Prefacio.

Moon Ransome tiene miedo.

Miedo de que sus grandes avances como estudiante se desmoronen y pierda la mejor calificación del curso. Teme que la imagen que tenía de si misma se le escape de las manos, de perder su increíble popularidad y todos se den cuenta de lo vacía e insignificante que es. No quiere decepcionar a los demás; aunque eso es algo que ya empezó a hacer sin poder evitarlo.

Ella tiene miedo de que todas las personas que la apoyan se alejen, dejándola hundirse en la bruma de la soledad, como una sombra que la acecha y consume con cada minuto que pasa.

Ella tiene miedo, pero él no.

Adriel Torllins está acostumbrado a vivir relajado, no le importa lo que los demás piensen o dejen de pensar, él tiene claro quién es y a dónde quiere llegar, su meta es simple; convertirse en una estrella junto a su banda de pop rock, está conciente de lo díficil y desgastante que será lograrlo pero no le preocupa, lleva tan solo 2 años tocando junto a sus compañeros y ya han alcanzado una fama local impresionante, no es de cuestionarse por qué tiene una confianza admirable en el talento que poseen.

El segundo semestre en la universidad empieza. Ambos se convierten en compañeros de clase y se ven obligados a convivir entre disgustos, discusiones y muchas salidas improvisadas, pero a pesar de todo, no pueden evitar el coqueteo constante que flota alrededor de ellos, o las irresistibles ganas que tienen de besarse hasta que no puedan más. La tensión crecerá, se pondrán los ovarios sobre la mesa y alguno de ellos tendrá que dar el brazo a torcer para dejarse sucumbir a los más primitivos anhelos de sus corazones.

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