Quiero que seas tú

Capitulo 3

Carl

—Sera mejor que se los digas ahora. Y si no lo haces, lo hare yo.

—No lo harás —dije con seguridad.

—¿Y por qué no?

—Porque no te corresponde, así que deja el tema por un momento...—No termine de hablar, pues Tyler me ha callado colocando su mano en mi boca. Me hace una señal de que guarde silencio. Asu vez, pide que lo siga.

Con cautela, camino detrás del castaño en dirección hacia la puerta del patio trasero. Antes de abrir el se detiene.

—¿Qué sucede? —le pregunto en un susurro.

—Alguien entro a tu casa —responde, de la misma manera.

—Debe ser Alice que luego suele escaparse por las noches.

Tyler levanta una ceja, —No creo que tenga conocimiento en como usar un arma, ¿o si?

Me quedo sin palabras, y solo veo que Tyler hace aun lado su chamarra para poder sacar el arma que trae oculta. Luego, la recarga con un par de cartuchos.

—Debemos entrar. —Asiento con la cabeza — Yo iré primero, y revisare todo. Si hay alguien, quiero que subas a tu habitación y llames a la policía.

—Tyler, tu eres la policía.

—Estoy hablando enserio.

—Esta bien.

—Contare hasta tres. —suspira y toma la cerradura de la puerta. —Uno...—gira un poco la cerradura hasta abrir la puerta — dos...—hace una pausa —tres...—abre silenciosamente la puerta y los dos entramos, tratando de hacer el ruido menos posible.

Todo esta oscuro, todas las luces apagadas. La única y poca luz que tenemos, es la luz de la luna que entra por las ventanas. Tyler da unos pasos para salir de la cocina, voy detrás de él. Estamos apunto de llegar a las escaleras cuando de pronto me detiene; colocando su mano enfrente de mí. Y solo pude escuchar lo que me dijo en un susurro:

—No te alarmes —y me hizo señas para que viera al frente. Y ahí estaba, aquel hombre vestido de negro con un arma apuntando a Alice. —Retrocede, yo me encargo.

No podía despegar la vista de él, pero tampoco podía hacerle caso a Tyler cuando vi que Alice cayo al piso. Mi prioridad era ella, y lo único que quería era que estuviera bien. Así que ignore lo que Tyler me dijo, y solo grite su nombre.

—¡Alice!

Tyler se alarmo, al igual que aquel sujeto y en cuanto nos vio; nos apuntó con el arma. Tyler se puso frente a mi e hizo lo mismo. No pude evitarlo, y  corrì en dirección a Alice, sin importar que enfrente estuviera aquel hombre.

—¡Carl, no! —grito Tyler, y en cuanto quede de frente con el hombre, no hizo nada más que salir corriendo rompiendo el cristal de la ventana de la sala.

—¡Mierda, Carl! —exclamo Tyler y solo pude ver por encima del hombro que corrió detrás el hombre.

—Alice, respóndeme —Tomo su cabeza y la puse con delicadeza sobre mi brazo, mientras movía levemente su rostro —¡Alice!

De repente las luces se encendieron, —¡Carl, ¿Qué sucede? —Pregunto Mark, mientras bajaba apresurado por las escaleras. —¡Oh, cielos! ¡Alice!

Corrió de inmediato hacia donde estaba, mientras que Alice no reaccionaba.

—¿Qué sucedió? —Interrogo.

—Es lo mismo que quiero saber

—Al, hija...

No lo dude más, y del bolsillo interno de mi saco, saque mi teléfono.

—Llama a la ambulancia —ordene, dándole mi celular a Mark. El lo tomo y se apresuro a llamar la ambulancia. —Alice, despierta por favor — me acerque un poco a ella para poder sentir su respiración. Era normal, pero aun seguía sin despertar.

—Ya vienen. Dije que se apresuraran —podía sentir su mirada en mi, así que también lo mire —¿Qué fue lo que paso?

Su voz era seria y a la vez fría.

—Alguien entro a la casa. Y no se si le habrá hecho algo a Alice...—no pude continuar, pues un susurro me detuvo.

—Carl...—escuche, ese sonido venia de Alice. Por un momento abrió los ojos y pudo decir mi nombre con dificultad.

—Al, ¿estas bien? —pregunto Mark preocupado. Pero ella solo me miro y volvió a quedar inconsciente. Intente de todo para poder hacerla despertar, pero nada funciono. Y no podía esperar a que la ambulancia llegara. Mis impulsos y mi preocupación por verla bien hizo que la cargara en mis brazos y quisiera salir con ella para yo mismo llevarla al hospital.

—Carl, la ambulancia esta por venir, hay que ser pacientes y...

—¡No la dejare así! —exclame con fuerza — Si quieres espera la ambulancia, pero yo no puedo. —Mark me miro asombrado, y sabia que tenia razón. Y de inmediato abrió la puerta.

—Conseguiré un taxi —dijo, para salir corriendo con sus pantuflas casi saliéndose de sus pies. Sali detrás de él con su hija en brazos. Quería llegar lo mas pronto posible, ahora no me importaba quien demonios había entrado me importaba más Alice.

Al, estarás bien. Por favor resiste

Alice

Abro los ojos con dificultad y una luz blanca es lo primero que logro ver. Hay poco ruido, pero me doy cuenta que en mi cama no estoy cuando veo pasar a una enfermera al final de la cama. Quiero levantarme, pero siento que alguien esta tomando de mi mano izquierda. Al dirigir mi vista hacia mi mano, mi corazón late demasiado rápido como si quisiera salir de mi pecho al ver a Carl quien es el que esta tomando mi mano. Su cabeza apoyada en su brazo disimulando una almohada, su cabello cae en cascada cubriendo parte de su rostro, sus rasgos relajados y teniendo una respiración suave que indica que esta en un sueño profundo.

Con cuidado, me pongo de lado para no despertarlo, y lo observo detenidamente. Y como si perdiera totalmente el control de mi cuerpo, con mi mano libre comienzo a acariciar su rostro. Con delicadeza, acomodo su cabello detrás de su oreja, e inconscientemente sonrío al ver su rostro descubierto.

De repente, Carl abre los ojos y de inmediato su mirada y la mía se encuentra. En seguida quito mi mano de su cabello.

—Al, ¿estas bien? —pregunta, incorporándose.




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