Capítulo 1

2019, Madrid

—¿Perdón? ¿Me estas pidiendo a mi ir en su lugar? ¿Estas de coña,no? —Ray no se podía creer lo que estaba oyendo. Se levantó enojado y empezó a dar vueltas alrededor de la mesa.

—Joder bro. Tampoco es para ponerse así. Solo te pido que vayas a ver a la señora en lugar de lucí y...

—Vete a la mierda Héctor. No me vengas con esa mierda de bro ¿me oyes? Que amigo pide algo así —pregunto enfadado—¿a caso no sabes quien es esa mujer? Joder tío.

Héctor sabia perfectamente quien era esa tal señora. Todos en el pueblo le tenían miedo. Como no conocerla, si era la mujer más odiada de ahí y como no, la más temida también,

—No me jodas Ray . Sabes que Lucí le dará un infarto si se va a esa casa.

—¿Y a mi que Narices me importa? ¿Acaso fui yo la que levantó la mano ese día haciéndose la valiente? Tu querida novia es la que se metió sólita en esto. Así que si me disculpas... —este cogio su abrigo, después de ponérselo se disponía a irse, pero el otro se lo impidió.

—Venga Ray, se que puedo contar contigo en todo y no olvides que yo igual. Solo hazme este favor. Lucí esta muy arrepentida y...venga Ray —le rogó sacudiendolo del brazo, sano que no le diría que no, tanto el como Ray habían crecido en un orfanato, ahí es donde se conocieron y se criaron juntos. Nunca se habían separado desde ese momento, eran como hermanos y siempre podoa contar con él.

—Joder joder...

Héctor dio un pequeño salto sonriendo, nunca había dudado de que le ayudaría. Habían sido amigos por tantos años y siempre habían estado en las buenas y las malas, lo abrazo con fuerza, hasta que Ray lo empujó lejos de él.

—Pero que sepas que si pasa algo raro ahí...no te lo perdonaré.

—Tranqui, no pasará nada. Cuando entres deja tu móvil encendido al llamarte y podremos actuar rápido si algo sale mal. Confía en mí.

Este asintió sin estar muy seguro todavía de si hacer eso o no, la verdad ni sabía por que había accedido. Solo que le debía mucho, el fue el único que estuvo con el sin reprocharle nada, ni juzgarlo y además lo había defendido siempre de la gente que lo había maltratado antes. Entonces como podía no hacerle ese favor.

—¿Cuando es? Lo digo por que así podré...

—Mmm pues dentro de dos horas, así que hay que...

—¡Jodete Héctor! ¿No sabes que tengo que prepararme?.

—Venga Eri, solo es una pequeña entrevista y ya.

—Odio que me llames así cuando estoy hablando seriamente en algo.

—Hay que irse o enserio llegaremos tarde—le recordó mientras se ponía su abrigo y señalaba su coche que estaba fuera, Ray asintió con la cabeza y lo siguió sin mas, en todo el camino solo podía leer lo que lucí había preparado como preguntas y no sabía si podría hacer eso bien o la cargaría en todo. Se sorprendió al sentir que el coche se detuvo y al mirar a su alrededor, empezó a respirar con dificultad al notar donde estaban, ya habían llegado a la casa de la señora.

—Recuerda lo que acordamos, ve y date prisa, solo hazlo lo más rápido posible para que podamos salir de aquí. Me dan escalofríos de solo estar en la entrada.

—Que te den ¿escalofríos por solo esta aquí? ¿Entonces que sentiré yo al estar dentro? Gracias por los ánimos tio, que jodido—dijo saliendo para después cerrar la puerta con fuerza y sacarle el dedo medio a su querido amigo, este solo sonrió en repuesta.

Ray camino hacia la entrada y armando se de valor, tocó el timbre. Depronto la puerta se abrió y una mujer de mediana edad apareció, este la miró asustado al principio, la mujer lo miró de arriba abajo y miró a su alrededor.

—Pensé que sería una joven la que vendría para la entrevista.

—Tuvo un pequeño problema y no pudo venir, así que...yo vine en su lugar —respondió nervioso.

La mujer lo volvió a mirar con los ojos entrecerrados para después asentír con la cabeza, se puso a un lado y le pidió entrar. Este no pudo evitar mirar hacia atrás para después entrar . La siguió hasta llegar al salón, donde está se sentó y le señaló que se sentará también.

—Gracias.

La mujer se quedó mirándolo y este también a ella por unos minutos.

—¿Entonces? ¿No vas a empezar?.

—¿Perdón?  Ah si, disculpe. Entonces empezaremos con la primera...

—Me refería a tu confesión ¿cuando empezarás a admirarlo?.

Ray se quedó congelado en su asiento al oír lo que está acababa de decirle.

—¿Perdón, como dice? No entendí lo que...

—Mmm veo que eres bueno ocultando lo que sientes. Eso es algo de admirar y más en estos tiempos joven. Iré a por algo de té, ya vengo —dijo para después salir del salón, dejando a Ray más nervioso que antes.

—¿Joder tío has oído eso?—Pregunto en voz baja para que solo Héctor lo oyera.

—¿Te mola alguien?.

Ray iba a decir algo, pero al oír que esta venía, volvió a guardar su móvil en su bolsillo y sonrió intentando parecer lo más normal que podía. La mujer dejó la bandeja de te en la mesita y volvió a sentarse.

—¿Por qué no se relaciona mucho con los vecinos?—Pregunto Ray, quería acabar cuanto antes con esa entrevista y salir de ahí.

—¿Acaso es obligatorio?—pregunto sonriendo.

—No, pero...la gente piensa que...

—Se perfectamente lo que piensan creeme, pero no me importa, siguiente.

Este asintió, no había conocido a nadie así que le diera igual todo, por un lado admiraba eso, ojalá el también ser asi.

—¿Por qué eligio este pueblo? Por lo que oí eres muy rica.

—Lo elegí por que tengo una misión que cumplir.

—¿Cuál misión? Ah, eso de vivir libre y poder...

—Le debo algo a alguien, bueno mas bien mis antepasados lo hacen, así que es mi deber cumplir su deseo, la verdad no se mucho sobre esa persona solo se que ese alguien vendrá a a buscarme y preguntar por mi vida—respondió con seriedad mientras lo miraba fijamente , a tal punto que noto cómo el joven empezaba a asustarse un poco.

Ray tomó su taza de té y le dio un trago intentado no asustarse, no sabía por qué hablaba tan misteriosamente.