Que Pase El Siguiente (#1 Muñecas De Porcelana)

#Siete

VANESSA FORD.
 


 

Una semana paso desde que encontré a mi "madre" en el hospital.
 

En todo este tiempo las palabras que ella me dijo no dejan de dar vuelta a mi cabeza.
 

Y estoy empezando a creer que tiene razón.
 

He tratado de alejarme de Jordan, pero el se niega a querer alejarse de mi.

 

Me gusta que no se rinda como todos lo hicieron, pero me preocupa que sufra por mi culpa.

 

Lo que menos quiero es lastimarlo.

 

Cierro mi casillero.

 

Al dar la vuelta para ir a clases veo a Jordan parado frente a mi.

 

— ¿Por qué has estado evitando me? —Pregunto con notorio enfado.

 

— Dijiste que me dejarías conocerte, pero estás haciendo todo lo contrario. —Volvio a hablar al no obtener una respuesta de mi.

 

— Ya lo sé, pero eso fue antes de que ver a mi Madre y me si cuenta de que jamás debí aceptar que te acerques a mi.

 

— No podés hacer esto, te das cuenta de que estás jugando con mis sentimientos.

 

Bajo la mirada, ni siquiera puedo mirarlo a los ojos sin sentirme mal.

 

Lo ven, es por eso que me alejo de él.

 

Aún cuando quiero no lastimarlo, termino haciéndolo.

 

— Lo siento.

 

— ¿Por que no dejas que me acerque a vos?

 

— Porque es lo mejor.

 

— Al menos poder mirarme a los ojos.

 

Levantó mi mirada con su mano en mi mentón.

 

— ¿De verdad querés eso?

No, me hubiera gustado decir pero no fue así.

 

— Si, eso es lo que quiero.

 

Saco su mano de mi rostro.

 

— Está bien, ya no vas a tener que soportarme más.

 

Sin más que decir me dejó ahí parada sintiendo un vacío en mi interior.

 

Y no se por que.

 

Aunque no quiera estoy empezando a quererlo pero por ahora solo como amigo o eso quiero creer.

 

No estoy lista para fijarme en alguien y arruinarle la vida.


















 

(…)

















 


— ¿Por qué siempre haces eso? —Pregunto Irina luego de haberle contado las pocas cosas que pase con Jordan pero que tuvieron un gran efecto en mi.

 

— ¿Hacer el que? —Pregunto desconcertada.

 

— Cada vez que alguien quiere acercarse a vos lo alejas.

 

— Es lo mejor.

 

— ¿Para quien es lo mejor?

 

— Para ambos.

 

Mantengo la mirada en mi taza de café.

 

Estamos en la cafetería a la que siempre venimos.

 

— Pues yo no veo que para ti lo sea.

 

Me quedo callada, no se que responder a eso.

 

— Jamás te había visto como ahora de deprimida ni siquiera cuando vos y Tobías terminaron.

 

— ¿Que querés decir?

 

— Quiero decir que Jordan te gusta más de lo que querés admitir.

 

¿A mí gustarme Jordan?

 

— No digas idioteces. No me gusta.

 

— Seguí diciéndote lo mismo tal vez en unas de esas y te lo creas.

 

Levanté la mirada para verla.

 

Tomo de su café y no volvió a decir nada.

 

No puede ser.

 

A mí no me puede gustar Jordan.

 

Él no merece que le haga eso.

 

No merece a alguien que hace lo que yo hago.

 

Me niego a creer que me gusta Jordan.

 

Además recién lo conozco no puede gustarme ¿O si?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.