"¿Cómo pudiste romperme cuando yo sólo quería curarte?"
Toda rosa tiene una espina que corta está tan rota que nadie la nota. El tiempo pasa pero no cura un dolor que no se acaba, un vacío que no se llena.
Lo roto tiene arreglo tan sólo soltando aquello que le hacía daño, aunque el que arregla termina destrozado, el amor me ha desangrado. El dolor es un peso que cargo, siempre regresa en cada momento que me marcó.
-Me quedaré contigo siempre que no te haga daño.
-Pero, ¿y si le hago daño a todas las personas que toco?
-¿Cuántas veces más vamos a tener que rompernos?
-Hasta que nos demos cuenta que no merecemos este dolor.
Nuestras heridas no deben definirnos, no podemos evitar que nos lastimen pero no tiene que determinar quiénes somos.
Mariposa encerrada en una urna de cristal con unas partes rotas que nadie desea reparar. Tienes que sanar antes de pensar en querer a alguien porque cuando amas no lastimas.
Nunca imaginé que luego de pegarme serías tú quién me rompiera, sin ti me duele el alma pero necesito curarme. Ya no quiero que mis pedazos los encuentre otro.
Sintió el deseo de curarla, pero recordó que nadie sana a nadie, mis vacíos me pertenecen y nadie va a llenarlos, no utilice un clavo para superar el dolor. La quería por encima del daño que no tiene reparo.
Algunas cosas no tenían por qué terminar, el dolor no tenía por qué acabar. Me siento herido por querer apretarte entre mis brazos.
Algunos pedazos se perdieron incluso con huecos, el vidrio ya estaba roto, me ibas a hacer daño, me acabarías rompiendo, ningunos labios llegarán a tapar el hueco. Cuánto más acabas dando más acabas rompiendo.
Atte: un roto y cuerdo humano que se la vive desarmado.
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Editado: 11.11.2024