"Felicidad" un deseo pendiente

Los dias casi felices

El sol más brillante quema, las flores más hermosas tienen espinas, el chico más inteligente tiene un pasado oscuro, el payaso más divertido se ahoga en sus lágrimas de soledad.
La vida puede tener más caras que un apeirogono,  situaciones distintas, lugares distintos, creencias distintas y una infinidad de condiciones que influyen en la forma de vida de cada persona, sacrificio resignación un estereotipo implantado
Un romance turbulento de los años 80 tendría como fruto a Saday una niña, que nace en el seno de una familia muy inestable y de escasos recursos; empezando del abuelo hasta el último que lleva el apellido. Abandonada por su padre poco después de nacer con su madre trabajando en la siembra de sol a sol  Sus primeros años fueron lleno de enfermedades y lágrimas, gracias al cielo aún es muy pequeña para notar su situación; mientras tenga comida es feliz y sonríe tiernamente.
Al cumplir los cuatro años Saday habla perfectamente, conoce las limitaciones de su familia pero aun no es consciente de lo que  significa “crecer” y lo sacrificado que es poder ganar la comida de cada día.
Las veces que su madre tiene que quedarse en el trabajo por algunos días y noches, Saday  se queda con ella y pasa las noches tiritando de frio por el escaso abrigo que tiene encima.
Un mate caliente y medio pan casero sirve como cena.
-¿tienes  más hambre?- pregunta su madre al ver un poco inquieta a Saday. Ella observa la bolsa de pan vacía. – No, estoy llena- responde. Para su corta edad conocía las limitaciones de su familia.
Tres días largos con mañanas, tardes soleados y noches frías trascurrieron de manera regular para Saday no así para su madre quien lleva una vida en su vientre y aunque no se le nota mucho por su forma de vestir pasaron casi  6 meses de un infortunado atardecer en la que aquel individuo aprovecho la ingenuidad de la mujer.
El padre de la mujer aún desconoce el embarazo de su hija, Ella no encontró la forma de contárselo y decidió esconderlo. Pronto no podrá esconderlo más.
El tiempo pasa tan de prisa que pequeña Saday iba a cumplir 6 años en pocos días. El nacimiento de su hermano había marcado un día en la vida de la niña. Unos días antes al parto su madre había decidido contarle a su abuelo sobre su embarazo. Este, hecho un mar de furia había puesto la casa patas arriba. Humillo a su madre de todas las formas posibles, echándole en cara  que con la niña ya tenía bastante como para alimentar otra boca más; la unica persona que salió en defensa de la mujer fue su hermana mayor, alegando que un niño en el hogar siempre es una bendición pero el abuelo no escuchaba razones.
Actualmente puedo entender un poco la actidud de aquel abuelo, las condiciones realmente no eran las mas favorables para recibir una nueva vida. Lo que si desapruebo completamente es la humillacon de mi madre.
Pese a todo lo sucedido la mujer decidió quedarse en la casa de su padre. No tenía a donde ir ni a quien acudir. El proceso del parto transcurrió de una manera muy simple sin complicaciones así que la madre no tardo en recuperarse. 
Por otra parte Las necesidades de la familia aumentaba, los alimentos eran más escasos. La cosecha de ese año no fue tan productivo debido a las pocas lluvias.cr
Gracias a DIOS la pequeña Saday pudo ingresar a la pequeña escuela del pueblo. Las exigencias no eran muchas, la madre de la niña se esmeró para comprarle los útiles escolares; cosió un pequeño bolso de saldos de tela que había comprado para hacer unas prendas, un cuaderno, un libro, lápices de color y un pañuelo era todo lo que necesitaba la niña para su primer día de clases.
La madre de levantaba muy temprano para preparar un mate o algún alimento que sirviera de desayuno para la niña y no pasara hambre en la escuela. Luego de enviar a su hija realizaba algún que otro trabajo en la siembra de los vecinos con su pequeño hijo de meses en la espalda. Afortunadamente Saday salía de la escuela casi a media tarde, llegando a casa se mudaba de ropa y almorzaba lo que encontraba aunque no fuera mucho. Luego hacia su tarea de la escuela para el día siguiente.
Algunos días de la escuela fueron un poco grises para Saday. A su corta edad ella observaba como otros niños eran prepotentes solo por el hecho de tener unas monedas a la hora del recreo para comprar unos dulces o unas galletas. Si bien no le daba importancia a su posición económica, de vez en cuando deseaba que su situacion fuese diferente, poder vivir sin privarse de nada.
La posicion economica y las limitaciones no eran un obstaculo para Saday, pronto demostro ser una niña muy inteligente, la libreta de calificiones incluso tenia el promedio mayor a lass calificaiones de niños que estaban 4 cursos mas arriba; era muy querida por los profesores de la escuela, siempre que la madre asistia a la junta de padres recibia muchos halagos de parte de algunos profesores.  Y siempre le recomendaban llevarla a la ciudad, e inscibirla en en escuela mejor la madre sonreia con un sentimiento de alegria y tristeza.
Analizando la situacion de aquella mujer ir a la ciudad significaba un cambio trascendental, por una parte su hija Saday podria estudiar en una escuela mejor, tendria quee aprender a hablar un idioma paralelo, por otra parte seria muy dificil para la madre encontran.un trabajo con un niño pequeño, aunque la ciudada no era completamente ajeno para ella pues anteriormente vivio en ella trabajando de niñera durante varios años. Le traia recuerdos muy amargos y dulcess tambien.
