Capítulo Cinco

Luhan tamborileaba sus dedos con impaciencia en el volante y se desvió alrededor de otro coche mientras conducía hacia la casa de Chanyeol y Baekhyun. Tenía que asegurarse de que sus amigos estaban a salvo. Había llamado a Chanyeol y Baekhyun y les dijo que volvieran a casa, que tenía que hablar con ellos sobre el caso Kasper, por lo que sabían que iba a ir.

Él se encogió cuando trató de pensar en cómo Baekhyun iba a tomar sus noticias. El asalto de Baekhyun había sido mucho peor físicamente que el de Luhan. Kasper había golpeado y azotado a Baekhyun tan mal que le había tomado semanas para que se recuperara totalmente.

Mientras que Luhan había sufrido una gran cantidad de abusos físicos a manos de Kasper Choi, la mayor parte de su asalto había sido psicológico. Kasper había querido burlarse de Luhan con lo que iba a hacer con él.

Sus palabras fueron acompañadas a menudo por un golpe de mano de Kasper sobre el cuerpo atado y desnudo de Luhan. Cuando Luhan se había negado a tomar el cebo y jugar el juego de la manera en que Kasper quería, la flagelación había comenzado. Luhan todavía tenía marcas en su espalda. Él siempre las tendría.

Sin embargo, Kasper se lo había hecho pasar peor a Baekhyun. Luhan sólo esperaba que Baekhyun fuera lo suficientemente fuerte para tomar la noticia de que otro asesinato había tenido lugar. Chanyeol seguramente se subiría por el techo. Luhan sabía que él lo haría si estuviera en la posición de Chanyeol.

Luhan miró a Sehun sentado en el asiento del pasajero.

¿Estaría enojado si alguien amenazara Sehun? Sin lugar a dudas. Y Luhan no estaba seguro de que importara que no estuvieran juntos. Todavía estaría molesto.

Luhan agarró el volante un poco más y dejó escapar un lento suspiro. No se había dado cuenta de que aún tenía sentimientos posesivos hacia Sehun hasta ese momento. No le gustaba donde le llevaba ese pensamiento. Si se sentía posesivo con Sehun, significaba que sus sentimientos estaban involucrados, y eso podría ser una mala cosa, una cosa muy mala.

Luhan empujó sus pensamientos sensibleros a distancia mientras se ponía delante del pequeño bungalow blanco de Baekhyun y Chanyeol, notando que sus vehículos se encontraban en el camino de entrada. Necesitaba tener la mente en el juego y no en Sehun.

Luhan apagó el coche y se bajó. Cuando Sehun pasó por delante de él, los ojos de Luhan lo siguieron. ¿Podrían Sehun y Luhan ser felices en un pequeño bungalow como este? Luhan se rió entre dientes. No lo creía. Ellos no eran... Así. Luhan no era del tipo de bungalow. No tenía idea de qué tipo era Sehun.

Con un renuente ceño fruncido, Luhan cerró la puerta del coche y cruzó el césped hacia la casa de Chanyeol y Baekhyun. Llamó con suavidad, la puerta se abrió casi de inmediato. Luhan sonrió, tratando de tranquilizar a la cara pálida, que lo saludó.

—Hey, Chanyeol.

—Lu —dijo Chanyeol. Él dio un paso atrás, manteniendo la puerta abierta—. ¿Por qué no vas a buscar a Baekhyun y nosotros vamos a la sala de estar? Esta bastante agotado en este momento.

Luhan entró y se dirigió directamente a la cocina, donde sabía que encontraría a Baekhyun. Estaba en lo cierto. Baekhyun estaba sentado a la mesa, un vaso de jugo acunado en sus temblorosas manos.

—Oye, Baekhyun —dijo Luhan—. ¿Cómo estás, cariño?

—Oye, Lu —contestó Baekhyun, en voz baja. Sonaba nervioso y parecía asustado. Su cara estaba pálida, sus ojos azules-mar enormes en su pálido rostro. Su pelo castaño claro parecía despeinado, como si Baekhyun hubiera estado arrastrando sus dedos a través de él.

Luhan caminó por la cocina y se agachó frente a la silla del hombre más pequeño. —Quiero que me escuches, Baekhyun. No voy a dejar que te pase nada. Kasper sigue encerrado. Jongin lo ha comprobado. Él no va a salir.

—¿Qu-qué es lo que necesitas hablar conmigo, entonces? —dijo Baekhyun ahogado.

Luhan dio unas palmaditas en la pierna de Baekhyun y se puso de pie. Extendió la mano para Baekhyun. —Vamos a la sala donde te puedes acurrucar con Chanyeol, y te lo diré.

Baekhyun tomó la mano de Luhan y se levantó, una sonrisa pequeña, incómoda escapó de sus labios. —Debe ser bastante malo si tengo que abrazar a Chanyeol.

—No es el fin del mundo, sin duda, pero ¿sólo para darles una idea? Estoy trabajando con Sehun en esto... voluntariamente.

—Oh. —Baekhyun trató de ocultar su sorpresa, pero Luhan lo vio de todos modos cuando los ojos del hombre se abrieron como platos—. Eso debe significar que es muy malo.

—Él, eh, pasó la noche de anoche conmigo —reconoció Luhan. Si había alguien con quien podía hablar Luhan, era con Baekhyun. En el momento en que se conocieron, se habían convertido en los mejores amigos. Luhan confiaba en Baekhyun más que casi en cualquier persona en su vida.

—Ooohhh. —Baekhyun sonrió—. ¿Tuviste caliente y travieso sexo?

Luhan podía sentir su rostro arder.

—¡Oh, sí! —exclamó Baekhyun—. Quiero que todos los detalles, ¡así que escupe!

Luhan se encogió. Tendría que haber mantenido la boca cerrada. Ahora Baekhyun realmente iba a presionarlo. No podía culpar a Baekhyun. Luhan había sido determinante para que Chanyeol y Baekhyun estuvieran juntos. La retribución era una perra.