Capítulo 2. "Teoría"

M O O N

—Buenos días —saludé alegremente. 

Beck fue el primero en verme y le dio un vistazo a Asher de reojo, pero cuando me prestó toda su atención, sonrió y se acercó a mí para saludarme con un beso en la mejilla.

—Buenos días Moon, ¿Cómo va tu día? —preguntó con interés.

El resto de sus amigos incluyendo a Asher notaron mi presencia y me sonrieron, asentí con la cabeza saludándolos.

—No está tan mal, en clases no hemos visto nada —me giré a Asher, que se veía un poco incómodo pero aún así me acerqué a él para besar su mejilla —y ustedes ¿Qué tal todo?

—De maravilla, solo empezando una nueva temporada en nuestras vidas, ya sabes, nuevos personajes, nuevas tramas y cerrando viejos huecos argumentales de temporadas pasadas —bromeó un chico que no conocía y yo me reí con ganas, no sabía quién era pero por la postura que mantenía Asher supuse que era de fiar, el que por cierto, se sobresaltó cuando lo escuchó y le dio un golpe en el estómago para que se callara.

—Bueno, pues entonces necesito que mi nueva temporada comience pronto, ya se está tardando —intenté seguirle la broma y terminé rascándome la mano cuando ninguno de ellos se rió y solo se me quedaron viendo fijo. Sacudí la cabeza —¿Han visto a Farah? —me golpeé internamente por mi intento de disolver el silencio, Farah ni siquiera venía a esta facultad.

—¿Ella no estaba en Derecho? —preguntó Beck.

—Sí, que estúpida soy, iré a ver donde se encuentra Cara —me giré sin esperar respuesta, caminé y giré a otro pasillo y cuando estuve segura de que ya no me veían borré mi sonrisa y me golpeé la frente con molestia hacia mí misma.

Intenté, por primera vez, fingir que todo estaba perfecto, que la ruptura con Asher no me afectaba y que tendría vía libre para llevarme bien con sus amigos, y no me había salido como quería, en su lugar parecía que demostré todo lo contrario. Los amigos de Asher habían cambiado durante los últimos meses, ya no era los mismos que tenía en la preparatoria porque el haber cambiado de nivel escolar los había separado o porque habían ido a una universidad distinta, en su lugar apareció su nueva bolita de amigos conformada por 4 estudiantes más, que al igual que Cara, Asher y yo, estudiaban Comunicación, aunque en el caso de Asher solo lo hacía porque tenía que escoger una carrera no porque realmente lo quisiera, en realidad estaba empeñado en explotar el talento que tenía para el fútbol y lo estaba logrando porque estaba ahí gracias a una beca deportiva, aunque sus aspiraciones iban más que aquello, él soñaba con forma parte de la liga más grande de fútbol americano, en Estados Unidos. Yo era una gran aficionada a ver los partidos y admito que era muy bueno, podría lograrlo si se seguía esforzando. 

Dos de sus amigos, sorprendentemente, no formaban parte del equipo, a diferencia de la preparatoria que ahí solo se codeaba con los jugadores y las porristas. Yo solía llevarme muy mal con sus amigos, me alegré bastante cuando entramos a la universidad y había congeniado bastante bien con sus nuevos amigos, no éramos muy cercanos pero había un ambiente cómodo cuando compartimos espacio, era esa la razón que me había hecho huir de la vergonzosa situación qur viví, creí que haber roto con Asher no iba a arruinar la relación que tenía con sus amigos y me dolió descubrir que en realidad hasta eso había perdido, no era ni capaz de mantenerme en contacto con personas con las que estaba creando un vínculo bonito.

Me paré para poder guardar mi cuaderno en mi bolso y continué mi camino para mi siguiente clase, aún faltaban 20 minutos para que comenzara pero si llegaba antes me sentía más segura.

***

Me había llegado un mensaje de Farah dicièndome que en su facultad ya habían publicado el anuncio de las nuevas integrantes las porristas y mi nombre relucía entre los demás, estaba segura que ya no tardaba nada para que se diera el anuncio en mi área también y eso me emocionaba muchísimo. 

Por muy narcisista que suene, cuando entré a la universidad creía que me iban a prestar más atención, estaba tan acostumbrada a la popularidad que tenía en la preparatoria y había asumido que sería lo mismo, pero me llevé una gran sorpresa cuando descubrí que era como iniciar de nuevo, tendría que abrirme paso a la cima de nuevo y creí que uniéndome al equipo de porristas comenzaría a subir de status. Las pruebas para postularte habían sido antes de las vacaciones de navidad y me habían dado la noticia de que había logrado entrar, el anuncio de los nuevos integrantes del equipo de fútbol y porristas se daría al regresar y cumplieron con lo que habían dicho. Me moría de ganas por saber lo que opinaría la gente, era la primera chica, después de muchos años, que lograba entrar al equipo en su primer año de clases. Eso me hacía sentir poderosa, invencible, como si fuera capaz de lograrlo todo, digo, con mis pasos de baile y entusiasmo a la hora de animar ya había logrado ablandar a la capitana que estaba en su último año, eso me había dado mucha confianza. 

Ese día solo había tenido dos clases y ya había salido de la última, por lo que fuí al estacionamiento a esperar a que Farah terminara su día y pudiéramos irnos juntas al centro comercial tal como lo habíamos acordado. Me recargue en mi auto y saqué mi teléfono móvil para poder entretenerme en lo que pasaban los 30 minutos para que Farah apareciera, cuando escuche a alguien decir mi nombre y en el momento en que levanté la mirada me encontré con los ojos verde de a quien reconocí como antigua compañera de la preparatoria.

—¿Sí? —pregunté.

—Hola, tal vez ya no me recuerdes, soy… —empezó a hablar jugando con sus dedos.

—Sé quién eres —.Me limité a decir, interrumpiendola.

—Bueno, este, yo —tragó saliva y pareció armarse de valor —Han corrido varios rumores por los pasillos

—¿Esos rumores me involucran? —desearía que mi voz no hubiera salido tan entusiasmada pero no lo puede evitar, me emocionaba pensar que era probable que ya hubiera subido socialmente lo suficiente como para que ya estuvieran hablando de mí.