Que Pase El Siguiente (#1 Muñecas De Porcelana)

#Tres

VANESSA FORD.
 

 


Al despertar lo primero que veo es el rostro "preocupado" de Jordan.

 

— ¿Que paso? — Trato de sentarme en el sillón pero me mareo y vuelvo a caer acostada en el mismo.

 

— Te desmayaste. Acaba de verte un doctor, tal parece que no has estado comiendo bien y eso hizo que tus defensas bajen y te desmayes.

 

Cierto, llevo todo el día sin comer, si gastaba la plata para la comida no iba a poder pagar el hospital de Leo.

 

— Si, no he podido comer por unos problemas familiares.

 

— ¡Freddy! —Grita Jordan.

 

Luego de unos segundos llega un joven alto, morocho de unos 28 años más o menos.

 

— Si, señor.

 

— Quiero que le traigas algo de comer a Vannesa.

 

— ¿Que desea que le haga señor?

 

— Jordan, no te molestes por mi, yo ya me iba.

 

Trato de pararme pero él me detiene y vuelve a acostarme.

 

— Si me molestó, te vas a quedar ahí sentada y vas a comer lo que Freddy te traiga ¿De acuerdo?

 

Acepte.

 

Estaba claro que no iba a dejar que me vaya sin comer.

 

Jordan le dijo lo que tenía que traer y desapareció de nuestra vista.

 

A los minutos llegó con una bandeja llena de comida.

 

La coloco en la mesa de centro y se fue.

 

— Come. —Me ordenó al ver que me quedé viendo el plato.

 

Hace tanto que no veía tanta comida junta.

 

Pasó tanto tiempo que se me hace agua a la boca.

 

Empiezo a comer todo cuando me detengo al oír una puerta ser cerrada.

 

Miro para atrás mío.

 

— ¿Que hace ella acá?

 

Tobías.

 

Se encuentra parado detrás nuestro.

 

— Tanto tiempo sin vernos. —Comente.

 

— Hubiese preferido que sea más.

 

Siempre tan grosero.

 

— Andate de mi casa, vos no sos bienvenida acá.

 

Como si me importará.

 

— Ella es mi invitada y yo digo si es bienvenida o no. — Intervino Jordan.

 

Lo miro.

 

Es mejor que me valla, no quiero causarle problemas con su hermano.

 

— No te hagas problema que yo ya me iba.

 

Captó la atención de los hermanos que no dejaban de desafiarse con la mirada.

 

— No tenés porque irte.

 

— Creeme es mejor así y por favor alejate de mi, no te convengo.

 

— Eso tendría que decidirlo yo.

 

No objeto nada más, me levanto del sillón y me salgo de esa casa.

 

Miro por última vez ese lugar.

 

Un lugar que no pienso volver a ir.

 

No por mi, si no por el bien de Jordan.

 

Porque todo es mejor conmigo lejos.


















 

(…)
 



















 

— ¿Te hecho de la casa? —Preguntaron todas al unisono.

 

Ahora estoy en un Starbucks con Irina, Brenda, Olivia, Erin, Yasmin, Mía y Kala.

 

Siempre nos reunimos acá después de la escuela para hablar y de paso tomar algo.

 

— Como oyeron se puso como loco y me hecho.

 

— ¿Y Jordan no hizo nada? —Mia.

 

— Si me defendió, le dijo a su hermano que yo era su invitada y que si el quería yo me podía quedar. Pero igual me fui, no quiero arruinarle también a él la vida.

 

— No digas eso, cualquiera tendría suerte de que estés en su vida.

 

— Como podés decir eso Mía, por culpa mía Jordan ya se iba a peliar con su hermano. Es así en cada vida que entró la arruinó.

 

Me levanto de la silla, pago mi Capuchino y salgo del local.

 

Ella tenía razón, siempre arruinó a todos.

 

Sin importar quién sea le termino de arruinar la vida.

 

Pero no pienso arruinarle la vida Jordan, a él no.

 

No sé cómo voy a hacer para ir se aleje de mi, pero no voy a arruinar ni una vida mas.

 

Siempre tiene razón y está no es la excepción.

















 




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