Capítulo 8

Otoño...

Invierno…

Se acabó el semestre, y nunca me volviste a mirar o sonreír, nada.

Vacaciones…

Fiestas…

No te volví a ver.

Se terminaron las vacaciones, comenzó el nuevo semestre; estábamos a mitad de la semana, mi amigo y yo ya no tuvimos que fingir que éramos novios, decidió que ahora sólo iba a salir con niñas, nada formal, ellas lo sabían y aceptaban.

Mi nuevo salón se encontraba en el tercer piso, era el primer día y se me hizo tarde, así que me apresuré, subí las escaleras corriendo, hasta que choque con el pecho de alguien, me tambaleé, una mano me agarró, pero me caí y la persona que intentó sostenerme también se cayó.

Caí de espaldas, sentí un dolor fuerte en mi nuca, también sentí un golpe en mi frente, ahora alguien estaba encima de mí, me preguntó la persona que si estaba bien, cuando cruzamos miradas, eras tú…

Te sentaste de rodillas, ahora los dos nos preguntamos al mismo tiempo que si estabas bien, los dos reímos, tú labio estaba sangrando, me revise mi cabeza pero no me pasó nada, hasta que me tocaste la frente y me dijiste que tenía un moretón y estaba sangrando, te levantaste rápidamente, me ayudaste a levantarme, pero sentí mareos, así que me cargaste, rodeé tu cuello con mis manos, sentí como te relajaste cuando los puse en tu cuello, estuvimos platicando mientras llegamos a la enfermería, ella nos checó, dijo que nuestras heridas no eran profundas, después de curarnos, dijo que tenía que ir a dar clases, que nos podíamos quedar un rato, hasta que nos sintiéramos mejor. Los dos nos quedamos completamente solos, ninguno decía nada, no sé si era por lo que acababa de pasar o por la última vez que nos vimos, te levantaste e ibas hacia la puerta, te detuviste, te giraste hacia mí y me dijiste:

Pensé que te llamabas “Tutti”…

Me quedé callada, me sorprendió que me hablaras, después comencé a reírme, hasta estaba llorando de lo que acababas de decir, ¿quién creería que fuera ese un nombre?, me contaste la historia, me dijiste que la primera vez que me viste, estaba platicando con mi amigo, que le estaba sonriendo; atenta a lo que me decía , después mi amigo me despeino, me enojé y le embarre betún de mi pastelito en la boca, después me estaba persiguiendo y cuando me alcanzó me deje caer al piso, luego que él me empezó a poner el betún de su boca en mi cara y que yo solo me reía, me dijiste que te pareció bonita la forma en que reía; recuerdo ese día; fue cuando llevaba supuestamente dos semanas de novios con mi amigo y me compro el pastel, pero no sabía que tú estabas en ese momento y que me estaba mirando, desde ese día querías saber mi nombre, así que le preguntaste a mi amigo y te dijo que tenía un nombre horrible y que por eso todos me llamaban con ese apodo, por eso me hablaste, querías preguntarme de mi amigo si iba ir al entrenamiento para después hacer platica conmigo, pero no funcionó, después te enteraste que era novia de él y a un querías hablarme hasta ese día del partido en cómo estábamos él y yo, pensaste que íbamos enserio, así que decidiste alejarte. Te conté que en realidad nunca fui su novia, que sólo lo había ayudado por que él no quería tener una relación en esos momentos, pero que ya habíamos decidido dejarlo.

Después seguimos platicando, me dijiste que eras de último semestre, eso ya lo sabía, me contaste que querías estudiar medicina, que quieres ser uno de los mejores médicos que pueda haber; terminamos de hablar, me preguntaste que si estaba bien para regresar a clases, te contesté que sí.

Resulta que este semestre nuestros salones están uno frente al otro, así que comenzamos hablar desde entonces, teníamos cierto coqueteo, pero nada más, salíamos pero como amigos, a la mayoría de mis amigos no les agradaba, me decían que eras muy presumido por tener dinero, a mí no me lo parecías, a mi mejor amigo le empezaste a caer mal; que te habías vuelto demasiado arrogante en el fútbol.

Conmigo eras diferente...