El timbre de la escuela anuncia una nueva clase. ¡¡Que bien!!
Llegó al aula de matemáticas y me siento cerca de la ventana. La clase aún no comienza, llegué unos 10 minutos antes, miró el patio y veo que hay varios chicos llegando aún. Se ve todo desde el segundo piso.
Volteo a ver la puerta y veo que Matt está sentado a mi lado. ¿cuándo llego?.. yo le sonrió.
-Hola Anna- me sonríe.
-Hola Matt- dije- No sabía venías conmigo a matemáticas. -
-Si, creo que nunca lo notaste.- responde- ¿Cómo estás? ¿Cómo sigue tu pierna?-
-Bien, ya me saqué la venda, ahora solo tengo una cicatriz. ¿Y tú, que tal estás?
-Yo estoy bien. Bueno, pero se puede tratar con cremas, o no?- me mira curioso- Tengo que ir a nadar después, ¿quieres que te lleve?-
-Claro, aunque debo empezar a practicar ballet. Ya sabes, para lograr "equilibrio".
-Auch.. ¿no dan clases en el gimnasio también?- me dice.
-No lo se. Mi entrenador es el que busca con quién debo practicar. Decisión de mis padres-
-Bueno...
Creo que iba a decirme otra cosa cuando los chicos lo interrumpen para saludar. Michael lo mira creo que desconfiado al igual que Sam. Pero lo ignoran por ahora, espero.
-Hola Ann- me dicen a coro. Y se sientan detrás nuestro.- Matt.. - dice Sam. Éste solo asiente y los ignora.
-Hola chicos- volteó a verlos -¿Qué tal?-
-Bien. - Michael me acerca hasta su oído y me susurra- ¿Qué haces con Matt?-
-Hablabamos, ¿qué tiene de malo? No me digan que están celosos-
-Claro que no- dijo Sam- Solo que no confío en él. Huele raro. - dijo levantando la ceja.
-Para tu información Jones. Te puedo oír- dijo Matt volteando a ver a Sam- Tu hueles igual de raro. Y mejor aprende a susurrar y no hablar en voz alta. -
Michael y yo nos reímos un poco. Pero esa diversión acabo cuando entró el profesor.
-Bueno clase, dejen las charlas y presten atención, se viene un examen. - Varios alumnos le respondieron con un Ohh.
Mire a los chicos.
-Luego tengo algo que mostrarles- dije susurrando para que el profesor no me escuchara.
Sam me miró curioso y Michael movió la cabeza preguntándome que pasa.
-Se los muestro en el receso. - y asintieron.
Bueno, para ser exactos faltan como una hora y media para ese receso. Les iba a mostrar el diario de Abie.
El profesor comenzó a hablar y explicar el tema.
***
Gracias a Dios sonó el timbre del receso.
Tome la mochila y fui directo a la cafetería.
Había frutas, macarrones con queso, patatas fritas, y hamburguesas. Yo solo tomé una manzana y una botella de agua. Salí de la cafetería y fui a una de las mesas que estaban cerca de un árbol.
Iba a escribirle a los chicos para preguntarles donde estaban, pero llegaron como por arte de magia.
-Estaba por escribirles. ¿Cómo..?- pero me interrumpió Sam.
-Oido subdesarrollado. - dijo.
-Claro, ¿olfato también?- dije riendo.
-Si- me respondió Michael- ¿Y bien, que nos tenías que mostrar?-
Abrí la mochila y saqué el diario de Abie, luego se lo di a Sam.
-¿Por qué me das tu diario?- me preguntó.
-Ese no es mío. - le dije.
-¿Cómo que no? Anna es tu diario, el que te regalo Sam en tu cumpleaños.- soltó Michael.
-Abrelo- y me hiso caso- Ahora, mirá la última página.-
-¿Porque tiene aspecto de viejo?- Dijo Sam mientras buscaba la última página- ¿Qué..?- pero lo interrumpí.
-No lo sé. Solo sé que le perteneció a una tal Abie- y levante los hombros.
-Dejame ver- Michael le saco el libro y leyó la frase.- ¿A quién se lo dedica?-
-Tampoco lo sé.- le respondí.
-¿De donde lo sacaste?- pregunto curioso Sam.
-El otro día, fui a la biblioteca, y lo vi, me llamó la atención que fuera idéntico a mi diario. Asi que, lo tomé.- le respondí.
-¿Por qué no tiene nada escrito?
-No tengo idea-.le dije.
-Es extraño. Por que ese libro estaría en la biblioteca si no tiene nada escrito. Y porque es igual al diario que te obsequió Sam- me preguntó Michael. Luego miró a Sam- ¿De donde sacaste el diario de Anna?-
Yo también lo miré curiosa.
-Lo vi en la librería que está en la calle 9 y la Kennedy. ¿Crees que tengan algo que ver?-
-Probablemente el hecho de que sean iguales, y también fue el diario de alguien, si- le dije yo.
Íbamos a seguir hablando pero sono de nuevo la campana. Me levanté a botar la manzana y la botella de agua vacía.
-Bueno, creo que tenemos que ir a clases- rio Sam.
-Si, ¿Anna irás a tus prácticas con Matt?- dijo Michael.
-Si se ofreció a llevarme. - frené de golpe, haciendo que ellos volteen a mirarme. -¿Me estaban espiando?-
-Sí- solto Sam. -Por alguna razón no confío en Matt.-
-Ustedes dos, están celosos- reí- Pero no quiero que me espíen o escuchen mis conversaciones con Matt.- los miré seria y segui caminando.
-Esta bien..- Sam puso los ojos en blanco.
Michael estaba callado por lo que volteé a verlo. Él en cambio, estaba mirándola a ella. Ya saben, la que le gusta.
Melissa. Cabello rubio, ojos claros. El estereotipo de adolescente perfecta.
Ella me agradaba, era buena, dulce, no es engreída a pesar de tener mucho dinero.
-Eh..Tierra llamando a Mike- Sam se metió en medio de su vista a Melissa.
-Perdón estaba distraído- dijo Michael.
Sam le jugo una broma.
-Ya sé que me amas, pero no es para que lo demuestres así- y empezó a reir. Luego note como frunció las cejas.
-¿Qué pasa?- pregunté yo.
-Este idiota me está molestando- me dijo.
-¿Cómo si no te ha dicho nada?-.
-Si lo ha hecho.- yo lo miré confundida y a la vez negué con la cabeza. -Cierto, no te lo habíamos dicho...
-¿Otra cosa más que no me enteré?- asintieron.
-Telepatia- dijo Michael apresurado ya que casi llegamos tarde a clases. -Nos vemos chicos-y desapareció.
-Adios- miré a Sam.- ¿Tú tienes biología conmigo, o no?- el asintió y llegamos al aula. El profesor ya estaba allí, pero no había empezado aún.