¿quién eres?

Capítulo 1

Para Alicia siempre había sido normal ser admirada y alabada por todos a su alrededor, en el instituto era una de las personas más queridas y populares, su belleza e inteligencia hacían que sobresaliera allá donde fuera y la habían catapultado a la cima de la pirámide escolar.

 

Alicia se había acostumbrado tan rápido a ser un ídolo para todos y  a estar rodeada de tantas personas que la alagaban, que había olvidado que el lado oscuro existía.

Esa mañana, mientras hablaba con su recién adquirido novio y su mejor amigo sobre los planes para el fin de semana entrante, pensaba que tenía la mejor vida del mundo, pensó que nadie podría arruinar la perfecta burbuja que había creado para sí misma, pero todo eso se derrumbó en cuestión de segundos.

La campana había sonado, indicando que en poco tiempo comenzarían las clases y todos los alumnos se dirigieron a sus casilleros para buscar sus libros.

Todos estaban al pendiente de sus asuntos, conversando con sus amigos o revisando sus horarios, cuando un gran estruendo llamó la atención. Todos en el pasillo miraron a Alicia, convirtiéndola en el centro de atención, pero a diferencia que de costumbre, esta vez no fue de buena manera.

 

A los pies de la chica estaban todos sus libros, junto con un enorme bulto de ropa negra de origen desconocido.

 

Las personas empezaron a murmurar sobre Alicia, ella sabía el tipo de chismes que propagarían por toda la escuela a raíz de esa situación así que fue pateando todo poco a poco dentro del casillero. Mientras trataba de ocultar el desastre causado vio un pedazo de papel amarillo que salía de entre la ropa negra, lo tomó rápidamente y vio que tenía algo escrito.


Alicia cerró el casillero de un portazo y disimuladamente leyó el papel.

 

Con una letra muy fea y distorsionada estaba escrito:

TERMINA CON TU NOVIO O HABRÁ CONSECUENCIAS.

—¿Problemas, Alicia? —una voz chillona e insoportable vino de un lado suyo, era una voz que conocía a la perfección.

Al mirar al lado vio la horrenda cara de Carolina, quien la miraba con una sonrisa burlona. Alicia apretó el puño en el que tenía la nota haciendo una bola con el papel y se giró para encarar a Carolina.

Se acercó a ella tanto que el espacio personal dejó de existir entre ambas y le susurró —:Deja de hacer lo que sea que estés haciendo, no colmes mi paciencia.

—¿Y qué dices tú que he hecho exactamente? —dijo Carolina alzando la voz y dando un paso hacia atrás.

—Sabes perfectamente de lo que hablo, detente o habrá consecuencias, no es mi problema que tus habilidades de seducción sean tan malas que tengas que ir por ahí amenazando a las personas para que terminen con su pareja —dijo Alicia en voz baja, estaba segura de quién había sido la que había dejado todo aquel desastre en su casillero.

—No sé de qué hablas, pareces haberte confundido de persona, yo no soy como tú, yo no necesito manipular a las personas para tenerlas a mis pies, yo tengo amigos, no esclavos.

—Yo no juego con las personas, ni las manipulo, las personas vienen a mí por sí mismas, atraídas por mi brillo natural, a ti solo te buscan por ser simplona y fácil de utilizar.

Tras decir esas palabras, Alicia se dirigió a su clase, tenía muchas cosas más que decirle a esa pobre estúpida que creía todo lo que le decían, pero no podía ni quería recibir la atención mal intencionada que estaba recibiendo en ese momento.

El resto del día pasó sin mayores inconvenientes, lo único problemático eran los rumores que corrían en la escuela y los dos bandos que se estaban formando.

 

La escuela se dividió en dos, una gran parte apoyaba a Alicia y no bajaban a Carolina de perra y envidiosa. La otra minoría estaba especulando sobre qué tal vez la misma Alicia había causado el desastre en su casillero para llamar la atención y dejar en ridículo a Carolina.

Por su parte, las dos protagonistas del problema estaban calmadas, ambas en su lado del comedor, ignorándose mutuamente.
 

De la nada, mientras Alicia comía tranquilamente sumida en sus pensamientos, una manzana voló desde el otro extremo del comedor y calló sobre su plato. La fruta cayó en una esquina del plato, haciendo palanca para la comida que estaba en el otro extremo y causando que esta callera sobre ella.

 

Alicia saltó hacia atrás quitándose la comida que había caído en su vestido y pelo, Su mejor amigo se levantó y la ayudó, asegurándose de que no se había hecho daño, en cambio, su novio, causó un gran alboroto en el comedor, dando pie al inicio de una guerra de comida.

 

El caos se desató en solo segundos, la comida iba de un lado a otro manchando las paredes, el suelo y el techo, en cualquier momento aparecerían los profesores y castigarían a los culpables.

 

Alicia aprovechó el caos y escapó junto a Max a los baños para lavarse, una vez allí, esperaron un rato hasta que el caos en la cafetería pasó por completo.

Para Alicia siempre había sido normal ser admirada y alabada por todos a su alrededor, en el instituto era una de las personas más queridas y populares, su belleza e inteligencia hacían que sobresaliera allá donde fuera y la habían catapultado a la cima de la pirámide escolar.

 

Alicia se había acostumbrado tan rápido a ser un ídolo para todos y  a estar rodeada de tantas personas que la alagaban, que había olvidado que el lado oscuro existía.

Esa mañana, mientras hablaba con su recién adquirido novio y su mejor amigo sobre los planes para el fin de semana entrante, pensaba que tenía la mejor vida del mundo, pensó que nadie podría arruinar la perfecta burbuja que había creado para sí misma, pero todo eso se derrumbó en cuestión de segundos.

La campana había sonado, indicando que en poco tiempo comenzarían las clases y todos los alumnos se dirigieron a sus casilleros para buscar sus libros.

Todos estaban al pendiente de sus asuntos, conversando con sus amigos o revisando sus horarios, cuando un gran estruendo llamó la atención. Todos en el pasillo miraron a Alicia, convirtiéndola en el centro de atención, pero a diferencia que de costumbre, esta vez no fue de buena manera.




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