Prom 02 - Una promesa hecha [hunhan]

Capítulo Trece

—No me importa lo que digas, —gritó Luhan mientras alejaba el brazo del interno que sostenía su brazo—me voy y se acabó. Haz el papeleo que sea necesario y lo firmaré, pero voy a salir por esa puerta en cinco minutos.

—Detective Xiao, por favor, —dijo el joven interno—. Tienes dos contusiones en las costillas y una posible conmoción cerebral. Necesitas estar en el hospital al menos esta noche para observación.

—Lo que tengo es a un joven desaparecido que seguramente está siendo torturado a cada minuto que pasa por un hombre loco, —contestó Luhan—. Lo que necesito hacer es salir de aquí y encontrarlo antes de que desee estar muerto.

—Detective Xiao, estoy seguro de que un poco de tiempo no marcará diferencia de una u otra forma. Además, no vas a ser de mucha ayuda para nadie si empeoras.

—Un poco más de tiempo podría marcar la diferencia en el mundo. —Luhan se quitó la camisa por la cabeza y se giró, mostrando su espalda al interno. Le escuchó inhalar ásperamente por las cicatrices en su espalda—. Esto es lo que ese hombre loco me hizo solo en unas horas.

¿Qué crees que podría hacerle a un indefenso joven si le doy un poco más de tiempo?

El interno suspiró. —Muy bien, Detective, te daré el alta, pero debes tener cuidado al menos durante las siguientes dos semanas. Y quiero que alguien te vigile las siguientes veinticuatro horas, ¿entendido?

Luhan asintió mientras Sehun daba un paso adelante.

—Mantendré un ojo en él, doctor.

—Ahora, espera un minuto —dijo el interno, alzando su mano—. Estoy de acuerdo en que el Detective Xiao se vaya, no tú. Estás más herido que el detective, Sr. Oh. Tengo que insistir en que te quedes en observación en el hospital.

—Eso no va a pasar, Doc. —Sonrió Sehun, cruzándose de brazos.

El interno se giró hacia Luhan. —Detective Xiao, seguramente puedes...

—Lo siento, Doc, —dijo Luhan mientras se volvía a poner la camisa y cogía su chaqueta—. Él va donde yo vaya.

El interno alzó sus manos en el aire. —Oh, me rindo.

Se merecen el uno al otro.

Luhan le lanzó a Sehun una rápida sonrisa. —No podría estar más de acuerdo.

—Bien, bien, —dijo el interno. Había mucha resignación en su voz—. Firma los papeles de camino afuera. Te ofrecería algo para el dolor antes de que te vayas, pero dudo que lo aceptes. Sugiero que te pases por tu farmacia. Tu cabeza va a explotar tan pronto como te baje la adrenalina.

Luhan asintió. También lo pensaba. Su cabeza ya estaba empezando a dolerle un poco. —Hey, Doc, apreciamos lo que ha hecho. Probablemente no somos los pacientes más fáciles. Pero, como tú, tenemos trabajo que hacer. La vida de un hombre está en juego, un hombre que conocemos desde hace mucho. Tenemos que encontrarlo antes de que este psicótico pueda hacerle demasiado daño.

—Lo entiendo, —contestó el interno—. Aunque todavía creo que deberías quedarte en el hospital en observación.

—Puedo apreciar eso, Doc, créeme. —Luhan rió mientras se ponía la chaqueta y se dirigía a la puerta. Apartando la cortina, se sobresaltó al encontrar a Heechul de pie allí—. Oh, hey, Heechul, ¿qué pasa?

—¿Estan listos para irse? —preguntó Heechul—. Tengo el coche esperando fuera para llevarnos a casa de Chanyeol y Baekhyun.

Luhan empezó a caminar. Miró a Heechul con curiosidad.

—¿Por qué la casa de Chanyeol y Baekhyun?

Heechul se encogió de hombros. —El apartamento de Sehun está tostado. El tuyo es demasiado pequeño. Parece el siguiente mejor lugar. Necesitamos reagruparnos, juntar nuestras cabezas, y descubrir donde diablos está Jongup.

Luhan no discutió eso. Sin ni siquiera mirar, extendió la mano hacia atrás, esperando a que Sehun cogiera su mano. Escuchó una suave risa, entonces los cálidos dedos de Sehun se entrelazaron con los suyos. Luhan le dio a Sehun un pequeño tirón hasta que el hombre caminó a su lado. Se negaba a soltar la mano de Sehun mientras caminaban hacia el coche.

Luhan se sorprendió al encontrar a Himchan sentado en el coche de Heechul cuando alcanzaron el aparcamiento. Heechul no parecía estar en la misma situación. Solo rodeó el coche hasta el lado del conductor y entró. Luhan se encogió y se metió en el asiento trasero, Sehun junto a él.

Tan pronto como Heechul tuvo el vehículo en marcha, Luhan se acercó más a Sehun, agarrando su mano de nuevo. Las últimas horas habían pasado demasiado rápido. Era difícil para Luhan creer que solo ayer él y Sehun habían vuelto a estar juntos. Parecía que hacía toda una vida de ello.

Luhan no sabía si era la bomba o solo tener a Sehun de vuelta en su vida, pero sabía que las cosas habían cambiado mucho. Por un lado, ya no iba a preocuparse por el pasado. Era, esencialmente, pasado. Tenía un brillante futuro por delante con Sehun, e iba a coger ese futuro con ambas manos y no soltarlo.

—Necesitas un baño, nene.

Luhan se giró para mirar a Sehun. —Tú tampoco hueles fantásticamente, Romeo.

La ceja de Sehun se arqueó. —¿Estás diciendo que apesto? —preguntó con su voz más arrogante.



#10340 en Novela romántica
#1618 en Fanfic

En el texto hay: traicion, psicopatas, amor

Editado: 28.05.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.