Conveniencias

CAPITULO III ♧

Esta familia nació dentro de la economía y de grandes empresas ejercidas por los D'angelo, pero uno de los hijos del gran propietario sumó altas cantidades y resonó aquel apellido en toda Europa. Lucca D'angelo el hijo menor de Massimo D'angelo, hizo grandes inversiones convenientes a su padre y sobre todo grande ingresos al año en las empresas.

Su trabajo lo llevó a muchos países de Europa como Inglaterra, Alemania, Italia, Francia y muchos más, pero decidió quedarse en uno y por una sola razón conoció a una mujer llamada Alviria Meyer una mujer amable y luchadora, se habían conocido en negocios sobre pescadería y el quedo flechado por la mujer tan trabajadora, en fin, logró conseguir el espacio para montar su próxima empresa, y sí los ingresos eran miles se volvieron millones, su tiempo libre era dedicado a la mujer que lo hechizó se dedicó a conocer cada detalle de su vida y ella la de él y así pasaron los años hasta conocerse lo suficiente como para llegar al matrimonio.

Tuvieron una linda niña llamada Anastasia D'angelo, que nació con la sangre italiana corriendo por sus venas gracias a su padre que después de haber pasado años en Alemania se llevó a su esposa a Italia para enseñarle su tierra natal y entonces nació Anastasia en las mismas tierras de su padre.

Anastasia estuvo en Italia hasta los 13 años de edad, puesto que sus padres decidieron quedarse a vivir en Londres, Inglaterra, al principio Alviria se negaba de irse de Italia pues le costó mucho adaptarse a una nueva cultura pero Lucca la convenció para irse y no volver a mudarse después de irse a Inglaterra.

Lucca le presento a su esposa a Elizabeth N.K esposa de Erick Harrison eran un matrimonio inglés y los dos eran dueños de grandes empresas, ellos le ofrecieron a los D'angelo una unión entre empresas Alviria y Lucca aceptaron y se formó una unión entre las dos familias.

Cuando los Harrison se enteraron sobre todo la Sra. N.K de que los D'angelo tenían una hermosa hija se le ocurrió la gran idea de emparejarla con su hijo, Alviria no estaba de acuerdo porque el hijo de Elizabeth era muy mayor, mientras que Anastasia tenia recién cumplidos los 13 el joven iba a cumplir los 17.

Y le propuso a N.K que cuando Anastasia cumpliera la mayoría de edad podían casarse, Elizabeth estuvo de acuerdo ya que su esposo Erick la convenció de aceptar la propuesta.

Sin embargo, el matrimonio entre el joven y la pequeña Anastasia trajo desgracias a las familias D'angelo y Harrison.

Cian ( Años antes del asesinato de su madre y hermano )

Ya ver a mis padres discutir se había vuelto parte de mi rutina, aunque al final del día no lograba acostumbrarme, pero ese no es el caso.

Mi hermano menor le afectaba negativamente todo lo que discutían mis padres, las cosas terribles que se decían entre ellos era algo que los oídos de mi pequeño hermano solo le causaba más tristeza.

Un día llegué a casa, un poco más tarde pues había tenido un accidente en el cual toda la escuela se había enterado del traficó de drogas que hacíamos mis amigos y yo. La directora nos dijo que nos largáramos a otra institución o si no nos iba a denunciar, todos aceptamos su condición. Luego le contaría a mis padres.

Me quité el gorro de lana y revolví mi cabello, y lo coloqué en el perchero.

La casa se escuchaba silenciosa, sabía que mi padre no se encontraba, el auto de el tampoco estaba.

Subí hasta el segundo piso, fruncí mi ceño al ver a mi hermano sentado y recostado contra la puerta de la habitación de mis padres, sus brazos rodeaban sus piernas y estaba llorando, lo que me confundió más.

Me acerqué a el, lo más tranquilo posible, estaba asustado, triste y confundido, lo supe cuando levantó su mirada para verme y finalmente llegar hasta mí para llorar en silencio.

—Christopher—Susurré—¿Qué pasa campeón?—le pregunté acariciándole la espalda para tranquilizarlo.

—M-ma e-esta....—Tartamudeó aun llorando, le levanté el rostro para limpiarle las lagrimas que aun salían de sus lindos ojos.

—Despacio, primero ven—lo sostuve en mis brazos y lo llevé a mi habitación para lavarle la cara.

—Mami, está con otra persona.