Qhoa: Las Sombras perdidas

La búsqueda del tuerto

Las tardes lluviosas de invierno, limitaron muchas cosas a los estudiantes. Las clases de vuelo se vieron interrumpidas dos semanas seguidos debido a las tormentas eléctricas y uno de los partidos de chiukos entre Astroemelia y Zunyan, se vio también cancelado, por los terribles ventarrones que amenazaban con incluso llevarse a los jugadores con todo y báculo.

Por ello no fue mal recibida el cambio de estación, la primavera pronto se instauro en el colegio, tiñendo sus jardines de colores y suavizando las lluvias. Junto con ella, llegaba una fecha muy especial y esperada por los alumnos. La temporada tenebrosa se hacía presente, junto al color anaranjado de las calabazas.

—Como sabrán jóvenes, la época de Halloween está próxima y junto con ella viene nuestra celebración. Quizá ustedes al ser de primer año no lo saben, pero tenemos un ritual muy específico para esta fecha

La profesora Herlinda, había terminado minutos antes su clase, para poder dar algunos anuncios

—Y aunque no considero prudente, hacer esta celebración, en la situación que estamos. Seguramente, sus jefes de casa ya se los hará de conocimiento, por lo pronto, espero la participación de todos en nuestra festividad.

La clase terminó con la habitual campanada y los murmullos expectantes, sobre dicha celebración, fueron el eco que resonó en los pasillos a la salida del aula.

— ¿De qué habla? — Preguntó Hassan a Driss, quien siempre parecía tener las respuestas a esas preguntas.

—Pues en Halloween se hace un ritual y una celebración para agradecer por la cosecha — respondió de inmediato el chico — por lo que mi padre me contó, todos aportan algo y luego viene un juego, aunque no me dijo cual.

— ¿Un juego? ¿Cómo el chiukos? — insistió Hassan

—No creo – respondió Skoll, metiéndose en la conversación — Seriamos muchos para un partido de chiukos.

—Tienes razón, debe ser otra cosa, seguro pronto nos dicen algo, por lo pronto es todo lo que puedo contarles.

Hasan Skoll y Driss, les emocionaba la idea de lo que vendría, aunque claro, aquella expectativa no era lo suficientemente emocionante, como para quitarles de la mente la ausencia de Will. Como cada día, después del ataque. Los tres chicos se dirigieron a la enfermería para ver a su amigo o, mejor dicho, la crisálida.

La enfermera, la señora Pilar, ya les mencionó mas de una vez, que de nada servía ir a verlo, que el chico no escuchaba nada. Aun así, ellos insistían en ir al menos unos minutos al día. Resignada, la mujer los dejaba pasar, con la condición de que no tocaran nada.

Aquella noche no fue la excepción, los tres se presentaron en la enfermería, la señora Pilar los dejó pasar y regresó a su oficina. Los tres chicos fueron directo a la última cama al final del enorme lugar, donde una crisálida oscura, casi negra se encontraba sobre una camilla.

Las líneas brillantes ahora ya sobrepasaban la mitad de aquella cosa, eso solo significaba que el tiempo se acababa. Nada parecía haber cambiado. Skoll se preguntaba, si de verdad sabían como solucionar eso, o solo estaban probando cosas contra reloj.

—No importa el juego amigo, lo ganaremos en tu nombre

Hassan solía contarle a la crisálida las cosas que sucedían a diario. Según él decía que estaba seguro que los escuchaba. Su teoría se mantenía que una vez tuvo un tío que cayó en coma y que sus primos siempre lo iban a visitar, para cuando despertó, el hombre afirmó que si escuchó todo de ellos.

Skoll dudaba que este también fuera el caso, pero de nada servía ser negativo y matar la fe de alguien. Dejo que el chico siguiera hablando. El por su lado, miraba de reojo las otras dos camillas, donde descansaban las otras dos crisálidas. Estas tenían las líneas brillantes casi en su totalidad. La perspectiva de salvarlos se veía muy remota.

Luego de la visita, los tres amigos bajaron al comedor para la cena, el alumnado ya se encontraba reunido en las mesas. Antes de iniciar, el director se puso de pie y se acercó al podio. Los alumnos callaron sus murmullos lentamente, dejando así el silencio, para lo que tuviera que decir el hombre.

-Buenas noches a todos, bien, supongo que muchos de ustedes ya sabrán lo que anunciaré. Pero para los nuevos alumnos, he de mencionar que. Cada año en estas fechas, celebramos un ritual agradeciendo por las cosechas a la pacha. Seguido de eso, nuestra celebración de Halloween donde se realiza la búsqueda del tuerto.

Algunos aplausos se hicieron escuchar, pero no había tanta algarabía por parte de los alumnos y mucho menos de los profesores. Tenían tres alumnos en peligro de muerte, y al resto de los estudiantes, asustados con la premisa de un monstruoso toro que podría atacarlos en cualquier momento.

—Si bien la premisa es simple, es propicio resaltar que al igual que cada año, un premio le espera al Ayllu que logre recolectar, la mayor cantidad de ojos escondidos en todo el colegio. — prosiguió el director quien no parecía, o no quería, notar el desanimo de sus escuchas — El jefe de cada Ayllu, les dará más indicaciones, ahora solo diré, buen provecho.

Después de la cena y una vez que todos estaban en el ayllu, el profesor Urso se presentó en la sala común. Vistiendo siempre elegante y con el cabello perfectamente arreglado hacia atrás, convocó a todos los estudiantes.

—Muy bien, creo que ya el director adelantó lo de la celebración. Y al igual que cada año, nosotros nos encargaremos del transporte y arreglo de las hogueras del ritual, para ello…

El maestro se dispuso a designar labores y pequeñas tareas en grupos de entre cinco y siete estudiantes. Los de grados superiores, se encargarían de hacer la partición de la madera, que Fausto dejaba acomodada en los jardines del Ayllu.

Los de grados menores, transportarían esos leños partidos, a las ubicaciones de las doce hogueras repartidas en todo el colegio. Eso en caso de los hombres. Las mujeres, din importar de que año, serian las encargadas del armado de estas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.