Mi boca quedó abierta de la impresión al oír las palabras de Marcelo, rápidamente voltee a ver las reacciones de los demás aliviándome de que no era la única que estaba sorprendida, Ivonne tenía la cara más pálida de todas aun cuando ella ya es de piel clara, se entiende que este aterrada… después de todo era su vecino. No tardaron segundos en quejarse.
– ¿Acaso estás loco? Mis papás me dijeron que solamente se desmayó – le gritó con fuerza Jesús totalmente nervioso por el asunto.
– Yo vi que ayer se lo llevaron en ambulancia – dijo con la voz temblorosa Juan mientras abrazaba el balón de Jesus por los nervios.
Todos comenzaron a hablar entre ellos cada quien dando su opinión sobre lo que vieron o escucharon en la noche de ayer, no podia hacer mas que ver con mis ojos a cada uno mientras contaban sus anécdotas, no sabía si opinar, empecé a sentir una sensación muy extraña, como una picazón en la garganta por no hablar y una presión en mi pecho por solamente estar ahí parada, queria opinar, quería ser parte del grupo pero no sabía cómo. Abrí mi boca tomando aliento justo para decir la primera palabra cuando justamente habló Marcelo interrumpiendo mi intento de seguir la conversación.
– Escuche a mis padres hablar sobre el asunto – todos prestaron atención y no era por menos, Marcelo tenía los mejores padres del mundo, y su papá era policía. – Fue un asesinato, se lo llevaron en camilla pero no al hospital si no a investigar la escena del crimen. – sus palabras dejaron a todos helados.
Tenia razon, el unico que podia darnos información real era Marcelo que tenía la información en su casa, no podía dejar de verlo sorprendida, a pesar de que él y Javier eran muy buenos amigos él no se veía derrotado ni triste, me era tan sorprendente verlo ahí con su expresión decidida a investigar sobre la verdad, siempre me había sentido pequeña e insignificante por que era lo que mama me decia por ser una niña.
“Los niños ni siquiera entienden.”
La situación se puso más tensa pero poco a poco todos empezaron a aceptar la situación, y uno a uno aceptaba unirse al plan de Marcelo por buscar pistas o sospechosos, yo me sentía atontada, entre los nervios por venir y hablar con más niños y lo maravilloso que era Marcelo que parecía todo un detective un sentimiento de esperanza creció en mí… Podía ser de valor. Yo podría realmente ayudar.
– ¿Recuerdan a Alejandro? – habló Adrian de forma pensativa.
– No… ¿Crees que él también? – Ivonne le respondió rápidamente preocupada.
Dirigí mi mirada hacia atrás un poco, yo igual recordaba a Alejandro, un niño de 10 años muy alegre y feliz, apreté mi boca para no abrirla, en mis recuerdos solamente tenía amargas envidias hacia él porque siempre desde la ventana lo veía jugar con su papa con los carritos nuevos que le compraban, se que no soy una niña buena pero realmente me llenaba de un sentimiento rancio y triste cuando lo veía jugar cada jueves y martes sin falta afuera de la vecindad, siempre cerca de mi ventana. Trague saliva recordando cuando se mudo su familia repentinamente sin avisarle a nadie, pero unos días antes ya no lo había visto jugar más.
– ¡Alejandro no murió! Solo se mudaron. – Juan habló con un tono de reproche, de repente todos volteamos a vernos.
– Pero es cierto que de un momento a otro Alejandro ya nunca más apareció… Recuerdo que tu jugabas con él también. – habló con suavidad Marcelo hacia su hermano pequeño, entonces él adoptó una expresión más seria.
– Bueno… Un Jueves fui a jugar con él como de costumbre y sus padres me dijeron que no podía porque se iban a mudar – relató el pequeño Javier.
– ¿Pero lo viste? ¿Viste a Alejandro? – Ivonne le preguntó nerviosa.
Entonces el silencio reinó otra vez cuando Juan negó con la cabeza, comenzó a mover sus manos nervioso, estoy segura que ahora sentirá que todo esto es más real… incluso yo. Sin quererlo solté un pesado suspiro llamando la atención de todos, me empecé a poner nerviosa, no quería que todos me vieran tan fijamente, intentaba disimuladamente bajar mas mi vestido para que no notaran los moretones que tenía en mis piernas.
– ¿Ella qué hace aquí? – preguntó Jesús con una voz llena de asco, podía ver como veía en mis piernas todos los moretones, sentía que mi corazón latía demasiado rápido.
– Yo la invité, Anya siempre está viendo por la ventana así que de seguro nos ayudará. - respondió con tranquilidad Marcelo volteando a verme, sentía cierto alivio de que respondiera.
– ¿A que? Solamente asusta a la vecindad. - cuestiono Jesús viéndome con una mirada de sospecha e inquietud.
Podía notar como todos estaban incómodos y me veían con una cara llena de confusión, comencé a sentirme otra vez extraña, pero esta vez yo reconocía este sentimiento, era igual a cuando mi mama me volteaba a ver y yo intentaba ser lo más invisible posible, quizás… había sido mala idea salir de casa.
– Yo ayudaré… Todo lo que vea se lo diré a Marcelo – no podía evitar que mi voz sonara extraña como si temblara, me daba tanta vergüenza hablar.
Todos, incluso el pequeño Juan me vieron con una cara que no entendía qué significaba, ¿Ya les había caído mal? Sentía que cada vez era más difícil respirar, quizás por esto mamá no me deja salir a jugar con nadie, quizás realmente soy una mala niña, tenía miedo, mucho miedo. Entonces sentí la mano de Marcelo en mi hombro, me gire a verlo totalmente sorprendida, él me veía con una sonrisa tan bonita, nadie me había sonreído así antes. ¿Qué era esto? ¿Por qué me daban ganas de llorar? Comencé a respirar lento para tranquilizarme, igual que como hacía cuando mamá me golpeaba.
Después de esa platica Marcelo comenzó a relatar su plan, me sorprendía como había pensado en todo y ahora ya entendía la razón por la que me invitó a jugar. En pocas palabras todos seriamos un grupo de espías, Marcelo decía que los padres han estado empezando a actuar extraño pero por alguna razón no nos dicen nada, algo está mal en la vecindad pero los adultos no hacen nada, entonces es aquí donde entramos nosotros en juego, cada uno tendrá que estar al tanto de lo que cada padre o persona adulta cercana a su hogar diga y en unos días volveriamos a juntarnos para juntar toda los chismes de los que nos enteremos, en mi caso me asignaron la labor de seguir viendo por la ventana todos los dias como hago normalmente y recordar si veo a algún adulto haciendo cosas extrañas por las noches, por otro lado, Marcelo tendría el papel más importante, el esperara a que sus padres lleven la información del caso de Javier a su casa, al parecer Marcelo conoce muy bien a sus papas asi que dice que siempre llevan sus papeles del trabajo a la casa, el dia que los lleven, Juan se encargara de distraerlos y Marcelo será el que leerá todo lo que dice, es hasta el dia siguiente que nos reuniremos para armar el rompecabezas juntos.
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Editado: 07.10.2024