Puedo verte

Capítulos 1 y 2

1

Muchas actividades y pasatiempos tenía la linda Lucy. Entre los más notorios, su talento natural para el baile, su lugar en el club de fotografía de la escuela, las artes marciales y la práctica deportiva conocida como el parkour. Como cualquier jovencita normal, por supuesto, uno de los más rutinarios era pasar tiempo en su computadora portátil.

¿Y qué es lo que las chicas hacen en las horas que destinan al aparato electrónico más querido de la casa? Nada en especial, un poco de esto y aquello. Enterarse de las últimas novedades, comentar en las fotografías y chismes de sus conocidos y navegar, principalmente en busca de aplicaciones.

Es aquí donde comienza esta desagradable historia. En uno de los rincones desconocidos de la internet. Aquel mundo mítico y maravilloso donde nada es lo que parece. Algunas cosas para bien y otras, como demostrará esta historia, que pueden llegar a ser demasiado peligrosas.

La primera vez que Lucy vio la extraña pero de alguna manera enternecedora figura de Tiny, se encontraba buscando videos sobre canciones. ¿Qué tipo de música buscaba? Un poco de esto y de aquello, por no decir cosas de gustos poco peculiares, páginas poco visitadas y con anuncios no muy bien pagados.

Así era un día normal. Escuela y profesores en la mañana, amigos y deportes en la tarde; y por la noche, relajarse un rato en redes sociales y páginas populares antes de iniciar con las tareas.

Algo que Lucy detestaba, como cualquier chica o chico normal, era la publicidad de las páginas de videos. ¿Por qué no podían entender que nadie les hace caso de cualquier forma? Esperar 10 segundos para poder hacer clic en el anuncio y saltárselo era algo tedioso, sin mencionar que eran tantos que consumían su valioso tiempo.

Pero la mañana que Lucy vio por primera vez la figura de Tiny, algo quedó grabado en su mente. Aquellos 10 segundos de espera había tenido que contemplar la escabrosa sonrisa de aquella criatura, y la curiosidad le invadió.

Aunque no lo suficiente como para omitir la publicidad y dar inicio a su video musical.

La segunda vez que lo vio. Algunos días después, se encontraba buscando un video subido por su novio. A éste y a su grupo les gustaba subir sus videos haciendo deporte, y ella estaba ansiosa por ver cómo había quedado el más reciente. Ella siempre manejaba la cámara, y soñaba con la posibilidad de ser fotógrafa en el futuro. Llegó a su casa en la noche, se puso cómoda rápidamente y encendió su computadora portátil. La espera le era muy desesperante. Su lap top era cada día más lenta. La había llevado a reparar con su vecino el técnico, pero este le había aconsejado que considerara vender su viejo y obsoleto modelo en un depósito de repuestos usados. Estaba tan vieja y lenta que tardaba minutos en iniciar, pero ella los esperó pacientemente.

Nuevamente se desesperó cuando abrió su navegador de internet. Decidió que tenía tiempo para irse a buscar algo de cenar, así que así lo hizo. Una vez de regreso, notó con satisfacción que la página de buscador de videos estaba abierta por fin, y escribió en la barra de búsqueda el nombre del video más reciente que su amado había hecho.

Estaba feliz, por fin parecía que no iba a haber más distracciones. El video comenzó a correr, pero no era lo que ella esperaba.

Se trataba del video de publicidad. En la esquina apareció la leyenda: “podrá saltar la publicidad en 10…9…8…7…6…”

Fastidiada, esperó hasta el segundo final para no perder más tiempo, observando un frío, pero interesante par de ojos y prestando atención por primera vez a las palabras del anuncio.

–¿Su computadora está saturada? ¿Sus archivos desorganizados? Tenemos la solu…

Omitió entonces el anuncio, y se dedicó a su objetivo.

No fue hasta la tercera vez, que finalmente y sin proponérselo, conoció a Tiny. Esa noche tenía sólo 10 minutos para revisar su correo e irse a dormir para llegar temprano a un evento de danza de su grupo, de manera que su revisión a la computadora habría sido cosa de un segundo, si esta no hubiera colapsado.

Abrió su bandeja de correo, y encontró su actualización de videos de sus suscripciones. Dentro de este había un nuevo video de patinaje que uno de sus amigos había subido.

–Uno solo no hará daño– pensó con agrado, pero de alguna manera, sin saber ella cómo lo había hecho, oprimió un botón y cerca de 45 páginas de su historial se abrieron al mismo tiempo.

–¡Oh no! –exclamó, con desesperación. Su computadora, ya de antemano lenta, estaba casi congelada ante el esfuerzo de abrir demasiadas páginas al mismo tiempo. Intentó cerrar algunas, pero fue inútil. Tenía que esperar a que todas terminaran de cargar antes de poder mover el puntero de su pantalla.

Entonces, el anuncio de la primera página llamó su atención.

–¿Su computadora está saturada? ¿Sus archivos desorganizados? Tenemos la solución –En la pantalla sólo se veían un par de inquietantes ojos felinos –El primer programa organizador de archivos y agilizador de memoria RAM ha llegado: Tinybot, el asistente electrónico más eficiente jamás creado.

Ante la pantalla salió una curiosa figura felina de ojos enormes y vidriosos, con una sonrisa radiante.



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En el texto hay: fantasmas, jovenes, asesinos

Editado: 30.08.2020

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