Queen of Kings

Capítulo 10

Dos horas llevaba despierta y durante estas dos horas la mansión estaba llena de desconocidos hablando, poniendo cosas por el salón, mandando…

Demasiado ajetreo para la hora que era.

-¿Cuanto va a estar está gente por aquí?- hablé para mi misma-

-Cielo ve a la cocina tu padre hos a dejado el desayuno ahí-

-Está bien- dije con cansancio-

Mientras caminaba evitaba chocarme con alguno de los trabajadores. De verdad que hay veces en las que podrían vigilar un poco o se llevarían por delante a uno de ellos.

-Mica joder deja lo que no está en tu plato, lo otro es para Bega-

-¿Una ya no puede ni levantarse con tranquilidad?- los miré- puedes comerte lo mío Mica, ya por la hora que es-

-No, tú vas a desayunar-

-Mira Liam ya suficiente me jode que haya desconocidos por aquí sabiendo que las cosas no están bien como para que tu encima me vengas mandando-

-Deberías olvidarlo aunque sea por hoy-

-Miré a Uriel- Pues nada, pongámonos en peligro- fruncí ligeramente el ceño- hemos estado yendo con cuidado pero qué más da, venga vamos arriesgarnos haciendo una fiesta-

-Sabes que todo va a estar controlado- dijo Ezra sin verme- entradas, salidas, quien viene, quien se va…-

-¿Y eso que?-

-Pues que deberías de dejar de ser tan histérica- ví mal a Mica- verás como no ocurre nada-

-Os aviso que como pase algo me dará igual en qué situación nos encontremos- los apunté con el dedo- pero os patearé las bolas-

Sin querer verlos ni decirles nada más salí más cabreada de ahí de lo que ya lo estaba. Miré el reloj en mi teléfono y subí rápido las escaleras para prepararme para iniciar la clase.

-Nos vemos dentro de una semanas chicos- escuché que decía la profesora de geometría antes de que colgara-

Deje tal y como estaba  el ordenador y seguí con los deberes que había puesto justo está hora y luego me pondría con el restó. Desde luego hoy se habían lucido. 

Subí el sonido de la música de mi altavoz para olvidar el alboroto de fuera y seguí con los deberes, para así distraerme. De vez en cuando cantaba algunas partes de las canciones que iban sonando aleatoriamente. 

Debía llevar una hora y poco más, ya estaba haciendo el escrito que nos habían pedido en lengua. unas… mil palabras y llevaba unas trescientas.

Me hice un recogido rápido en el pelo con una goma que tenía en el escritorio para que los pelos no me molestarán y pudiera concentrarme.

Unos toques en la puerta hicieron que por un milisegundo me desconcentrara dejando de escribir.

-¿Quien?- bajé un poco la música-

-¿Otra vez con esa música?- cerró la puerta- ¿no te cansas?-

-Quien me cansa eres tú-

-Mhm- puso sus manos en el respaldo de la silla- ¿segura?-

-Creeme, es de lo más segura que estoy- escuche como resopló pero apostaba lo que fuera que estaba sonriendo- ¿que quieres?-

-Deberías haber comido algo-

-Eilad Black preocupado por que alguien no come-

-Mentira- apagó la música haciendo que resoplará- me encanta joderte, no lo olvides niña-

-¿Ahora resulta que soy una niña?-

Seguía manteniendo mi mirada en el ordenador mientras iba escribiendo.

-No serias una si no escucharás esa mierda de música- 

Por el espejo pequeño que tenía en el escritorio pude ver como su mano se dirigía a mi pelo por lo que de manera rápida pare su mano.

-Ni se te ocurra- dije viéndolo-

-Oh…- hizo un falso puchero- sigue sin gustarte que te toqué el pelo, que mona-

Solté su mano alejándose de mí.

-Si no tienes nada más que hacer o decir largate y dejame en paz- volví mi vista al ordenador-

-Lastima que no quiera largarme- rodé los ojos- 

-Bien- me levanté de la silla- en ese caso será por las malas- 

Caminé hacía la puerta pero su cuerpo fue demasiado rápido, más que el mío, consiguiendo acorralarme con bastante fuerza en la pared con una de sus manos enroscada en mi cuello.

-A mi no me vengas con esas estúpidas amenazas-

Lo ví con una ceja alzada.

-No vengas a darme ordenes, yo hago lo que se me da la gana-

-Sonrió de lado con cierta burla- Estás muy segura de lo que dices, el problema que tienes es que esa boca tuya como no la controles te meterá en muchos problemas-

-Deberías dejar de ser tan… imbécil? Sí eso-

-Tú deberías currarté más los insultos, eso para mi a sido con una pequeña brisa que no ha llegado a mover un solo pelo-

Lo ví de mala manera.

-Bega ma…- Liam nos vió desde la puerta- ¿Que cojones haces Eilad?-

-Divertirme, no lo ves?- lo miró de malas maneras-

-Dejala en paz, mamá nos quiere abajo- me vió a mí- ya nos tiene la comida hecha-

-No me vengas a joder, todabía no hemos terminado-

-Ya lo creo yo que sí- nuestro padre Caleb estaba parado al lado de Liam- sueltala ahora-

Esté resopló y me soltó. 

-Aburridos-

Dijo antes de ir abajo seguido por Liam.

Cerré el ordenador no sin antes haber guardado lo que llevaba del proyecto.

-Bega-

-Si papá, lo sé- dije cerrando la puerta-

-Vamos- 

Pasó su brazo por mi hombro y caminamos hacía la cocina pasando por el salón donde todo estaba ya un poco más tranquilo.

 

-Vale, Bega sigueme-

Faltaban unas cuatro horas y un poco más para que la fiesta empezará y la abuela había empezado a mandarnos a cada uno donde debíamos estar esas horas. 

Me apresuró a seguirla y más cuando subimos las escaleras, que parece que no toca ni uno de lo rápido que va.

Pasamos de largo su estudio y llegamos a la puerta donde nos tomaron las medidas para el día de hoy.

-Vamos entra- dijo abriendo la puerta-

Hice lo que me pidió y cerró la puerta. 

-Ahí tienes tu vestido, ven a verlo-

En cuanto ví donde señalaba me acerqué despacio como si de una pequeña brisa que mi cuerpo pudiera provocar movería aquel vestido.




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