El viento danzaba entre los árboles, llevando consigo el aroma a tierra mojada. Anastasia, una joven de espíritu soñador y corazón noble, deambulaba por el bosque, dejando atrás el bullicio de la ciudad y sumergiéndose en la serenidad de la naturaleza. Desde su infancia, había hallado refugio en ese rincón, donde escapaba de las responsabilidades y los embates de la vida.
Sin embargo, en ese día en particular, algo en el aire era diferente. Una sensación extraña de inquietud se apoderaba de ella, como si el bosque guardara secretos que ansiaban ser revelados. Anastasia siguió avanzando, dejándose guiar por su intuición, hasta que sus pasos la llevaron a un claro cubierto por un dosel de hojas caídas.
Allí, en medio de la luz que se filtraba entre los árboles, se topó con un hombre alto y apuesto que la observaba con ojos penetrantes. Federico, así se presentó, despertando en Anastasia una mezcla de curiosidad y atracción. Desde ese instante, sus vidas se entrelazaron en un torbellino de emociones intensas y secretos oscuros.
Los lazos que forjaron se tornaron más fuertes, pero también más oscuros, y la joven se verá obligada a enfrentar dilemas morales y traiciones inesperadas. En un mundo donde los vampiros caminan entre los humanos, la pasión y el peligro convergen. Anastasia comenzará a cuestionar si su relación con Federico, por más lógica que parezca, es verdaderamente sensata.