Capítulo 3

 Gregor estaba más que enojado al ver a su hijo más joven ahí parado mirándole como si nada, era la primera vez que lo hacía ya que este siempre mantenía su cabeza agachada cuando le hablaba, guardo su espada y sin apartar los ojos  de su enemigo se acercó a su hijo.

—¡Vuelve ahora mismo a casa! —grito furioso.

Ray solo se quedó mirando al hombre sin comprender ni una mierda de lo que este decía, solo había ente comprendído la palabra "hijo" y no tenía ni idea de por qué ese señor lo llamó así y la verdad tampoco le interesaba saberlo. Solo quería saber dónde estaba y cómo llamar a la policía.

—No tengo ni la menor idea de lo que habla señor y...

Gregor sujeto al joven al notar que este no le hacía caso y maldijo en alto, oyó como el joven que estába en el suelo se echo a reír y eso lo hizo enojarse aún más. Se acercó al joven y sin mas se suponía a clavarle su espada en el pecho, pero Ray fue más rápido y emujo al hombre a un lado.

—¿Que hace? No puede matar a la gente solo por...

Gregor lo abofeteo haciendo que este perdiera un poco el equilibrio, eso no le hizo para nada gracia a este y limpiando se la sangre de su labio inferior escupió a los pies de este, ya estaba más que cansado con toda esa mierda, había entrado en una casa para hacerle una entrevista a una mujer , pero resultó que el que iba a ser entrevistatado era el y luego asesinado, había intentado salvarse pero sin éxito, ahora aparecía ahí y con esa gente loca y ¿tenía que soportar más golpes? Una mierda pensaba dejar que eso pasara.

—¡Hijo de puta! ¡Te voy a arrancar esos malditos y podridos huevos que no valen nada si vuelves a tocarme! —le grito mientras tomaba la daga del joven que está en suelo y apuntaba a este con ella.

—¡¿Te atreves a atacará a tu propio padre?! ¿Que te pasa hoy? Moray, no agotes mi paciencia y...

—¡¡Busquen por todo el lugar!! ¡Debemos encontrar al jefe! —se oyó una voz a lo lejos dando órdenes.

—No te encontraran con vida, yo mismo te...

—Joder, ya basta señor ¿te crees que estas rodando una película? Callese de una maldita vez—dijo antes de agarrar una piedra y golpear al hombre haciendo que este lo mirara con sorpresa y se desplomara a sus pies, dejó caer la piedra y comprobó el pulso de este y sonrió aliviado —. Que bien, vivirá. Ahora más vale que salga de aquí y...

Su mirada se paro en el joven que lo estaba mirando fijamente y este sonrió sin decir nada.

—¿Quien eres? Creo que te matara una vez que...

—No conozco a este hombre loco y la verdad ni falta me hace, asi que si me haces el favor de callarte también será lo mejor a menos que... —dijo señalando la piedra que estaba llena de sangre, el joven asintió.

Ray oyó que las voces estaban cada vez más cerca y grito frustrado.

—¿Acaso podría mi día ser más bonito?.

—¿Entiendes lo que digo? —pregunto el hombre con dificultad.

—Entiendo cuando me viene bien. Ahora mismo no quiero entenderte. Pero tu escocés es algo anticuado. Si me disculpas iré a encontrar una salida...

—Sacame de aquí...

—¿Para que me maten en el camino? Quedate y espera...

—Maldito...

—Lo sé, pero aprendí hoy que mejor me preocupo por mi que por otros ya que por eso acabe donde estoy. Por tonto.

Diciendo esto se giro para echar a correr pero cuando se alejo un poco no pudo girarse para mirar al hombre que todavía permanecía en el suelo y oyó que los demás llegarían en cualquier momento. Intentó pensar que no era su problema ya que no sabía que tenían contra ese tipo, pero también sabía que sí un día de estos aparecía en las noticias que había muerto se sentiría mal ya que podría haberlo evitado. Maldiciendo corrió hacia este y levantandole con dificultad lo ayudó a salir de ahí, caminaron un buen rato hasta que no pudo más y lo dejó caer junto a un árbol y se sentó junto a él exhausto.

—Maldita sea...a este paso moriré ¿por qué no hay nada a la vista todavía? ¿Acaso esa bruja me echo en un desierto remoto? —se preguntó preocupado.

—Sigamos...

Quiso golpear al hombre pero al ver lo lamentable que se veía optó por levantarse y seguir caminando, tenía que encontrar algún lugar antes de que esté se le desmayara ahí mismo. A poco rato vio unas casas cerca y sintió que el mundo por fin le sonrio, tocó una de las casas y cuando una mujer le abrió los miró de arriba a bajó y sin mas les cerró la puerta en la cara.

—¡Si será mala! ¿Como puede ser así viendo nuestro estado?.

—Nadie te abrirá...

Ray lo miró sin entender y sin hacerle caso llamó a otra para que pasara lo mismo, todos miraban al hombre y se asustaban para después cerrarles la puerta en la cara.

—Joder...¡Que alguien nos deje descansar, estoy muerto de cansancio por este cabron y de hambre! —grito casi al borde del llanto.

Cuando pensó que nadie los recibiría, noto como alguien tiraba de su chaqueta y al mirar vio a una niña pequeña.

—Sígueme...

Este siguió a la joven y cuando la vio entrando a una de las casas, sonrio siguiéndola. Al entrar encontró a un hombre mayor sentado junto a a lo que parecía una chimenea, o lo que fuera eso. Sin poder esperar más dejó caer al hombre en un rincón donde había un par de pieles que parecía ser de animal y tampoco se paro a pensar en ello, sólo quería poder descansar. Cuando el anciano le dio permiso para sentarse este asintió y se acomodo.

—Muchas gracias la verdad yo estaba que me...

—¿Porque estais aquí joven?.

—¿Perdón?...

—No es buena idea que ese hombre ande por ahí sin sus hombres a su lado, tiene muchos enemigos y creeme que no dudarán en matarlo ahora... —dijo señalando al hombre detrás suyo.

—¿Enemigos? ¿Que hizo tan malo para tenerlos? ¿Por qué todos no quisieron dejarnos pasar? —pregunto curioso.

—¿No sabes con quien estas andando?.

—¿cree que si lo supiera le estaría preguntando?.

El anciano se echo a reír al oír al joven y le pidió a su nieta que fuera por algo de tomar para para el joven.