Prom 02 - Una promesa hecha [hunhan]

Capítulo Diez

—¿Quieres beber algo, Jongup? —preguntó Luhan al pequeño hombre acurrucado en el sofá, sus piernas encima contra su pecho, los brazos envueltos apretadamente a su alrededor—. ¿Quizá algo de té o chocolate caliente, o algo para entrar en calor?

—Estoy bien, gracias, —contestó Jongup suavemente.

Luhan podía decir que no lo estaba. El hombre prácticamente temblaba ante sus ojos. Luhan no podía culpar a Jongup. La carta que Jongup había recibido que le decía que viniera a Chuncheon no había sido enviada por Luhan. Habría llamado a Jongup, no enviado una carta. Supuso que Jongup no había pensado en ello.

Por supuesto, Luhan no había hablado con Jongup en un par de meses, no desde la última vez que llamó a la casa de los padres de Jongup para ver como estaba. Después de que Jongup, Baekhyun y él hubieran pasado por las manos de Kasper, Luhan sintió la necesidad de seguirle el rastro a Jongup, aunque estuviera seguro en casa con sus padres. Por lo que esta carta enviada allí asustaba tanto a Luhan.

Los forenses recogieron la carta hacía poco, pero hasta que el técnico se pusiera con ella, Luhan iba a asumir que el asesino imitador envió la carta. Y eso significaba que Jongup había sido arrastrado al juego que se estaba jugando. Luhan solo tenía que descubrir por qué.

Jongup era un inocente, un alma gentil que nunca debería haber sufrido el abuso al que Kasper le sometió. Luhan estaba sorprendido de que Jongup hubiera salido con su mente intacta. Había veces en las que Luhan pensaba que él podría ser que no.

Luhan caminó y se sentó en la mesa de café delante de Jongup. Intentó darle una sonrisa tranquilizadora. —Jongup, ¿cuándo recibiste la carta?

—Hace unos tres días. Intenté llamarte, pero te mudaste. Llamé a tu oficina, pero nadie me decía donde estabas. Pensé que era una tontería dejarte un mensaje, por lo que finalmente decidí conducir hasta aquí y ver a Baekhyun si no podía encontrarte en tu oficina.

—Bueno, estoy feliz de que decidieras venir, Jongup.

—¿En serio? —preguntó Jongup, una pequeña sonrisa cruzó sus labios.

Luhan empezó a sonreír, pero un bajo gruñido que venía desde el otro lado de la sala hizo que mirara a Sehun sorprendido. El brillo en el rostro de Sehun hizo que los pelos de la nuca de Luhan se pusieran de punta.

Luhan palmeó a Jongup en el hombro, luego se levantó.

—Perdóname un momento, Jongup. Necesito hablar con Sehun sobre algo luego te traeré algo de chocolate caliente.

Luhan continuó mirando a Sehun mientras cruzaba la sala. Apuntó a la cocina. —Necesito hablar contigo. ¡Ahora!

—Sin esperar a que Sehun contestara, Luhan entró. Se giró, mirando a Sehun entrar y cerrar la puerta tras él.

—¿Qué problema tienes? —preguntó Luhan, cruzándose de brazos.

Sehun parecía evitar su mirada. —No sé de que estás hablando.

—No me digas esas mierdas, Sehun —contestó Luhan—. Prácticamente nos gruñiste a Jongup y a mí cuando estábamos hablando.

Las cejas de Luhan se levantaron cuando el rostro de Sehun enrojeció. Sehun todavía no miraba los ojos de Luhan, pero Luhan captó un rastro de dolor en ellos cuando Sehun miró alrededor de la sala. Luhan dejó caer sus brazos y caminó hasta que estuvo justo delante de Sehun.

—¿Qué va mal, Sehun? —preguntó Luhan. Alcanzó y ahuecó el rostro de Sehun—. Por favor dímelo. Se supone que no tenemos que ocultarnos nada, ¿recuerdas?

Sehun finalmente miró a Luhan a los ojos. Luhan se sorprendió por la angustia que brillaba en ellos. —Sehun, ¿qué es, nene?

—Jongup es tan... bueno, necesita... qué si... y eres tan...

—Sehun tartamudeó.

—Sehun, respira profundamente y solo dímelo, —lo animó Luhan. Estaba sorprendido por cuan inseguro y vacilante parecía Sehun. No estaba seguro de haber visto a Sehun alguna vez de otra manera que no fuera seguro de sí mismo.

Los ojos de Sehun se cerraron y su pecho subió y bajó mientras tomaba una profunda respiración y lentamente la soltaba. Cuando abrió sus ojos de nuevo, estaban un poco más claros, pero Luhan podía ver restos de dolor en ellos.

—Jongup es tan gentil. Está pidiendo a gritos a un protector con cada respiración que da. Tú eres como un caballero blanco, listo para rescatar a alguien. Ustedes dos tienen una historia juntos, —dijo Sehun. Se pasó una mano por su rubio cabello—. ¿Qué pasa si decides que quieres estar con él más de lo que quieres estar conmigo?

Luhan sonrió. Casi rió, pero la miseria irradiando de los ojos de Sehun evitó que lo hiciera. Era una situación muy seria, no una para reír. Luhan se dio cuenta de que Sehun tenía muchas de las mismas inseguridades sobre su relación que él. De alguna manera hizo que sus propias dudas sobre Sehun parecieran más pequeñas y menos importantes.

—Eso no va a pasar, Sehun. Tengo una historia más fuerte contigo que con Jongup. Si añades a eso el hecho de que, aunque Jongup sea mono y necesita seriamente un protector, no estoy enamorado de él. Estoy enamorado de ti.

Luhan se inclinó y besó a Sehun en los labios. Era la primera vez que ponía sus sentimientos en palabras. —Además, no quiero a alguien a quien cuidar, Sehun. Quiero un compañero, alguien que pueda estar junto a mí, no detrás de mí.



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En el texto hay: traicion, psicopatas, amor

Editado: 28.05.2023

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