Que Pase El Siguiente (#1 Muñecas De Porcelana)

#Dos

JORDAN SULLIVAN.
 

 


Acabo de llegar de lo de mis abuelos luego de un verano agotador trabajando haya con los caballos y demás animales.

 

Siempre me ha gustado todas esas cosas a diferencia de mis demás hermanos que jamás levantaría ni un lápiz por si mismos.

 

Llegó a la casa con mi hermano y entramos dejando las maletas en el suelo.

 

— ¡Chicos! ¡Llegamos! —Grito a todo pulmón.

 

La casa es grande pero el corazón de ellos es pequeño.

 

Bueno de algunos, no todos.

 

— ¡Alfred! ¡Llegué!

 

Si, mi querido hermano está llamando a su mayordomo, cada uno tiene el suyo y a como no lo dejaron llevar a Alfred a lo de los abuelos, lo extraño.

 

Por qué lo de él fue más un castigo, lo mío fue porque yo quise ir.

 

Todos los chicos y Alfred vinieron a la entrada a recibirnos.

 

Yo abrazen a mis hermanos y Denver a Alfred, ni siquiera saludo a su gemelo.

 

Cómo nos quiere, noten el sarcasmo.

 

Luego de eso nos pusimos al día en todos los sentidos.

 

Pero algo en particular llamo mi atención.

 

— ¿Vanessa Ford?

 

— Si no te acerques a ella, es una prostituta, cobra para que los chicos tengan sexo con ella en la escuela.

 

No creo que sea tan así.

 

— Tendrá sus motivos. —Hablo mirando el plato lleno de comida en frente mío.

 

— Si, llenarse la vagina de penes.

 

— No tendrían que juzgar la sin conocerla.

 

Siento una mirada en mi, levantó la cabeza es Viktor.

 

— ¿Que?

 

— Ni se te ocurra acercarte a ella, por como sos vos te vas a enamorar de ella y luego te romperá el corazón y nosotros vamos a tener que aguantar tu llanto.

 

— Yo si quiero me voy a acercar a ella.

 

— Te estoy hablando en serio Jordan. Te prohibido que te acerques a ella.

 

— Yo soy el hermano mayor acá, yo pongo las reglas.

 

Me levanto de la mesa y sin comer subo a mi habitación.

 

Nadie me puede prohibir nada solo mis Padres y hasta ahí no más.

 

Yo si quiero voy a verla.



















 

(...)
 




















 

Estoy haciendo fila para poder entrar al salón abandonado en dónde Vannesa trae a los chico que pagan por follarla.

 

Son muchos.

 

Tan bien lo hará.

 

No faltan muchos para que sea toda la escuela.

 

— Que pase el siguiente. —Escucho gritar de adentro del aula.
 

Espero que salga el anterior y entro.
 

— ¿Vanessa Ford? —Pregunto mientras me mantengo parado al frente suyo.
 

— ¿Quien pregunta?

 

Se nota que es un poco desconfiada y tiene sentido nunca antes nos habíamos visto.

 

— Un placer conocerte, mi nombre es Jordan Sullivan.

 

— ¿Sullivan?

 

— Si.

 

— ¿Sos hermano de Tobías Sullivan?

 

— Si, ¿Lo conoces?

 

— Fue cliente mío dos veces.

 

— Ah bueno.

 

— Luego de eso me pidió que salga si no quería tener sexo con ella.

 

La verdad es que me hubiera gustado, si es hermosa.

 

Pero no había ido para eso.

 

Estuvo unos veinte minutos más y salió.



















 

(…)
 




















 

— Tengo que irme, no me sigas. —Me advirtió para después salir corriendo de la escuela.

 

Está más que claro que voy a seguirla.

 

Cuando está unos pasos lejos de mi empiezo a perseguir la caminando y luego corriendo.



















 

(…)
 




















 

Un hospital.

 

Porque vino a un hospital.

 

Luego de unos minutos la veo salir.

 

Trata de esquivarle pero se lo impidió con mi brazo.

 

— ¿Estás bien?

 

Estoy preocupado.

 

Será que está enferma.

 

Será por eso que necesita plata y por eso hace lo que hace.

 

— ¿Por qué viniste al hospital?

 

Vuelvo a preguntar al no obtener una respuesta de su parte.

 

— Eso es asunto mío. —Es lo único que dice.

 

Se deshace de mi agarre, pero cuando esta por irse, veo como se desvanece.

 

— ¡Vannesa!

 

Llegó hasta a ella a tiempo y la sostengo en mis brazos.



















 




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