El tiempo transcurria muy rapido, saday estabaa ya en 3 ro de primaria, la capacidad de lectura de la niña era impresionante, ningun libro escapaba de ella, algun profesor le obsequiaba libros con cuentos cortos ella deboraba cada una de sus letras.
Pronto iba a ser medio año y se acercaba las fietas patria. Dia en quee todos los escolares vestian sus mejores prendas para el desfile escolar. La madre de Saday no habia logrado ahorrar mucho dinero, pero muy sabiamente habia criado dos puercos que pensaba venderlos para tener el dinero que necesitaba.
Lo que mas importaba era comprarlee a Saday una blusa una falda y un para de sandalias, los comerciantes llegaban al pueblo cada fin de semana llevando todo tipo de mercaderias, desde abarrotes hasta productos de aseo personal. Era interesante ver como muchos jovenes se esmeraban por comprar sus neceseres.
La mayoria de los pueblerinos hacian sus compras con trueque, intercambi3nado productos de su siembra por producto procesados. (Productos de cosecha: maiz, trigo, papa, tomate, arbejas, haba y muchos otros.) (Productos procesados: harina, fideo, azucar, aceite, jabon y muchos otros.)
Unaa mañana muy fria la madre de Saday se levanto como de costumbre, prearo el desayuno y la comida del almuerzo. Debia estar todo listo para el medio dia. Para la noIña para el abuelo y para ellos tambien. Asi fue dejo todo listo, cerro la cocina, despacho a la niña a la escuela, tomo a su hijo pequeño y se fue a trabajar. Pero olvido algo muy importante, amarrar a los puercos que estaba cuidando con tanto esmero para su engorde.
Tan mala fue la suerte de la mujer que los dos puercos tumbaron la puerta de la cocina  y comieron todo lo que encontraron a su paso, para terminar el abuelo llego a casa y econtro a loss puercos invadiendo la cocina. Tanta fue la rabia de aquel hombre de pelo medio blanco que agarro una roca filosa y golpeo a lo puercos sin piedad.
Puedo entender el enojo del abuelo, porque tanto El como su hija se sacrificaban bastante para proveerse de abastos,  y que en un par de minutos desapareciera lo que alcanzaba para unas semanas, pero los animales no tenian la culpa. Ellos solamente siguieron su instinto guiado por el apetito. No habia razon para lastimarlos, la necedad del abuelo no conocia limites.
Cuando Saday regreso del colegio no se percato de la que habia ocurrido en su casa, se mudo de ropa y se fue a la casa de una vecina que le habia invitado para recoger algunos frutoa de su huerto,por la emocion ni siquiera se acordo de almorzar.
Llego a la casa de la vecina que estaba como a unos 400 metros de distancia. Esta le invito un almuerzo hecho co semillas y legumbres mu sabroso.
La señora Rosa era una persona de unos 40 años, tenia 4 hijos dos varones y dos mujeres.
Los primeros dos hijos eran varones, ellos habian cursado la escuela hasta 5to de primaria y por decisión de sus padres habian decidido no continuar los estudios secundarios por lontanto se dedicaban a trabajan en el cultivo de quinoa y trigo. 
Los dos hijos ultimos de la señora Rosa eran mujeres aun eran muy pequeños, y se quedaban en casa con ella.
Al ver a Saday saborear la rica sopa de semillas pregunto – tu madre y tu abulo no estan en casa?-  - no estan- Respondio la pequeña. Que terminaba de ingerir el ultimo boacado de comida.
-¿Te quedas sola todas las tardes?- pregunto la señora con curiosidad -si- Respondio la niña. -¿y no tienes miedo?- inquirio la mujer -no, estan mis puercos y mi perro conmigo- Contesto la pequeña con toda tranquilidad. A la mujer le parecio divertido aquella respuesta, pero le parecio triste su situacion.
La niña termino de almorzar, la señora Rosa saco unos canastos de la despensa y se dirigieron al huerto que estaba unos metros mas adelante. 
Saday no salia de su asombro al ver una higuera cargada de frutos maduros; queria treparse en el arbol entonces La señora Rosa se anticipo a advertir -es peligroso, no puedes subir al arbol-  la niña se sorpendio como es que la señora habia adivinado sus intensiones de treparse- la señora con una sonrisa le dijo -he cortado unos palos con gancho mira- le enseño unos listones habilmente moldeados para bajar los gajos de los arboles. 
Empezaron a cosechar los frutos, primero recogieron los higos, luego las uvas algunos duraznos y por ultimo las guayabas. 
Habian recogido como seis canastos ente todas las frutas y solo al momento de llevarlo para la casa la señora Rosa cayo en cuenta de que debian hacer unos 3 viajes. Terminaron de acarrear todo. La mujer preparo un bolso con un surtido de frutos para que Saday pudiera llevarse a su casa, y le dijo -no tengo unas monedas para regalarte- la niña respondio -las frutas que esta regalandome no puedo comprar con unas monedas, si no con muchas monedas- y añadio -muchas gracias-.
-gracias a ti, dale saludos a tu madre y a tu abuelo de mi parte- Dijo la señora.
-Vete con cuidado- Le recomendo cuando la veia partir. Saday hizo dos nudos en los agarradores del bolso y cargo sobre su espalda. -Adios señora Rosa, muchas gracias por la fruta- Se despidio cuna sonsrisa y partio rumbo a su casa.
Serian ya casi las 6 pm cuando llego primero el abuelo quien sabe de donde, despues de calmar su enojo por lo ocurrido en la mañana.



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En el texto hay: superacion, acoso, supervivencia

Editado: 01.07.2018

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