Capítulo 18

El aire cada vez le faltaba en más abundancia, y por más que yo llamara a los doctores…nadie venía.

Ella intentaba calmarse, como si intentara controlarlo, pero…¿cómo vas a controlar una asfixia?

- Minamino, ¿qué ocurre? – dije aquella pregunta tontamente, pero no sabía que otra cosa decir para calmar la situación.

Por su parte, su piel empezaba a cambiar de color a uno más rojizo…cosa que empezó a asustarme mucho más.

- ¡Necesitamos un médico! – dije por el pasillo y volví con mi alumna – Mierda – solté.

En aquel momento, noté la mano de Minamino agarrarme del brazo. Aquel gesto hizo que la mirara. Sus ojos intensos no se apartaban de los míos, era como si me estuviera pidiendo algo pero no llegaba a entender el qué. Seguidamente, con la misma mano se señaló los ojos varias veces y luego me señaló a mí.

- ¿Qué…? – dije intentando descifrarla.

Entonces, como si de una estrella fugaz se tratara, algo cruzó mi mente.

Mi quirk.

Sin pensarlo dos veces, activé mi Don mientras la miraba fijamente a los ojos y desactivé el suyo.

- Ah – soltó un suspiro mientras intentaba recuperar la respiración.

Agachó la cabeza y la escondió entre sus manos para calmarse y coger el aire necesario para calmarse.

- ¿Estás bien? – me apresuré a preguntar.

Ella asintió haciendo que me calmara. Por suerte, ya había pasado el peligro.

- ¿Qué te ha pasado?

Estuvo un par de minutos más intentando regular su respiración antes de empezar a hablar.

- Mi quirk…mi quirk tiene un problema… - dijo aún con la respiración alterada – Si entro en una situación desesperada o me da ansiedad o cualquier tipo de situación extrema…sin darme cuenta…me quito mi propio oxígeno y empiezo a asfixiarme…

- ¿¡Qué!? – aquello realmente me impactó a la vez que me enfadó - ¿Por qué nunca nos dijiste eso? – quería calmar mi ira, pero ella había sido muy irresponsable por ocultarnos aquello.

Como respuesta, se encogió de hombros.

- No lo sé, simplemente no lo dije, no lo vi necesario.

- ¿Eso crees? ¡Podrías morir!

- Pero no lo he hecho ni lo hice hasta ahora, fin del problema – me respondió de mala manera, molesta de igual forma que yo. – Me voy – sentenció. – Ya me encuentro bien, además, las heridas ya están curadas, solo falta que cicatricen bien.

Otra vez volví a aquel disparate. Por esa razón, la agarré del brazo:

- Minamino, no. ¿No entiendes que no puedes salir?

- Profesor Aizawa…con todo el respeto, aquí usted no tiene derecho sobre mí, no estamos en horario escolar y no puede obligarme a que me quede aquí legalmente. No me voy porque quiero, por capricho o por montar un drama…simplemente necesito irme. Los estudios y las prácticas no son el único problema que tenemos los jóvenes.

Ante aquello…no pude hacer nada más. Tenía razón, aquí no soy su profesor como para decirle qué hacer y qué no hacer, además según el problema de su quirk, solo se asfixia si entra en un estado de desesperación o ansiedad grave, y eso no es un juego, y…nunca antes la vi hablando tan seriamente y con tanta madurez…es por eso por lo que supuse que algo más grande pasaba, algo que empezaba a cuadrar con la foto que encontré en su escritorio.

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

¡Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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