Proyecto: Réquiem

Miedo

- ¿Isaac?

- ¿Me escuchas?

- Juega conmigo 

...

Mi mirada esta algo perdida aquella noche, pero su voz me devolvió a la realidad. La miré con algo de confusión pues no sabía que quería y ella, me sonrió con dulzura mientras me enseñaba con orgullo su pelota, de golpe tenía claro lo que quería así que  agarre la pelota y le dije de ir al patio trasero a lo que ella emocionada corrió hacía allí con entusiasmo. Era una niña de 10 años, con un cabello largo y liso de un hermoso color azabache que resaltaba con la luz de la luna, siempre llevaba a Tibbers, su oso de peluche, a todos lados y aquella tarde vestía con un hermoso vestido azul claro con volantes blancos. Si tan solo hubiera salido con ella.... me quede en casa 5 minutos para atarme los cordones mientras ella salía al patio trasero pero cuando salí yo para empezar a jugar a su juego tan solo encontré a un estúpido oso de peluche tirado en el suelo. 

Aquello ocurrió hace 1 mes y 15 días, desde entonces no deje de buscar a mi querida hermana, a su sonrisa... a su bella sonrisa. Pero no encontré nada, no la encontré y la policía cerró el caso por falta de pruebas, aun así debo encontrarla y jugar a la pelota con ella pues era su juego favorito. 

-¡¡¡¡CORRE!!!!! - Lo exclamé de forma agresiva hacía aquella chica rubia la cual observaba al monstruo con terror en sus ojos, agarré su mano y comencé a tirar de ella para huir. Nos metimos en el bosque Zaun con rapidez y escuche de fondo el horrible rugido de aquella criatura. Miraba hacía atrás y observe como la chica seguía en estado de Shock. Era la misma con la que me choqué en la biblioteca, rubia con mechas rojas, ojos avellana y un tono de piel blanco. 

Escuche como el animal se movía detrás nuestra y sin prácticamente darme tiempo a reaccionar el murciélago ya nos había alcanzado y con un movimiento preciso nos derribó a ambos. Yo quede tumbado en el suelo algo aturdido mientras veía de forma dificultosa, como la rubia se levantaba a duras penas. La criatura se colocó encima de mi sin llegar a tocar y acercando su rostro a mi cabeza, abrió la boca  y rugiendo al lado de mi oreja sentí como si me quedará sordo por el estrepitoso sonido.  Observe con algo de cansancio como el monstruo me miraba y supuse que estaría dispuesto a comerme pero antes de que este abriera la boca de nuevo la rubia lo ataco con una bengala quemando el ojo rojo sangre que poseía. 

Vi como gruñía de dolor a la vez que golpeaba a la chica con la cola, derribándola, para después mirarnos con ira en sus ojos. No recuerdo muy bien que ocurrió después pues estaba conmocionado pero recuerdo como la figura de una niña de cabello blanco se acercaba al animal, le acariciaba el el morro para después despedirlo mientras observaba como se marchaba, poco después caí desmayado. 

Me desperté con el ruido de las sirenas de policía y aún algo aturdido deje que los agentes me ayudarán a mi y a la chica. Ambos nos sentamos en el coche de policía mientras estos registraban la casa de los Bennet. Entonces supe que debíamos tener la misma versión de los hechos para que no hubiera problemas. 

- Oye.... si preguntan, vimos a un desconocido en casa de los Bennet por lo que decidimos huir pero nos pilaron y dejaron k.o.... ¿ok? nada de monstruos - Se lo susurré mientras el agente fumaba un cigarro y ella simplemente asintió con la cabeza - Me llamo Isaac.... encantado aunque no en muy buenas circunstancias.

- Jaja, soy Anna - Rio ligeramente  mientras me contestaba con su nombre. Irónico o no, aquel fue un punto de inflexión en nuestras vidas.  

Después de aquello, confirmaron la muerte del señor Steve Bennet, el cual falleció por un veneno mortal y nos llevaron a la comisaría donde nos interrogaron a ambos y por sorprendente que parezca salimos ilesos. Volví a casa con mucho cansancio sobre mi espalda, e intente relajarme un poco en el sofá, a pesar de saber que Steve Bennet tenía información sobre mi hermana no pude hacer nada para obtenerla cuando llegue vi como la puerta estaba forzada y el hombre yacía muerto en el suelo de su cocina. 

Inmerso en mis pensamientos no fui capaz de darme cuenta de que estaban llamando a mi puerta, al menos hasta que dejaron de golpearla y tocaron el timbre. Me sobresalté y salí de golpe de mi inmersiva cabeza para con rapidez ir a abrir la puerta. Allí estaba otra vez con su cabello rubio ondeando al viento y su mirada del color de los frutos secos fija en mi. 

- ¿Anna?

- Si ¿Quién si no? - Me contestó apartándome de un empujón y entrando en mi casa sin haber pedido permiso o recibido una invitación - Tenemos mucho de lo que hablar....

- ¿Ah si? Ponte cómoda ....imagino - Me senté en el sofá delante de ella mientras está sacaba un pequeño libro de tapa dura con algunas pegatinas de flores en esta, me dijo que era el diario de su hermana desaparecida y que sus últimas páginas tiene información importante. Hay comprendí lo que estaba haciendo. Ella sabe que tenemos objetivos similares por lo tanto podríamos ayudarnos. Observe el diario con curiosidad y leí lo que este decía. - Entiendo, dices que quieres ir a ver a Michael Hiumans 

-Si así es. Es lo único que me queda, también se por donde suele atacar el monstruo - Lo dijo sacando un mapa con algunos puntos marcados - No esta tan completo como el de Steve pero algo es algo 

- Entiendo, que interesante - Lo miré viendo los puntos para después extender mi mano y señalar en el mapa un punto, cercano al bosque Harrington que coincidía con el patrón de movimiento del agresor - Aquí....

- Si no es inconveniente, a ¿Quién perdiste tu? 

- Sally - Sonreí de forma triste mientras observaba en el mapa los puntos con las fotos de muchas personas - Era mi hermanita pequeña..... 

- Lo siento mucho - Me dio su pésame mientras ella observaba el mapa - Un momento ¿El punto que señalas es esta casa? 




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