Promesas al viento

Prólogo

Naiya, Naiya.... Despierta o se te hará tarde para tomar tu vuelo.

Escuché una voz que me sacaba del sueño.

—¿Vuelo? —respondí aturdida.

—¿Ya has olvidado tu vuelo? ¿Acaso no quieres ir a estudiar? —La voz de mi madre sonaba impaciente mientras me regañaba por ser una holgazana. —¿Me has hecho pagar un vuelo tan caro a China solo para que, a último momento, te pongas perezosa y digas que no quieres ir?

Permanecí en silencio, inmersa en mis pensamientos.

"Oh, mierda... Cierto, mi vuelo." Me levanté de un salto y corrí al baño.

No es que no quiera ir a estudiar a la universidad en China, pero dejar todo lo que conozco, mi hogar, mi gente... es difícil de asimilar. Siendo honesta, aún me cuesta aceptarlo sin que se me llenen los ojos de lágrimas. Y, sin embargo, esta fue mi decisión. Nadie me obligó. Aunque duela alejarme tanto, recuerdo lo que mi madre dijo tras la partida de mi padre: "La vida sigue sin importar lo demás". No sé si es la mejor frase, pero ahora mismo es lo único que me impulsa.

—Entonces, te irás y regresarás, ¿verdad? —La voz de mi hermano menor interrumpió mis pensamientos. Me miraba con ojitos tristes, como si quisiera aferrarse a mí para que no me fuera.

Sonreí con ternura y le revolví el cabello.

—Ay, corazón, tengo que hacerlo. Es por nuestro futuro, ya sabes... para tener una mejor vida.

—¿Me vas a traer muchos regalos de China, verdad? —preguntó con un brillo de esperanza en los ojos.

—Por supuesto que sí.

—Naiya, apúrate o llegaremos tarde. Liam, la abuela vendrá a verte más tarde. Alístate mientras nosotras vamos al aeropuerto —dijo mi madre con voz seca.

No sé por qué, pero cada vez que escucho la palabra "aeropuerto", el estómago se me revuelve. Las despedidas, los abrazos, las lágrimas... Al final, nunca sabemos qué pasará mañana, si todos llegarán con bien a su destino. Siempre le he temido a volar, aunque esta no sea mi primera vez. Pero creo que mi miedo real no es al avión, sino a dejar atrás todo lo que conozco.

El camino al aeropuerto se hizo eterno. Miré mi teléfono para distraerme y vi un mensaje de Jack, mi novio.

Jack💖: Hola, amor. ¿Cómo va todo?

Yo: Ehm... Ya sabes, no del todo bien. Me siento un poco nerviosa...

Jack💖: No te preocupes, todo saldrá bien.

Jack... mi primer amor.

Nunca le he dicho a mi madre que tengo novio. Es de mente cerrada y no acepta que tenga pareja, aunque ya tengo veinte años. Quiero experimentar la vida por mi cuenta, aunque todo el mundo diga que la vida adulta es horrible. Quiero descubrirlo por mí misma.

Jack y yo nos conocimos en el colegio. Siempre nos gustamos, era obvio, pero nunca nos atrevimos a decirlo en persona. Un día, decidí dar el primer paso y confesé mis sentimientos. Al principio, me rechazó. Dijo que no estaba listo para una relación. Al día siguiente, volvió y me dijo que lo había pensado mejor. Así comenzamos.

Jack es tímido, y yo también. Quizás por eso nos complementamos. Pero al final del día, solo somos dos adolescentes aprendiendo lo que es el primer amor.

Pasaron tres horas antes de que llegáramos a la ciudad donde tomaría mi vuelo. No tenía hambre, pero almorcé algo ligero: sopa de queso. Mientras esperábamos en el aeropuerto, revisé mi teléfono. No había nada interesante, solo videos de frases en chino. Me servirían... si supiera chino.

Irónico, ¿no? Un viaje a China y no sé el idioma. Al principio me esforcé en aprender, pero algo me detuvo. No sé si fue la separación de mis padres, el miedo de dejar mi país o alguna idea loca de mi mejor amiga sobre dejar el colegio para ser youtubers. No tengo respuesta.

Finalmente, llegamos al aeropuerto. Mi maleta, con 24 kilos de mi vida empacada, pesaba más de lo que esperaba. Al entrar, vi a mi familia reunida para despedirme. No lloré, porque sabía que mi madre me regañaría. Siempre ha sido así. Aun así, la despedida fue dulce. Si no fuera por las tonterías de mi primo, me habría derrumbado.

La hora había llegado. No podía escapar. Me despedí de todos, con lágrimas contenidas. Debía ser fuerte. Este viaje es demasiado importante para dejar que mis emociones me dominen.

Una hora de fila después, obtuve mi boleto, pasé a la sala de espera y abordé el avión.

Me acomodé en mi asiento y miré mi teléfono. Nada de Jack. Son treinta malditas horas de vuelo, y ni siquiera se ha molestado en enviarme un mensaje.

No quiero ser una persona celosa, pero a veces no puedo evitar sentir que Jack le presta más atención a sus juegos que a todo lo demás. Sin embargo, nuestro amor es tan puro, tan inocente, que me resulta difícil refutar lo que hace. Al final del día, sé que este cuento de hadas podría terminar y que tal vez no sea "para siempre". Es una sensación agridulce, pero al mismo tiempo me llena de esperanza y gratitud por lo que compartimos.

El sonido de mi teléfono me interrumpe en medio de mis pensamientos. Es un mensaje de Jack:

Jack: Amor, ¿ya estás a punto de despegar? Quiero desearte un feliz viaje y asegurarte de que todo saldrá bien. La distancia entre nosotros no impedirá que dejemos de amarnos, ni de extrañarnos tanto como lo hacemos cada día. Solo el tiempo nos dirá cuándo podremos volver a vernos, pero mientras tanto, quiero que sepas que siempre estaré para ti, en las buenas y en las malas. No olvides sonreír todos los días, aunque no siempre puedas, piensa en mí, en nosotros. Sé que nuestros padres solo quieren lo mejor para nosotros, y aunque tu mamá aún no sepa de nuestra relación, por mi parte, mis padres te aprueban completamente. Si vuelves pronto, tal vez podríamos empezar una vida juntos. Te amo, mi niña linda. Sin más que decir, te deseo lo mejor en este nuevo comienzo de tu etapa.

Al leer esas palabras, no pude evitar que las lágrimas comenzaran a caer. El mensaje de Jack tocó mi corazón de una manera tan profunda que sentí como si todo mi ser se llenara de emoción. No sé qué más podría pedir. A veces me siento como si tuviera al novio perfecto, alguien que nunca me haría daño, que siempre estaría a mi lado, incluso cuando la distancia y el tiempo intenten separarnos.



#661 en Joven Adulto

En el texto hay: amorjuvenil, primeramor, amor

Editado: 17.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.