*¿Sabías qué?: La SubCultura de "Los Osos"

Hoy les subí un capítulo muy divertido titulado "Un Domingo en la Cueva del Osito" donde nuestro adorable gordito protagonista pasó el día con su crush en casa de sus padres (Si aún no lo han leído, ¿qué esperan? ¡Corran a leerlo! ) y dentro de esta ultima actualización Danny le explica a Joe un poco sobre la Subcultura de "Los Osos".  He querido abrir este nota para ampliarles la información a aquellos que aún no la conocen:

BEAR, también llamado Oso, es un término del argot LGBT que se refiere a los miembros de un subconjunto en la comunidad gay y bisexual masculina con unos códigos, actividades e identidad específica.

Cuentan con un perfil estético lejano de los cánones tradicionales de belleza consumista e interesada que padecemos a través de la publicidad. Proclaman el atractivo sexual del cuerpo grande, fornido, incluso barriga, con vello corporal, barba, maximizando la rudeza y masculinidad estética del hombre gay o bisexual.

Sin duda hoy en día es el subconjunto de la comunidad gay más organizado, con mayores fieles y seguidores por todo el mundo, y con una auténtica y rica cultura propia.

ORIGEN

En principio el término Bear se originó con Richard Bulger, quien, junto con su pareja Chris Nelson, fundó la revista americana Bear Magazine en 1987. Sin embargo, hay una corriente que dice que el término Bear ya existía en la calle con anterioridad a esta revista. De hecho, George Mazzei escribió un artículo para la revista The Advocate en 1979 llamado ¿Quién es quién en el zoológico?, que caracteriza a los homosexuales como siete tipos de animales, incluyendo a los Osos.

De cualquier modo, y apartándonos del origen etimológico del argot Bear, su estilo de vida, estética y cultura nació de forma espontánea en las calles de San Francisco (Estados Unidos) de aquella época. Una parte de la comunidad gay se quiso desmarcar del estereotipo gay y estandar de belleza de la época donde imperaban los cuerpos jóvenes, delgados y esbeltos, sin vello corporal, ropa ajustada y con cierto amaneramiento. Comenzaron a reunirse en bares como Lone Star (un bar de moteros de San Francisco), crearon su propio circuito de ocio y fue ganando rápidamente adeptos, extendiéndose seguidamente a otras regiones de los Estados Unidos. Crearon su propia bandera y demás símbolos identificativos, lo que ayudó a su internacionalización.

La bandera de la comunidad internacional Oso fue diseñada por Craig Byrnes en 1995. Los colores de la bandera se basan en los colores de pelo o piel de la raza humana y en la forma más abierta e integradora posible: Piel y cabello castaño, piel roja americana y pelirrojos, rubio, piel asiática y color melocotón, piel blanca o pelo albino o canas, y piel y pelo negro.

Sin duda ayudó mucho a su popularización el hecho de que hasta entonces los gays gordos, velludos o maduros tenían una importante limitación estética-social para relacionarse sexual o afectivamente. De pronto se descubrió que sexualmente estos hombres rudos o maduros resultaban atractivos entre la comunidad gay, aunque hasta entonces nadie se atrevía a confesar. A partir de aquí los gays que no tenían un cuerpo de atleta o entraban en edad madura también se sintieron atractivos y deseados, lo que supuso un ejercicio de libertad.

Posiblemente el SIDA tuvo algo que ver en el crecimiento exponencial del movimiento Oso. En el San Francisco de los años 80 el SIDA produjo un efecto devastador en la comunidad gay. Se entró en un estado de pánico, se cerraron las saunas, etc.. Había mucho miedo a tener relaciones sexuales y algunos gays pensaron (teniendo en cuenta el desgaste físico y pérdida de peso que producía la enfermedad) que tener sobrepeso era síntoma de salud, lo que los hacía más atractivos y deseables.

Los Osos han contribuido a romper el viejo estereotipo de gay afeminado, demostrando que las preferencias sexuales nada tienen que ver con el comportamiento que asuma un individuo o la forma en la quiera expresar su sexualidad.