había sido sexo.

Luhan también sabía que se sentía muy bien. Estaba lleno de energía, vigorizado y profundamente excitado. El cuerpo que se apretaba contra él era sólido, el pene entre sus nalgas duras. Y los labios que habían besado de repente a Luhan en el cuello eran cálidos.

—Buenos días bebé —Sehun le susurró al oído a Luhan.

—Buenos días, Sehun. —Luhan se rió entre dientes. Manos agarraron y rodaron a Luhan sobre su espalda hasta que estuvo mirando a Sehun. Sehun acarició el lado de la cara de Luhan—. ¿Cómo has dormido? —preguntó—. ¿Alguna pesadilla?

—No —dijo Luhan—. Ni una. Dormí como un bebé, ni siquiera mojé la cama. Podría tener que mantenerte alrededor. —Las palabras salieron de su boca antes de que pudiera detenerlas.

—Yo sólo podría dejarte —dijo Sehun bromeando, mirando a Luhan antes de inclinarse hacia abajo para darle un beso.

Luhan lanzó un gemido. Le encantaba la sensación de los labios de Sehun contra los suyos. En los últimos diez años, nunca había encontrado a nadie que lo besará así como Sehun lo hacia. Sehun no sólo besaba. Sehun lo consumía.

Cuando la alarma de repente comenzó a sonar, Luhan a regañadientes se alejó de Sehun. No podía decidir si quería hacer caso omiso de la alarma del reloj y seguir besando Sehun o conseguir levantar su culo perezoso y prepararse para el trabajo.

Sehun tomó la decisión de las manos de Luhan cuando él dio una palmada en la cadera y rodó a un lado de la cama para levantarse. —Vamos, holgazán, hora de levantarse. Tenemos que ir a reunirnos con el jefe, ¿recuerdas?

Luhan se dio la vuelta y hundió el rostro en la almohada. Se quejó en voz alta. No quería levantarse de la cama y enfrentarse a la luz del día. La realidad aguardaba. Era mucho más agradable estar en una cama con un muy desnudo Sehun pretendiendo que el mundo exterior no existía.

—Vamos, nene —dijo Sehun—. Si te das prisa, podemos tomar una ducha juntos antes de tener que salir a trabajar.

Eso llamó la atención de Luhan. ¿Agua caliente, jabón, y Sehun? Sí, Luhan podría hacer eso. Luhan bajó la almohada y rodó a un lado de la cama. Levantó la mirada justo a tiempo para ver el dulce culo de Sehun caminar hacia el cuarto de baño. ¡Malditamente caliente! Seguiría ese culo a cualquier lugar.

Luhan se levantó y corrió al cuarto de baño justo cuando Sehun entraba en la ducha. Luhan se tomó un momento para evaluar a Sehun. Siempre había sido un hombre muy apuesto, y sólo se había vuelto más sexy en los últimos diez años.

Su cuerpo era más robusto, tenía los hombros más amplios, y sus brazos más musculosos. Más cabello salpicaba su pecho. Su abdomen era ondulado y muy digno de lamer. Piernas largas surgían de las caderas delgadas y musculosas. Un pene bonito y grueso colgaba de la ingle de Sehun.

Mientras Luhan lo observaba, comenzó a endurecerse ante sus ojos, llenándose hasta que sobresalía del cuerpo de Sehun. Los ojos de Luhan volaron por la sorpresa para encontrar que Sehun le observaba. Una sonrisa sexy jugando en los labios de Sehun.

Luhan sintió su cara calentarse. Había sido atrapado admirando el hermoso cuerpo de Sehun. No había nada que pudiera hacer al respecto. Estaba más que agradecido de no tener baba en la barbilla.

Con una ligera inclinación de su cabeza y un encogimiento de hombros, Luhan se unió a Sehun en la ducha. Rápidamente dio un paso bajo el chorro de agua caliente y se lavó, luego se trasladó a un lado, para agarrar el gel de baño y una toallita.

Luhan acababa de llenar el paño con jabón cuando Sehun lo agarró de él. —Déjame. —Los ojos de Luhan casi se deshacen en su cabeza cuando Sehun comenzó a desplazarse por encima de su cuerpo.

—Has cambiado, Lu —comentó Sehun mientras corría la toalla sobre el pecho de Luhan. La tela se movió hacia abajo sobre los músculos tensos del abdomen para rodear el pene dolorido de Luhan—. Te has hecho más grande, también.

Luhan podía sentir su cara calentándose de nuevo. Mientras Sehun continuaba limpiándolo, la cabeza de Luhan cayó contra los azulejos de la ducha y sus ojos se entrecerraron. Sehun tenía manos mágicas... manos grandes y mágicas.

—No creía que fuera posible —Sehun susurró al oído de Luhan—pero te has vuelto más sexy en los últimos años, Lu. Cuando éramos más jóvenes, eras hermoso. Ahora, eres impresionante.