VI

LILA JENKINS.
 

Al fin.

Ahora si los recuerdos están más claros.

Y logro recordarlo todo.

 

Ayer.
 

Celos.

Eso era lo que estaba sintiendo en este preciso momento.

No hace una sana que terminamos con June y ya me entero de que estuvo con otra.

¿Tan poco le importaba?

Si es así, me alegra haberlo dejado antes de que me ponga los cuernos.

¡Dios!

Estoy tan furiosa.

Es tanta mi irá que empiezo a romper todo en mi habitación.

Rompo el espejo con una taza, desarmo mi cama.

Creo que eso fue suficiente.

Si June pudo superarme tan rápido yo también voy a poder.

Agarro mi cartera, me fijó que esté todo y una vez confirmado esto salgo de ahí directo a un bar fuera del campus.


















 

(…)

















 

Ahora me encuentro en mi habitación con un hombre de unos cuarenta años, que besa mi cuello.

Pensé que sería buena idea hacer lo que June hizo y acostarme con este señor, pero ya me estoy arrepintiendo de mi decisión.

Trato de sacarlo de arriba mío pero no lo logro.

Veo que quiere besarme en la boca pero corro mi cara para que no lo haga.

Al gira la car veo la lámpara al alcanzar.

Sin dudarlo un segundo se la rompo en la cabeza logrando que el tipo salga de arriba mío.

Me levanto de la cama y trato de salir de la habitación.

Estoy por abrí la puerta pero el tipo me agarra de la cintura y me empuja hacia la mesa del cuarto quedando mi cuerpo sobre el mismo.

— Así que sos una de esas calienta pollas. —Hablo el hombre acercándose a mi.

Lo ignore.

En la misma posición veo la mesa y logro ver un cuchillo sobre este, sin dudar lo agarro entre mis manos.

Miro como se va acercando el hombre hacia mi.

Me levanto de la mesa y cuando me va a agarrar de la cintura, clavo el cuchillo en su abdomen.

El tipo se aleja de mi y cae al piso.

Grita de dolor.

— ¡Maldita, perra! —Grita para después de unos minutos cerrar sus ojos.

Dios que hice.

Luego de eso entra June al cuero y ve el cuerpo en el piso.

Pero en vez de irse como suponía se quedó a ayudarme.

Y después apareció Cameron para darnos esa cosa de beber.


 

Hoy.
 

— ¡Dios! —Grite tapando mi boca de la impresión.

— Soy una asesina. —Es lo único que logró articular.

— Claro que no conejita, el se lo merecía. Si no lo hacías vos lo hubiera hecho yo porque nadie toca lo que es mío.

Hablo Cameron mientras se acercaba a mi.

Al estar en frente de mi pasó su mano por mi mejilla.

— Yo no soy tuya ni de nadie. —Pronuncio con asco hacia él.

A los segundos siento un ardor en mi rostro.

Me golpeó.

Acaba de golpearme.

— Vos sos mía te guste o no, y no voy a permitir que June ni nadie nos separe.

Se alejo de mi y fue al lado de June.

— Mírala bien por qué va a ser la última vez que la veas.

Veo como saca de sus pantalones por detrás un arma y le apunta a June con ella.

¡Oh dios! Lo va a matar.