En un pequeño pueblo lleno de montañas y arboles, vivía una pequeña niña risueña que tras la separación de sus padres se fue a vivir con sus abuelos, solo podía ver a su padre a la hora de la cena ya que pasaba todo el día trabajando, peor era la situación con su madre, que con profundo dolor se quedo viviendo en la ciudad para poder darle un futuro a sus adorados hijos.
Los años fueron pasando y la niña, ya no era tan niña, se aburría tanto en la escuela que llegó un punto en el que dejó de hacer la tarea, empezó a tener malas notas y fue llevada a psicólogos, los cuales no consiguieron que se abriera a ellos, nadie entendía el porque de ese comportamiento, ni siquiera ella misma lo sabia bien del todo.
Nunca faltó a ninguna clase, se presentaba incluso los días en los que estaba enferma, no provocaba conflictos con nadie, solo se divertía con sus amigos y el resto de compañeros. Durante las clases hacía las actividades que los maestros explicaban y lo que hacía, lo hacía bien, no necesitaba muchas explicaciones.
Las únicas asignaturas en las que si era aplicada eran: musica, artes plásticas y educación física, las mejores asignaturas que hay si me permiten agregar.
Las frases que mas escuchaba eran:
“ No lo entiendo Melisa, no haces la tarea que mandamos para casa pero cuando estás aquí la haces sin ningún problema”
“ Con lo inteligente que eres no entiendo porque no quieres hacer los exámenes”
“Eres de esas personas que con solo prestar atención en el aula podrías aprobar el examen perfectamente sin estudiar, no entiendo porque haces esto”
Si pagaran por cada vez lo escuchaba ahora mismo sería millonaria.