Querido Diario ||

16

¿Mattie?¿De dónde saqué el apodo?

Guardé mi mochila, saqué algunos cuadernos y libros, mi teléfono, mi cartuchera y salí a una de las clases. Llegué antes de que todos mis compañeros estuvieran en el salón de química, pero habían algunos ya sentados. No había hablado con mis chicos esta mañana, Sam debería estar en clases de dibujo y Mike en clases de música. Si, sé los horarios de mis amigos al igual que ellos saben los míos.

Este año me han tocado algunas clases sola, y otras clases con Mike o Sam. Depende mucho del día, y ahora con los temas de su licántropia y eso, se vuelve algo, raro. Aunque tal vez esté desvariando y no pase nada.

A medida que pasaban los minutos, el aula se iba llenando. Como de costumbre, me puse a hacer garabatos en la hoja de mi carpeta hasta que levanté la vista y vi a Jessica sentada acomodándose y sacando los mechones de cabello rubio de la frente. Tenía la mirada puesta en mí, sonriendo y escaneando mis cosas con sus ojos azules.

Jess jamás se sentó conmigo en química, es más, no sabía que compartía clase con ella.

—Hola Anna—sonrió—¿No te molesta que me quede aquí, verdad?

Respondí casi al instante: 
—No, no me molesta Jess—aseguré. Ella mostró su sonrisa contagiosa y siguió acomodando sus cosas hasta que entró la profesora.

En todo el tiempo que conocía a Jessica no solíamos dirigirnos más de un saludo o algo por el estilo. Ahora estaba sentada junto a mí en clase de química.

—¿Cómo se encuentra tu pierna? Veo que puedes caminar bien—bajó la mirada hasta mi pierna y la volvió a subir.

—Sí, eh...—dudé pero respondí.—Me molesta un poco cuando la apoyo en algo o cuando la toco, si no, no me duele.

—Ah— asintió—,para una herida así, sanó rápido, ¿No fue profunda, o sí?

—Tenía la cuchilla del patín enterrada, así que sí, fue un poco profunda.—Giré la cabeza hacia el pizarrón y empecé a escribir.

—Sí, recuerdo cuando caíste, que lástima—la miré—.Tu coreografía estaba linda, te había visto practicarla—el tono de su voz era cantarino, dulce.

Que ella me dijera que mi coreografía era linda, me hizo sonreír, nadie más que los chicos y Nana me decían cosas que me hicieran sentir bien conmigo misma.

—Gracias Jessica, tu baile fue muy bonito también.—y no miento, su baile fue bonito, hasta el momento en el que cayó.

En agradecimiento a mi comentario asintió me dedicó una sonrisa. Volteé mi vista de la rubia al pizarrón donde la profesora puso el título "Enlaces Químicos". Genial.

No era mala en química, sólo no me salen mucho sus problemas numéricos y así, si necesitaba ayuda recurría a los libros o algún tutorial en youtube.

El día de hoy era gris, aquí en Hollage el invierno es totalmente gris y nevado. En primavera la nieve desaparece, dejando lugar a algunas flores y al sol, conservando algunos vientos frescos. En verano hay sol, mucho sol, el color verde destaca aquí gracias a todos los árboles. Las -no tan grandes- montañas se adornan de verde y marrón. Y aún estábamos en Enero, falta un rato largo para primavera.

La profesora comenzó a escribir algunas cosas de los enlaces químicos, qué son y cómo están formados. Aburrido, sí. Jessica parecía no entender todo lo que escribía la profesora McKent cuando giré la vista.

Seguíamos en clase de química, había pasado exactamente una hora, una triste hora en donde la profesora se dedicó a hacernos escribir y leer. Dado a que estábamos en la segunda hora nos dio actividades y preguntas que resolver.

Ya había resuelto unas cuatro preguntas cuando noté que Jessica no dejaba de moverse, tenía la mirada fija en sus hojas y el lápiz en su mano derecha no dejaba de golpear la mesa.

—¿Estás bien, Jessica?—pregunté, haciendo que la nombrada me mirara—¿Necesitas ayuda?

Ella me analizó con sus ojos azules y asintió. Parecía que no sabía cómo pedir ayuda. En referencia a la materia, claro.

—Sí—dijo—, y gracias Anna, no me gusta química.—añadió mirando a la profesora señorita en su escritorio.

Le expliqué algo -de lo que yo entendía-, y se puso a resolver las cosas en su carpeta, cada tanto me pedía ayuda en alguna pregunta hasta que las terminó todas.

Dejó el lápiz en la mesa y se giró en mi dirección. —¿Iras a entrenar hoy?— habló la rubia.

Yo asentí. —No hay día donde no entrene.

—¿No te cuesta un poco con la pierna?—hizo el mismo gesto de hace un rato, bajó la mirada a mi pierna y la volvió a subir, mientras cambiaba su expresión de tranquila a curiosa.
—Digo, yo no podría patinar con la pierna así.

Y en parte tenía razón, es difícil mover bien la pierna, pero estaré bien. Lo que si fue verdaderamente extraño, fue que la cicatriz se hizo rápido.

—Es difícil, sí. Pero si se quiere se puede, ¿o no?

—Supongo.

No dije más nada porque otra voz invadió mi cabeza. Una que conozco a la perfección. Sam.

¡Anna!¿En dónde estás?

Hola, Sam—modales ante todo— Estoy en clase de química, ¿Por?¿y tú?

Estaba por ir al patio, me salté la clase de dibujo, ¿has hablado con Mike?

No—pensé, apreté las cejas.—¿Por?

No me percaté de que aún tenía la mirada de Jessica en mí, por lo que ella preguntó:

—¿Pasa algo, Anna?—yo negué—Parecía que tenías algo por tu expresión.

—No, tal vez se me ha cruzado un pensamiento por la cabeza— sonreí, mientras la voz de Sam en mi cabeza seguía haciendo acto de presencia.

Annie, ¿estás con alguien?—preguntó Sam, sonaba ansioso. Y en él, no era algo bueno.

Algunas veces sufría un ataque de ansiedad y no encontraba forma de calmarse.

Sam, estoy en clase. Jessica esta conmigo, ¿qué sucede con Micheal?

¿Jessica?¿Tu compañera de pista?— asentí. Aunque después de hacerlo me di cuenta de que fue algo estúpido, ya que Sam no podía verme.

Sí, ella, ¿Qué le pasa a Mike?—solté un gruñido.




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