Realeza Atlante: Prenumfa

Capítulo 5: Conociendo a Atlas

Mientras tanto en una escuela preparatoria de México se encontraba una Blakdim híbrida, animándose a sí misma para lo que estaba a punto de hacer.

—Tú puedes, Blue—se dijo a si misma—¡Tú puedes!

Se asomó un poco de su escondite -un árbol con un tronco grueso- y a lo lejos vio como Atlas Warrell, alias Prenumfa, caminaba hacia un grupo de humanos que molestaban a un chico delgado, parecían decirle algo que intimidaba al chico. En su mente Blue pensó que Atlas se les acercaba como el líder del grupo y pensaba ahora sí, golpearlo. Sería una actitud que cuadraría con los cientos de historias que había escuchado de su madre y atlantes que conocía.

Al contrario de lo que pensó, se acercó para salvar al chico, los agresores le dijeron un par de cosas con miradas amenazantes, pero al final el príncipe desterrado termino por llevarse al chico con él, ignorando las groserías que los que dejo atrás le gritaban. 
A diferencia del chico que caminaba ahora a su lado, Atlas tenía complexión gruesa debido al ejercicio que hacía con regularidad en compañía de Adira. Era guapo a los ojos de todas las chicas que estudiaban en la preparatoria, y como no decir que Blue también lo pensó cuando lo vio unos meses atrás cuando Adira le confesó que era amiga de prenumfa.

Aunque su plan inicial era emboscarlo mientras salía de la escuela, no podía hacerlo por la compañía que tenía, así que los siguió las siguientes cuadras mientras se mantenía en una distancia prudente para que no la notaran, tal y como Adira le había enseñado. Al final de la calle vio como ambos entraban a una cafetería de dos pisos, supuso que el de arriba sería una casa.

Se colocó unos lentes de sol que había traído, además de dinero humano y una espada expansible que podía esconder con facilidad en la bolsa que colgaba en su hombro. Con pasos nerviosos se dirigió al local y entró. La mayoría de personas la ignoro, pero las meseras sí que la vieron y luego de sentarse en una mesa al fondo del local una se acercó.

—Disculpa, pero está prohibido el uso de lentes de sol—señalo la chica y Blue fue consciente del cartel que estaba en la puerta que prohibía los lentes de sol, gorras y mascotas, ¿Qué era? ¿Un banco?

—Lo siento—dijo quitándoselos. Pidió un bocadillo y un jugo evitando a toda costa el contacto visual. La chica se retiró y ella aprovecho para pasar su vista por toda la cafetería buscando su objetivo, pero no halló nada.

Suspiró observando los lentes de sol. La razón por la que se los había puesto es para no llamar la atención con sus ojos; tenía los ojos azules y a pesar de ser un color común para los humanos, había una pequeña diferencia en todos los artenses de ojos verdes y azules, esos colores tenían pequeños destellos que los diferenciaban de los ojos humanos y resultaban fascinantes la primera vez que un humano los veía y por supuesto llamaban la atención y era lo que Blue no quería.

Apoyó ambos codos en la pequeña mesa y sujetó su cabeza con ambas manos, debatiendo mentalmente que hacer. ¿Y si se iba? De alguna manera ayudaría a Adira. 

El movimiento de la silla enfrente de ella llamó su atención haciendo que levantará la mirada, encontrándose directamente con los profundos ojos de Prenumfa.

Atlas tomó bruscamente su brazo y lo azotó contra la mesa dejando en evidencia el pequeño pez negro y rojo que llevaba en la muñeca. Blue se reprendió lentamente por no haber pensado en ese detalle.

—¿Quién eres y qué mierda quieres? —su voz gruesa preguntó sin rodeos.

—Blue Agnus, blakdim artense de la princesa Adira—se presentó usando su título como blakdim—. La princesa Adira solicita tu... Su ayuda—agregó no sabiendo como dirigirse a él, después de todo, seguía siendo un blakcord.

—Eres la híbrida—la acusó con un tono intimidante.—. ¿Qué me asegura que vienes de parte de Artenis y no de Atlantis?

—Adira me pidió que viniera—volvió a decir—necesita...

—No has contestado mi pregunta—la calló.

—Adira necesita ayuda—se limitó a responder.

—¿Pretendes que confíe en ti? —le preguntó retóricamente.

—No... yo no quería venir—explicó.—. Adira está encerrada en una base submarina.

Una sonrisa irónica atravesó el rostro de Atlas.

—Encerrada en la base submarina donde se celebra el tat avab ¡Que sorpresa! —atacó, soltando una carcajada.

La interrupción de la chica que antes había atendido a Blue, los calló a ambos. Después de que dejo el pedido, Blue volvió a hablar.

—Oye no es ningún chiste, la situación empeorará, los reyes desaparecieron—comenzó a alterarse—¿Qué crees que pase luego? —al ver que varias de las meseras ahora se fijaban en ellos usó su idioma natal—Trin e lus sots (culparan a los humanos).

—Y aún, si culparan a lus sots (los humanos) ¿Qué tendría que ver yo en todo esto
 

—Podrías convertirte en el héroe y te dejarían volver—intentó convencerlo.
 

—Creo que Azzú no estaría de acuerdo con que uno de sus guardias dijera eso—volvió a atacarla, él sabía perfectamente que su lealtad era para el reino de Artenis.

—Soy blakdim de Artenis, no guardia de Atlantis.

—El título de blakdim te convierte en comandante de guardias asesorada por una sangre de color, por lo tanto, un guardia más, y al ser híbrida puedes servir también a Atlantis.

—Como es que recuerdas eso y no recuerda que el rey de Artenis es familia de tu amiga y te niegas a ayudarla—Blue no había querido sacar ese pequeño argumento, pero terminó usándolo.

Atlas bufó, había dado en su punto débil, su mejor amiga. Enojado dio un golpe en la mesa. 

 —Tienes hasta mañana para demostrarme que estás diciendo la verdad—concedió. —. Si lo logras te ayudaré a encontrar a los reyes. Así que no pierdas la oportunidad—finalizó poniéndose de pie y saliendo se allí.

Blue sonrió, de alguna manera lo logró, ahora solo tendría que contactar con Adira y todo estaría arreglado.



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En el texto hay: atlantida, realeza, atlantis

Editado: 15.09.2020

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